ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

El pasado 20 de enero, leí en Granma el magnífico artículo de opinión de Madeleine Sautié De horror y ¡sin misterio!, que aborda el tema de los groseros letreros en los autos.

Confieso que desde hace ya algún tiempo, cuando leí en el cristal trasero de un «almendrón», Chevrolet, el repugnante letrero «sube nena que soy un loco sexual», me dije que algo había que hacer para impedir que continuaran en nuestra sociedad esas manifestaciones contrarias por completo a nuestras más elementales reglas de educación, costumbres y modales de conducta que nos enseñaron abuelos, padres y maestros; sin embargo, quedé tranquilo pensando que en el trámite  de cambio de matrícula, o chapa, la PNR obligaría al propietario del auto a retirar el grotesco letrero del vehículo. Para mi asombro, hace unos días lo volví a tener delante de mis ojos, en el mismo auto, solo que ahora con la chapa o ma­trícula nueva. Y solo alcancé a pensar:

¡Increíble!.. Y es que, efectivamente, como bien dice Madeleine, el hecho «ofende tanto o más que un salivazo o una bofetada».

El artículo de Madeleine llevó a un alumno a preguntarme sobre el hecho y sus consecuencias legales, lo que me obliga a escribir estas líneas, pues aunque no soy el encargado de responder las inquietudes e interrogante, como aquella de «¿A quién hay que llamar para que impida actitudes que laceran el alma de la decencia…», al menos puedo ofrecer una opinión legal que estimule a los responsables de actividades vinculadas al hecho y a sus consecuencias, que no solo son ofensivas, sino también ilegales y deben ser controladas, impedidas y reprimidas, pues hay medios legales suficientes para ello.

El Estado, como garante del orden, la seguridad y el bienestar público, está obligado a reglamentar los contenidos y los medios sobre los cuales se realiza la promoción de los mensajes informativos.  Esta regulación se realiza a distintos niveles de gobierno, dependiendo del ámbito de competencia, y según el tipo de medio publicitario de que se trate.

Alguien puede preguntarse: «¿este mensaje es publicidad?». Gramatical y jurídicamente hablando la publicidad puede manifestarse mediante  «medios que se emplean para divulgar o extender la información sobre cosas o hechos», para  «difundir ideas u opiniones de carácter político, o religioso»; así como también para «divulgar noticias o anuncios de carácter comercial o social», y hasta para «llamar la atención de los demás sobre algo que se quiere divulgar». De lo anterior, y para el efecto que nos ocupa, se desprenden que la publicidad comprende cualquier medio, busca divulgación de información; puede poseer un carácter comercial, y puede perseguir simplemente atraer simpatizantes o adeptos.

El tracto regulatorio de la publicidad empieza por la necesidad de contar con una autorización legal para hacerla, que se traduce en obtener una licencia para hacer publicidad. Por ello, el propietario del auto requiere de una licencia para colocar su letrero en el cristal y transmitir al público su mensaje. Pero el bien jurídicamente tutelado, o sea, protegido por la regulación legal que exige una licencia para poder hacer publicidad, no es solo la actividad comercial y el derecho de la comunidad de obtener algo (vía impuesto) a cambio del beneficio económico del que divulga, sino también la sensibilidad social, la educación y formación de los niños y jóvenes, la tranquilidad ciudadana de no tener que leer o escuchar mensajes groseros o frases indecentes, todo lo que sustenta una cultura nacional y un bienestar por el cual se ha trabajado y luchado.

Si bien el aludido letrero no es el más ofensivo, lamentablemente hay muchos otros con texto grosero que no vale la pena reproducir aquí, puede servirnos para una reflexión. ¿Qué es un loco sexual? Para cualquier texto de criminología o siquiatría forense se trata de un tipo de configuración de una personalidad anormal, a menudo aberrante, relacionada con dificultades personales y sociales, que puede conllevar la manifestación de desviaciones sexuales delictivas como la violación, el sadomasoquismo, la pedofilia, la pederastia, la necrofilia, y hasta el asesinato sexual.

Evidentemente que un loco sexual es, o puede ser, un sujeto socialmente peligroso, en dependencia del nivel que haya alcanzado su aberración. ¿Y un loco sexual puede anunciarse, como un ejemplo a seguir, o hacer propaganda para que monten en su auto? Evidentemente no. Dada la peligrosidad social que entrañan los delitos sexuales de los maniacos, o locos sexuales, en ningún sitio del mundo con tal anuncio se puede transitar libremente… Por ello, ni el propietario del auto puede colocar ese anuncio o mensaje en el auto, porque no se concede licencia para divulgar tal dislate, y mucho menos puede conseguir una licencia para taxista por la peligrosidad de su personalidad que el mismo anuncia. Y, aunque estoy casi seguro (digo casi porque no le conozco) que el anunciante no es un loco sexual, y lo hace porque considera que el mensaje es simpático (cuando es de muy mal gusto) hay que decir que, en todo caso, la advertencia social sería a la inversa: «Ojo, no montarse en el auto de un loco sexual…».

Hay otros letreros en los autos que no son insultantes pero sí violatorios de lo establecido. Cualquiera que sea el contenido y objetivo, si es publicitario, debe contar con una licencia y pagar  impuesto, dado que, de acuerdo con la Ley: «la radicación de los anuncios publicitarios requiere de la aprobación de los organismos pertinentes», y «están sujetos al pago del tributo todas las personas naturales o jurídicas, cubanas o extranjeras, que sitúen placas, afiches, carteles, rótulos, vallas publicitarias y demás anuncios o elementos similares, con fines de publicidad comercial o propaganda».

El tema da para más, pero hasta aquí se puede comprender que hay medios legales suficientes para impedir lo que se viene haciendo mal hecho, lo que va contra las buenas costumbres, y también para controlar esa otra publicidad innecesaria que nadie tiene derecho a imponer a los demás, salvo aquellos que los publican con autorización, dada por su objeto social o por licencia con el pago de un impuesto, lo que entonces compensa al contribuir a la comunidad.

Como puede apreciarse, hay un campo de acción para exigir la retirada del letrero, o en el mejor de los casos (siempre que no sea infamante) conceder un término para que se tramite una licencia, so pena de retirar la chapa o matrícula, como también hay una esfera de actuación para los inspectores de vehículos, las autoridades encargadas de conceder las licencias y para todos aquellos que tienen responsabilidad en la aprobación y control de esas actividades.

Moraleja: no hay misterios, se puede ordenar el caos de los letreros en los autos, y, por supuesto, poner fin, definitivamente, a los letreros de horror.


* Profesor titular de la facultad de Derecho de la Universidad de La Habana

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FranciscoB dijo:

41

1 de febrero de 2017

11:53:56


Se necesita que el gobierno de Ciudad de la Habana, haga lo que su nombre indica: gobernar. Para disciplinar a la minoría indisciplinada hay que aplicar la ley, que se traduce en multas que nadie quiera pagar ( no casi simbólicas) como es en todas partes de mundo. Ya se dijo que Cuba se abra al mundo... y en eso pienso que también. Por ejemplo una parte de los boteros se siguen burlando de las disposiciones recientes....y muchas otros ejemplos que leemos cotidianamente en el periódico, y los indisciplinados siguen riendo y haciendo sufrir a la mayoría. La conciencia también funciona pero lo hace mejor cuando se pueden utilizar estudios de caso de los que han sido al menos multados.

Duany dijo:

42

1 de febrero de 2017

11:58:33


Profesor tiene toda la razon, lo mismo vemos a una figura de un NIÑO haciendo sus necesidades, que la imagen de una mujer desnuda invitandote al sexo, trasmitiendo mensajes penosos a los niños en la calle.

Orlando dijo:

43

1 de febrero de 2017

11:57:41


La educación cívica está en el suelo (como materia en las escuelas) Para los que defienden el criterio de que el dueño del auto divulga lo que desee, le digo, que puede hacerlo,

Orlando Respondió:


2 de febrero de 2017

12:04:01

Siempre que no ofenda las buenas costumbres. No me puede obligar a ver lo que ofende, no me puede obligar a oir lo que ofende. Que lo escriba en el baño de su casa, si vive solo. Hace 30 años, le h,icieron juicio a unos jóvenes matanceros que circulaban por Las Tunas en un auto donde aparecian unos letreros para nada impundorosos. Solo frases en inglés o marcas de cigarrillos (de afuera) Ahora hasta imágenes pornográficas exhiben. ¿Y la polilcia? Bien ¿y tu? Las normas sociales deben ser cumplidas y quien no lo haga debe ser reprimido, para evitar que otros lo hagan y sse propague esa impunidad. ¿Somos cultos o nos somos cultos? Si somos, no dejemos de serlo permitiendo esas desfachateces y muchas mas que proliferan en nuestra querida nación. Hace unos días, un grupo de inspectores en Las Tunas multaron con 1 500.00 a un anciano que vendía maquinitas de afeitar que había previamente comprado, sin tener entrada económica y encontrarse enfermo. ¿que cosa hace mas daño a la sociedad?

Duany dijo:

44

1 de febrero de 2017

12:00:07


Pero los primeros que permiten esos son los agentes del oreden publico que controlan el transito, que muchas veces se hacen los de las vista gorda

Claudia dijo:

45

1 de febrero de 2017

12:03:48


Creo que debemos mejorar en varios aspectos, es muy facil decir ¨La juventud está pérdida¨ cuando no es la única......

manuelillo dijo:

46

1 de febrero de 2017

12:29:09


Saludos. como comento un forista el tema cartele impropios no solo afecta a nuestro pais. recien regreso del extranjero y en un pueblo ,todos los dias pase delante de una funeraria publica que con orgullo escribio su nombre en la fachada. LA CONTEMPLACION..

cubano dijo:

47

1 de febrero de 2017

13:35:31


Todo se traduce a muchos años de degradación socialo que nadie pusio frenos, a nadie de mi generacion se le ocurre tamaña idea del cartelito, pero el Estado como rector d ela sociedad ha sido muy paternalista respecto a muchas cosas y poco a poc se empiezan a echar a perder las cosas

Marcelino dijo:

48

1 de febrero de 2017

14:02:34


Varias veces, en este espacio o cubadebate, me he referido a este asunto, por eso me contenta el artículo del Profesor. Hay solo un detalle más que siempre considero y es que lamentablemente estos mensajes aparecen hasta en automotores de instituciones estatales, para resolver lo cual no hace falta aplicar legalidad alguna, sino la vergüenza ética que corresponde. ¿ Y qué me dice Dr. Dávalos de las obscenidades que se escuchan en la música y se muestran en los filmes que los "dueños" de automotores estatales (incluyendo ómnibus de pasajeros y del sector educacional) y de tiendas en divisa, bares, etc. deciden poner?. ¿ Hacen falta inspectores, policías y juicios para resolver eso?.

Fermin dijo:

49

1 de febrero de 2017

14:13:53


La solución está aplicar el concepto de Revolución"cambiar todo lo que sea necesario ser cambiado", necesario que los entes estatales comiencen a actuar según le corresponda cada cual a lo suyo y entonces las mentes tendrán que cambiar para adaptarse a la realidad, y al que no le convenga que piense que va a hacer. Buen comentario y respuestas.

Guillermo dijo:

50

1 de febrero de 2017

14:18:07


Estoy plenamente de acuerdo con el contenido del escrito publicado por el Profesor Dr. Rodolfo Dávalos y concuerdo en que le asiste la razón, a él y a otros que aquí han opinado. Considero que el problema, desgraciadamente, es mucho mayor, pues en ocasiones también se manifiesta en vehículos o locales de carácter estatal, donde la actividad del control interno y el accionar de las organizaciones políticas y de masas debieran haber resuelto, al menos, la parte pública del problema. La agresión a la decencia, esa de la que tanto hablaban nuestros abuelos y de la que pareciera, en ocasiones, que pocos en la actualidad recuerdan, no solo puede venir por el lado de los carteles; súmese a esa actitud otras muy comunes hoy en día, tales como: hablar o, más bien, gritar de forma escandalosa, en cualquier parte, para tratar de sobresalir en el entorno; mantener siempre en la punta de la lengua palabras obscenas como parte del vocabulario cotidiano; vestir y exhibirse en la vía pública sin ningún recato o pudor; poner la música bien alta, cualquier día y en cualquier parte, con tales niveles de estridencia que, además de grotesco, resulta dañino para la salud, etc. También estoy de acuerdo con uno de los opinantes, en que resulta importante ahondar sobre las causas para erradicar tales males. El ejercicio de búsqueda de causas, por sí mismo, si se realiza a escala social, sería ya un primer paso en la dirección correcta. Se me ocurre que este asunto, igual que se ha hecho con otros temas importantes de carácter social, pudiera ser objeto de debate en los centros de estudio, de trabajo, las comunidades, la cuadra, etc. No estoy de acuerdo con la propuesta que alguien hizo, respecto a que los organismos encargados de regular tales asuntos deban esperar por algún tipo de investigación social o decisión de otra clase; es necesario comenzar a reprimir esas actitudes con las herramientas legales que ahora disponemos, si luego se perfeccionan y mejoran, que bueno; pero es imprescindible comenzar ya. Este pueblo es, en el mundo, uno de los más instruidos, esa es una aseveración de carácter público; también tiene que ser, por obligación y lógica, uno de los más educados, la decencia, necesariamente, es expresión de esa cualidad.

Carlos Gonce dijo:

51

1 de febrero de 2017

14:28:13


El problema parece ser que en nombre de la libertad y la no represión hemos dejado muchos espacios abiertos para que se manifieste el mal gusto, la mala idea y el mal actuar de muchos, y nos medimos demasiado a la hora de restablecer el orden. No se trata de imponer a nadie nada que no sea el respeto a la ley y a los sentimientos y la moral de los demás. Porque la convivencia culta en cualquier parte del mundo exige se imponga el respeto a los demás a aquellos que deciden no seguir por las normas socialmente aceptadas y establecidas. De eso nos falta un poco, enseñar y exigir civilidad.

Carlos Manuel dijo:

52

1 de febrero de 2017

14:56:59


Falso el concepto de porque es particular se puede hacer lo que venga en gana, muy bueno y oportuno este artículo del profesor Dávalos. Las autoridades competentes tienen la obligación de prevenir y cuando sea necesario reprimir estas manifestaciones de vulgaridad, mal gusto que prolifera en la vida cotidiana. ¿Cuál es la respuesta?

vladimir dijo:

53

1 de febrero de 2017

15:04:04


Que buen tema, pero como este existen muchos “calientes” para tratar en nuestro país, y no se trata precisamente de “Trogloditas”, que no se trata precisamente de personas glotonas, las que hacen uso de tales propagandas desagradablemente visuales, no, en la antigüedad las personas, aún en medio de su subdesarrollo, vivían y se comportaban en sociedad, cosa que ahora ha pasado al anacronismo, desde los letreros obscenos colocados en todas partes incluyendo autos, ómnibus, casas, etc, hasta el mal gusto de la música súper alta a cualquier hora del día y en cualquier medio o entidad, dígase casa o centro nocturno. La falta de respeto y el comportamiento “antisocial” es ALARMANTE en nuestro país; bueno sería estudiar las causas y condiciones y hacer algo útil para prevenir actitudes tan denigrantes en un país en el que se hace tanto por la educación de sus ciudadanos.

sonia dijo:

54

1 de febrero de 2017

15:33:58


Muy Buena explicacion por el profesor, sobre esta problematica, pero en la actualidad hay algo que esta pasando con la juventud, no se mide al hablar, no se mide al vestir y al actuar, que no estan a la altura de la educacion existente en el pais..Donde debe existir a nivel educacional mas informacion al respect, porque a veces al seguir las modas, la juventud ante la sociedad se ve ridicula, a pesar de que esas costumbres tambien depende de los ejemplos de sus hogares ...Tomar medidas al respecto no quiere decir que te estan reprimiendo por algo que es tuyo, sino que antes de hacer un letrero tienen que analizar muy bien el contenido y si se publica mucho mas, porque esta a la vista del pueblo, no de uno en particular..Esos letreros grotestos en ningun pais se permite y mucho menos haciendo publicidad..El derecho al respeto ajeno es la Paz..

Ramon Hechecerry dijo:

55

1 de febrero de 2017

15:36:38


Lectores y escribas: No se han dado cuenta de que si la policia hiciese su trabajo muchas cosas no estarian pasando? el ruido, la musica alta, los gritos en medio de la calle, la gente tomando bebidas alcoholicas en la calle,la meadera en las esquinas....de que vale que denuncies si la policia no actua? Incluso, para muchos de ellos (los polis) esos letreros no son ni remotamente insultantes.

María de los Angeles dijo:

56

1 de febrero de 2017

16:06:30


Que pena Ricardo son tu comentario, pero, no te has dado cuenta que tantas personas, no pueden estar equivocadas? al menos yo con todos esos comentario estoy muy de acuerdo, por supuesto con el tuyo, NUNCA

Magda dijo:

57

1 de febrero de 2017

16:14:48


Estoy totalmente de acuerdo con el punto de vista. Incluso quedan aristas por las que ya estamos cansados de hablar. Los mensajes y carteles en los carros, motos, rastras y todo tipo de transpore son realmente indignantes, y lo peor es que cuando he comentado acerca de esto con gente joven no ven nada de raro, comenzando por mi propio hijo de 15 años. Nuestra juventud y niñez se está acostumbrando a leer como parte del acervo cultural cualquier tipo de expresón qe ataca directamente a las mujeres, a los hombres, a los niños, a la sociedad y a todo el que se pare delante...tal y como hemos permitido (porque los culpables somos nostros mismos) que el más espeluznante y podrido regueatton sea el más popular, y los videos más vistos sean los peores también.

Yaima dijo:

58

1 de febrero de 2017

21:07:08


Ricardito, ¿tú eres el dueño, o eres el chofer del almendrón?, no veo otra forma de justificar lo desagradable y grosero. En los otros países que al parecer admiras te controlan todo y te lo cobran todooooo

Francisco dijo:

59

2 de febrero de 2017

08:09:32


Tales individuos no son la regla, ni tampoco las excepciones. La sociedad cubana es participe pasivo de estos hechos: vea la música, los dicharachos y los ofensivos piropos. Está en la fibra de lo popular, de lo machista y ahora mas con el Reggaeton, una copia fiel de que se puso de moda y está fuera del contexto social cubano. Bueno, hace falta una campaña social donde se toque este problema. Y donde está la media social ?..Quien haces las preguntas en Cuba? y Quienes las responden?

Jorge radibel dijo:

60

2 de febrero de 2017

08:35:24


Soy Abogado y para nada estoy en desacuerdo con lo que ambos publicantes plantean, así como tampoco doy curso a determinados comentarios, que en respuesta, se impregnan de la impotencia de decir y no tenen modo o conocimientos para hacerlo. Mis respetos para el profesor ya que conozco su trayectoria y conocimientos, además apoyo el hecho de que un nuestro país, con la execiva carga normativa que tenemos, dificilmente algo se escape de un amparo jurídico. Estas cuestiones del buen comportamiento las conozco desde pequeño, y ya peino canas, cuando me hablaban de la EDUCACIÓN FORMAL; pero a la vista de todos y de todas la legislación vigente el fenómeno a decursado una involución que va más allá de un cartel y de emprender nuevamente ; y sigo el tema, sobre los propietarios de autos. Muchas de las frases que aparecen en los autos salen de plagiar los ya conocidos estribillos musicales de un sin numero de artistas que tienen reistrada y pagan por difundir su obra. Un país es a similitud una gran casa familiar con muchos aciertos y desaciertos; los hijos descarriados con imposiciones y maltrato se alejan y la convivencia se hace insoportable, vayamos a la raiz de por que no supimos a tiempo infundir amor y respeto.