ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

A esa complacencia que provoca formar parte de un grupo, disfrutar con lo bueno que dentro de ese entorno pasa, entregar lo mejor de sí para que el todo funcione y abatirse cuando algo con él sale mal, se le llama sentido de pertenencia.

Tal vez el concepto —y su propia ejecución— no están de moda. El egoísmo y el celo profesional, unidos a la falta de entusiasmo por el que muchos se dejan arrastrar respecto a lo que hacen, cuentan entre las plagas devastadoras de la cosecha que es siempre un grupo, ya se trate de uno creado a partir de la más auténtica elección personal como de un colectivo de trabajo.

Es preciso asumir una actitud al respecto si se quiere ir por la vida disfrutando este goce del que pueden dar fe quienes se lo han atribuido. Tener sentido de pertenencia no significa llegar a un grupo perfecto donde necesariamente todo funcione y al entrar en él contemplar cómo las manos se alargan para tomar las tuyas. Aunque este puede ser uno de los convites para experimentarlo no siempre esa dádiva se nos ofrece tan fácilmente.

Grupos hay —díganse departamentos, cátedras, centros laborales en toda su extensión— que tienen merecida fama de contar entre sus integrantes con personas de alto talante de las que es muy fácil enorgullecerse porque prefieren sumar a restar, querer a rechazar. Pero no siempre con esos colores se nos pinta la realidad.

Sin embargo, ¿quién dijo que todo está perdido? A la comodidad de quejarse de un grupo donde no se disfruta lo que se hace, donde falta ‘bomba’ para echar para adelante el trabajo, donde a nadie le importa si los principales propósitos del colectivo se van por la borda, o a sus miembros nada les dice lo que pasa con el del lado, se impone la acción y eso solo es posible cuando junto a lo que hacemos está el corazón.

A veces se cuenta con un líder, cuya labor es primordial para echar a andar los resortes enmohecidos del cansancio, pero si no es el caso, cada persona tiene la posibilidad de hacerlo con solo mirar con amor la labor que desempeña. Tomar la iniciativa puede ser una decisión que demore en arrancar, pero en escenarios sombríos es más visible la luz que alguien debe encender.

Tener sentido de pertenencia es mostrarse tolerantes con los demás para que fluyan las relaciones humanas, es sentir como propios los triunfos ajenos, porque hoy les pertenecen, pero mañana pueden ser tuyos. Es estallar de alegría y orgullo cuando el reconocimiento moral y popular al centro donde trabajas es un hecho, porque a esa distinción has contribuido tú indiscutiblemente.  

No es la tonta vanidad de creerse mejores por trabajar en un sitio mejor remunerado económicamente o más favorecido por las condiciones materiales en que se trabaja, ni sentirnos más distinguidos porque creamos nuestro desempeño superior a los restantes. Es la eterna inconformidad con lo que puede salirnos mejor, la guerra implacable contra la mediocridad cuando se puede entregar una obra de excelencia, siempre perfectible.

Cuando estamos poseídos por este sentimiento nos avergüenza cualquier fiasco del grupo, nos duele el nombre de nuestro Centro en la lista de los deslices y queremos “morir” porque nos afecta con creces ver en malos trances esa entidad que nos encumbre.

Por eso es preciso hacer. Si nos es dado sumarnos cuando la entrega es un hecho y el equipo existe, es menor el costo; pero cuando no se cuenta con él es imperioso descruzar los brazos y sembrarlo porque entraña siempre un saldo.

No es posible ser una persona plena si no nos damos a los demás y este ejercicio mucho se parece a la posesión de la que hablamos. Querer lo que se hace y la entidad que nos representa es también un modo de estar cerca de los nuestros y de construir un país mejor. Solo el trabajo da frutos. Emprenderlo sintiendo que nos pertenece y que nos necesita no es un romántico sueño. Es uno de esos imperios forzosos para que la elegancia del espíritu también salga a pasear cada mañana.

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Senpert. dijo:

21

8 de noviembre de 2015

15:30:48


A veces en nuestros centros de trabajo , nuestros propios jefes nos obligan a enajenarnos y perder totalmente el tan bien ya mencionado sentido de pertenencia, pues cuantas veces ocurre que haces todo y mucho mas de lo que te toca hacer en tu puesto de trabajo, te esfuerzas porque todo salga bien porque tu trabajo sea todo un exito, y jamas recibes ni una merecida sonrisa a cambio. cuantos nos hemos sentido atropellados porque a cambio solo hemos recibido mas exigencia y menos estimulos. hay mucho de que hablar al respecto porque aqui donde solo se trabaja por amor a lo que hacemos muy pocos tenemos ese sentido....

Karel dijo:

22

9 de noviembre de 2015

01:21:19


Excelente artículo, tratando un asunto de corte psicosocial con la prosa de vuelo poético que caracteriza a la periodista. Sin dejar de lado la importancia de las características personológicas que toca la autora, el sentido de pertenencia, al menos en el caso de los centros de trabajo, o de las agrupaciones o departamentos dentro de grandes centros de trabajo, depende también de factores como la vocación y la economía. En las empresas de corte capitalista, competitivas, el compromiso se establece primariamente sobre bases económicas, quedando los demás factores en un segundo plano. Eso no excluye que en paíss capitalistas puedan haber grupos laborales con fuerte sentido de pertenencia, sobre todo cuando la economía no es lo único, y la vocación es vital, como en los casos de la investigación (ya sean ciencias exactas, naturales o sociales) o el arte. Sin embargo, en Cuba el factor de la vocación, además del elemento de solidaridad humana, deberían conjugarse para lograr un sentido de pertenencia fuerte, elevado. Sin embargo, escasea bastante. Y la razón de fondo es, una vez más, económica. El sentido de pertenencia a un lugar, a un centro, a un colectivo, es algo que se siente dentro de uno. Es, como ya dijeron, la vergüenza cuando el colectivo queda mal, y la alegría y la emoción cuando se tienen logros. Eso no se gesta dentro de alguien en unos pocos meses. El sentido de pertenencia toma como mínimo algunos años para crecer dentro de uno. Y ahí ya tenemos un problema en Cuba. Desgraciadamente, aunque en gran medida se deba a la precariedad de la macro-economía cubana y al bloqueo norteamericano, es una realidad que los salarios irrisorios que perciben quienes trabajan para el Estado cubano provocan un éxodo continuo de técnicos, profesionales y hasta de obreros calificados, que abandonan su profesión, aquello para lo que estudiaron o se entrenaron, buscando la supervivencia en otras esferas, muchas veces alejadas de aquello que aman realizar. Se frustra así el sentido de pertenencia en el lugar abandonado, y es muy poco probable que se forme de ninguna manera en el de destino, cuando se realiza una labor que, más que no amarla, se hace porque no queda más remedio. Quienes aman intensamente un oficio, una profesión, generalmente no precisan de grandes lujos para sentirse realizados. Les basta con poder dedicarse en cuerpo y alma a su labor, que disfrutan y en la que tienen pago espiritual en sí misma. Y cuando esa sensación se comparte con otros colegas, a´hi tenemos un magnífico sentido de pertenencia. Pero esas personas tienen que alimentarse, vestirse, calzarse, tener un techo y trasladarse, además de muchas veces tener una familia que sostener. Eso lleva recursos, y en la economía mercantil que aún domina el mundo, se traduce en dinero. Dinero no para lujos, sino para poder dedicarse con tranquilidad a su labor, con entrega total durante las 8 ó 10 horas que dure, sin devanarse los sesos pensando qué podrá resolverse para la comida de hoy. Elementos como la presencia de un líder, la aplicación o no de habilidades directivas, y la comunicación (horizontal y vertical) entre los miembros de un colectivo, sólo comienzan a ser decisivos cuando los elementos mencionados: vocación y una economía mínima, están presentes. Saludos, y gracias a la periodista por otra entrega, de un asunto que puede ser árido, y al que ella sabe poner alas, como siempre.

mabelle dijo:

23

9 de noviembre de 2015

10:00:01


Interesante trabajo, felicidades, siempre en Punto central de un blanco de tiro

ACHO dijo:

24

9 de noviembre de 2015

13:53:13


Madelaine mis saludos hacia ti primeramente y luego referirte que has tocado un Tema de mucho valor el cual hay muchas/os que dado los cargos que ocupan se creen cosas por las cuales como bien te refieres cuando se encuentran en aprietos pues ha correr y llorar, estas en lo cierto muchas personas las cuales nunca tuvieron en absoluto nada se creen cosas porque son promovidos, tienen un carro, una casa con todas sus comodidades, las Resoluciones o Leyes son cambiadas o manipuladas por ellos/as en cualquier magnitud y esto no es solo en un solo organismo sino en todos lo mismo en SALUD, EDUCACION, AGRICULTURA, CULTURA, TRANSPORTE., ETC. Porque si sigo tendria que mencionarlos ha todos ejemplo de esto pudiera decirte que en el dia de hoy casualmente en una conversacion sostenida con un Director de Secundaria Basica de lo que habia conocido y que para mi era una persona capaz y de sensibilidad humana con valores y preceptos Politicos y Morales en mi caso perdio todas las condiciones que hacia mi respecta ya que un cuadro que cambia y recepta como que uno lo amenaza en una conversacion amena y con caracter de que entienda que los niños-jovenes cambian unos para bien, otros regulares, y otros para mal y esto es segun lo que uno haya sembrado y orientado por lo que pude constatar en el dia de hoy es que realmente existen todavia personas mediocres con animo de ver ha los padres que se preocupan u ocupan por sus hijos como personas sin valores, ni moral al contrario fui por canales pertinentes donde el MAESTRO me envia hacia el y el mismo como maxima autoridad de la escuela me toma de sorpresa ULTRAJANDOME y DESVALORIZANDOME COMO QUE NOSOTROS LOS PADRES QUEREMOS MANDAR EN LA ESCUELA Y CREO SE EQUIVOCO GRANDEMENTE, PRIMERO SOY PERSONA QUE POR MIS ALTOS AÑOS DE TRABAJADORA, MADRE SUPERPREOCUPADA EN TODOS LOS ASPECTOS Y LA VIDA COTIDIANA DE MI HIJO ME DEBE DE RESPETAR Y NO TENER EL BUROCRATISMO QUE TIENE QUE PARA DAR UNA RESPUESTA COMO MAXIMO DIRIGENTE DE UNA ESCUELA DEBA YO DE ESPERAR HASTA 3 DIAS NO LO CONSIDERO ASI, UNA ES QUE PREFERIMOS DISTORCIONAR LOS CAMINOS INCULCADOS HACIA NUESTROS HIJOS POR PARTE DEL COLECTIVO DE TRABAJADORES DE LAS ESCUELAS O ES QUE MI PIE EL CUAL SALIO TEMPRANO HA RESOLVER ALGO QUE NO ERA DE TANTA ENVERGADURA Y SE RESOLVIA EN UN SEGUNDO LO TENEMOS QUE DILATAR, SI PUDIERA DECIRTE CLARAMENTE MADELAINE Y PERSONALMENTE QUE SUCEDIO TE LO DECIA, Y EL LUGAR DONDE SUCEDIO PERO NO DEBO YA QUE ESTO YA LLUEVA SOBRE LO CASTAÑO OSCURO EN LAS ESCUELAS DE NUESTRA CAPITAL Y ES COMO DICE MI HIJO CUANDO TENEMOS VISITAS DE PROVINCIA, CONSEJO DE ESTADO, O GOBIERNO SOMOS EXCELENTEMENTE ATENDIDOS Y NOS ADORAN EN TODOS LOS ASPECTOS, PERO MAMA NADA MAS HACE SALIR LA VISITA Y SE ACABO EL AMOR A NOSOTROS/AS, ES CIERTO QUE EXISTEN NIÑOS/AS QUE DADA LA FORMA EN QUE VIVEN Y SE RODEAN SON DE ALMAS MATAR, PERO SI SE TRABAJARA BIEN CON DEDICACION Y AMOR, SIN GRITAR, NI MALTRATARLOS, NI HUMILLARLOS, LA BATALLA SERIA GANADA Y LA JUVENTUD COMO DICEN MUCHOS NO ESTARIA NI PERDIDA, NI DESORIENTADA.

Frank dijo:

25

9 de noviembre de 2015

14:32:27


"Sentido de pertenencia". cuidado, no en pocas ocasiones he visto en mi trabajo a alguien que CON SENTIDO DE PERTENECIA LEGÍTIMO hace una propuesta, dice algo que se seguro redundaría en beneficio del trabajo y el jefe lo frena y hasta problemas se ha buscado, la solución la hemos encontrado en que cuando surge una idea o un planteamiento que vale la pena atenderlo le vamos dando la vuelta para que la bestia del jefe crea que es a él al que se le ocurrió y así lo tenga en cuenta, ¡¡¡¡¡¡Tremendo "sentido de pertenencia" que tiene este jefecito!!!!!!!!

ANA dijo:

26

10 de noviembre de 2015

09:25:55


EXCELENTE TRABAJO MADELAINE, HAY BASTANTE TELA POR DONDE CORTAR, DEBIERAN AUTORIZARTE HA SALIR POR LAS CALLES COMO PERIODISTA CON EL MAYOR RESPETO A LOS DEMAS QUE LO SON TANTO COMO TU EXCELENTES PARA RECOGER OPINIONES DEL PUEBLO, AUNQUE MUCHOS ACA TIENEN MIEDO HA ENFRENTAR LA VIDA Y DECIR LO QUE SE SIENTE Y SE PADECE, YO QUISIERA ENCONTRARME CON ALGUIEN DE USTEDES O CONTIGO PERSONALMENTE Y CREO QUE CONMIGO SOLA HARIAS UN DOCTORADO, PORQUE LA QUE HE PASADO DESDE QUE TUVE HA MI HIJO PASADA DE EDAD Y DEMASIADO RIESGO LA VIDA ME CAMBIO PARA SIEMPRE, YA QUE SE DICE TENERLO, PERO LO DIFICIL ES MANTENERLO, CUIDATRLO, ENSEÑARLOS, GUIARLOS Y QUE A SU VEZ YA ERES UN ESTORBO EN TU CNETRO DE TRABAJO MAS CUANDO TIENES UN HIJO CON PROBLEMAS SERIOS DE SALUD, PERO CUMPLES, PORQUE EL FUTURO DE EL ESTA EN MIS MANOS Y EL SIGUE LUCHANDO PARA SER ALGUIEN EN SU VIDA. EN FIN ESPERO ALGUN DIA ENCONTRARNOS Y ESTUDIEN LA POSIBILIDAD DE SALIR HACIA LAS CALLES Y BUSCAR OPINIONES DE LAS PERSONAS......................

Raul Hernández dijo:

27

10 de noviembre de 2015

10:45:10


Un excelente trabajo de una excelente periodista. el sentido de pertenencia nos hace poder construir un pais mejor. de acuerdo con el articulo.

Raul Hernández dijo:

28

10 de noviembre de 2015

10:46:15


Un excelente trabajo de una excelente periodista. el sentido de pertenencia nos hace poder construir un pais mejor. de acuerdo con el articulo.

jpuentes dijo:

29

10 de noviembre de 2015

11:09:31


EL sentido de pertenencia pasa por sentirse feliz donde uno se encuentre y que las personas que te rodean hagan que tu te sientas feliz.

Roberto dijo:

30

10 de noviembre de 2015

12:50:00


Ud. pudiera pensar que estoy atacando su escrito. Fíjese que empecé diciendo que era bueno. Pero sin llamarnos al engaño o a la autocomplacencia todos sabemos que el país se encuentra en un estado crítico de nuestros valores, claramente sin querer generalizar, pero como dice el refrán la excepción confirma la regla. Ayer mismo iba en un P!6 hacia Santiago de las Vegas, la cual iba repleta. El chofer tenía puesto una grabadora a toda voz, con regueton, y nadie, absolutamente nadie, incluyendo agentes del orden, pararon aquello y la música seguía. Entonces de que sentido de pertenencia estamos hablando cuando nadie “ataca” lo mal hecho”, nadie enfrenta a nada ni a nadie y pregunto ¿por qué sucede esto?. Si las personas ven que la autoridad no hace nada entonces la gente se pregunta, que queda entonces para nosotros. Con que moral llego y le digo al chofer que por favor baje esa música. De todas formas, lo que si le puedo decir es que estoy totalmente convencido que más temprano que tarde todo eso va a cambiar, como dicen los sabios “no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista”.

Mayra Lujan artiles dijo:

31

10 de noviembre de 2015

12:59:57


Miren yo aun padezco de ese sindrome que se llama sentido de pertenencia pero de verdad se me caen las alas del corazon cuando veo por todos lados a la señora indolencia, resulta que vivo frente al cardiocentro Ernesto Che Guevara en la ciudad de Santa Clara y el sabado 7 hicieron una poda de matas en el propio Hospital y las personas encargada de dicha poda pusieron enfrente de mi domicilio todo el yerbazal que podaron, se les llamo la atencion pero hicieron caso omiso solo dijeron que cumplian orden, la cuestion del asunto es que desde el mismo sabado pululan jabas, ropas viejas y nylon creandose o queriendose crear un microvertedero, entonces ¿Como quedo yo?.......Esto lo comento por si algun dirigente de dicha institucion lo lee al menos se sienta ruborizado por tan indigna actitud.

Karel dijo:

32

10 de noviembre de 2015

22:22:27


Resulta irónicamente interesante, y en gran medida incrongruente, cómo este artículo del sentido de pertenencia, relacionado sobre todo con el ámbito laboral o profesional, ha recibido comentarios de cosas que son muy específicas y a mi modo de ver no tienen prácticamente nada que ver con el problema tratado por la periodista. De paso también va viéndose la labor de los moderadores, aunque no es su trabajo rechazarlo todo, por supuesto. Ampliando la visión y las escalas, ciertamente el sentido de pertenencia pasa también por todo aquello que el Estado Cubano compra y pone a disposición de los ciudadanos, como es el caso de los ómnibus urbanos, mencionado por Roberto (30). Pero ahí vamos a lo que se debatió en otro artículo, si no recuerdo mal también de Madeleine Sautié. ¿Se corresponde el sentido de pertenencia sobre las guaguas, con las acciones que deben tomarse contra los choferes cuasi delincuentes que atormentan al público con sus maltratos de toda clase y su anti-música? ¿O esto es una acción que debe estar en la competencia de los agentes del orden, o sea, de la policía, que parece no tener suficiente sentido de pertenencia sobre el transporte urbano y no hace prácticamente nada al respecto? Una vez más, vayamos al meollo de quiénes son los encargados de cada situación y acción de respuesta. Y por favor, concentrémonos en el tema del artículo. Saludos.

Beatriz Andrés Castellanos dijo:

33

11 de noviembre de 2015

08:04:08


?Y qué decimos del presentismo, esa lacra del mundo laboral que nos hace disfrazar la mediocridad con horarios de llegada y permanencia en el puesto de trabajo? Esta es más acuciante aún en esos Centros de Trabajo donde se cobra una estimulación en divisa, que se da en su totalidad, o se quita, en función de la asistencia y puntualidad, y no de los resultados alcanzados y el aporte al logro del objetivo colectivo. Merece la pena estudiar ese capítulo del mundo de lo laborar y hacerle, como al sentido de pertenencia, una disección concienzuda.

Tony López Iglesias dijo:

34

11 de noviembre de 2015

08:37:07


Estimada Madeleine: Un saludo muy respetuoso para usted, deseándole entre otras cosas que tenga un bello día; Leo sus escritos regularmente, me gustan por la manera en que los enfoca; como dijo nuestro Martí: Criticar no es morder, ni tenacear en la áspera picota. Criticar es señalar con noble intento el lunar que oscurece la obra bella. Dejarle claro que no solo me gustan por la manera en que los enfoca, delicada, pero profunda, con respeto, pero realista, también comparto sus puntos de vista. El amor por lo que hacemos, lo que hacemos para contribuir con nuestro granito de arena a esta impostergable y necesaria obra, genera en nosotros SENTIDO DE PERTENENCIA. LO QUE HACEMOS CON AMOR Y SENTIDO DE PERTENENCIA, motiva, convoca, arrastra a los demás a seguirnos en ese empeño, ha esto lo llamo la filosofía del ejemplo, a esta la he vivido desde que nací, en mi propia casa, luego la enriquecí en la escuela, en el centro de trabajo, siempre ha habido quienes nos aportaron algo positivo en este sentido. Tampoco puedo dejar de señalar la aprendida e interiorizada, la que han dejado en nuestras vidas los innumerables luchadores muertos y vivos de nuestra patria, y en especial Fidel y Raúl. Si hay un país donde hay para aprender y para llevar a otros lados del mundo, por miles de toneladas, esa es CUBA, ¿Entonces que pasa hoy con esta NECESARIA CUALIDAD HUMANA? Lo que veo en muchos lados, lo que escucho en la calle, lo que esta primando es que la filosofía del ejemplo que esta perdurando no es la buena, en muchos lugares lo que actúan de aquella manera se convierten en un freno y como resultado son desplazados o sustituidos por los “jefes actuantes”, y me he preguntado mil veces, si estos nuevos jefes actúan de esa manera, ¿Por qué no son sustituidos?, será que aún no nos hemos percatado que se han alejado de nuestro proyecto social, o le estamos asiendo el juego a estos futuros lidercillos de la “glasnost cubana”. Estimada, bella y hermosa periodista, la gente se desilusiona, no porque no sean luchadores, los cubanos somos luchadores por naturaleza propia, esta demostrado que los cubanos sabemos y no queremos otro sistema político y social, lo que aspiramos, lo que deseamos es a mejorar el que tenemos, a mejorar nuestras condiciones de vida, la vida se vive una sola vez, y hay que luchar por vivirla lo mejor y mas honrada posible, pero se desmotivan porque en muchos casos valoran el actuar de una parte importante de nuestra sociedad, los que deciden, los que mandan, los que dirigen, en fin, los cuadros, Los que representan al estado, al gobierno, o a sus instituciones políticas y sociales. Puedo decirle que es muy difícil comprender que un “un cuadro” de esa característica dure tanto tiempo en un cargo, haga tanto daño, y al final, figese bien, al final le tiran la toalla para que no salga como tiene que salir, o estique para arriba, el y la camarilla que los rodea, porque esta gente se rodean inmediatamente que llegan a los cargos de "leales subalternos". En Cuba, lo sabemos todos los cubanos hay un sistema de control sobre los cuadros, ¿entonces que pasa?..

Lisbeth dijo:

35

11 de noviembre de 2015

10:18:00


muy interesante su tema; me gusta mucho con lo q has culminado

Madeleine dijo:

36

11 de noviembre de 2015

10:50:36


Mucho ha dado de que hablar este trabajo que intenta acercarse al llamado Sentido de pertenencia —puesto que es mucho más que lo que queda resumido en esas pocas líneas— y mucha tela por donde cortar… lo que me satisface infinitamente porque aun cuando parece que la indolencia nos come la reacción de ustedes (contraparte indispensable de todo trabajo nuestro) es una muestra de que sí nos importa el concepto y sí lo queremos en nuestras vidas. Sentido de pertenencia es también todo lo que ha dicho cada uno de ustedes, a su modo y desde sus experiencias, es lo que hizo escribir a Vladimir Maiacovski uno de los más hermosos poemas inspirado en el amor propio y en su país cuando entregó a la literatura universal los Versos sobre el pasaporte soviético, en supuestas circunstancias en que se miró con desprecio su pasaporte escarlata y con sumisión y adulonería otros como el inglés y el norteamericano. (Yo, como un lobo, mordería al burocratismo, a las credenciales, no les tengo respeto. ¡Que se vayan, todos al diablo, cualquier papel, pero éste!… Yo saco, del bolsillo, de mis enormes pantalones, un duplicado del pasaporte-, carga de poco peso. ¡Leed, envidiadme! Yo soy ciudadano, de la Unión Soviética.) Es incluso el amor por el colectivo al que pertenecimos un día, aunque ya no estemos en él, a lo que hicimos dándolo todo, aunque ya no es lo que hagamos, a la escuela en la que nos formamos, a la tierra donde dimos nuestros primeros pasos y la que escuchó nuestro primer llanto. Es ese estado de permanente intercambio entre lo que damos y lo que recibimos. Ese indisoluble engranaje que sucede cuando el centro, lugar, grupo… nos necesita y a la vez nosotros necesitamos de él. Claro que el concepto enlaza con otros tópicos muy bien definidos en sus respectivas palabras y que reclaman todo aquello que lo afecta. También sobre eso les comparto en breve mi opinión. Mis saludos para todos, y mis deseos de que algo hagamos con decirlo, con compartirlo, con contribuir en algo a sembrar este sentido esencial para pasar por la vida del modo más digno posible.

roque dijo:

37

11 de noviembre de 2015

11:31:41


pienso que es cierto que el papel del líder es vital, en un colectivo donde el jefe hace a todos participes de los logros y promueve en todo momento la superación profesional de cada cual es mucho mas fácil tener este sentimiento (el convite del que habla Madeleine). Yo tengo la enorme dicha de pertenecer a un centro (Instituto de Hematología) donde la inmensa mayoría del colectivo tiene sentido de pertenencia y eso es algo que no solo se siente sino que se palpa. la mayoría de sus trabajadores (en un centro de salud publica, donde la remuneración económica ni las condiciones materiales son las que priman), llevan mas de 20 anos o hasta 30 algunos y desde los profesores mas encumbrados hasta los residentes en formación sienten que la institución les pertenece a cada cual. debe ser muy triste estar en un lugar al que no se pertenece y concuerdo con made, no podemos cruzarnos de brazo, si no hay un líder que compulse, cualquiera debe tomar la iniciativa y empezar a sumar conciencias. se agradecen estos artículos.

Roberto dijo:

38

11 de noviembre de 2015

12:08:31


He podido apreciar que lamentablemente no se está mostrando respeto a los criterios en los comentarios. El Co. Raúl en reiteradas oportunidades nos ha planteado "que debemos de aprender a convivir con nuestras diferencias". Respetemos eso y todos seremos felices.

Madeleine dijo:

39

11 de noviembre de 2015

12:37:08


Junto con los criterios que se suman al concepto de sentido de pertenencia, muchos buenos cubanos han comentado sus preocupaciones en torno a aquellos flagelos que impiden que este necesario sentimiento se enraíce y dé sus frutos dulces, que es a fin de cuentas lo que se busca, pues los ácidos cuelgan precisamente cuando el sentido está ausente. Muchas personas hablan con razón aquí de todo aquello que te tumba las alas del corazón cuando quieres trabajar bien y te tienes que enfrentar a la mala leche de no pocos dirigentes o personas a las que tienes que ver, o a la incompetencia o a los caprichos de gente de corta vista mental, a la predisposición de alguno que ejerce su abuso de poder para resquebrajar la imagen de algún compañero… Como dice Joan “¿Por qué hay que convertir en enemistades personales a los problemas de trabajo, cuando su solución apunta al bien común y al cumplimiento de las misiones proclamadas como propias por el centro y su Ministerio?” Tamara habla de que “la gente tiene la cabeza en otras cosas, y es precisamente el sentido de pertenencia lo que menos importa” y también tiene razón, y creo que entre las cosas a las que se refiere ella con eso de que la gente anda pensando en otros asuntos está lo que explica brillantemente Karel (que a juzgar por el cuidado de su prosa y la profundidad de sus comentarios, sobre todo en los temas internacionales de este diario se manifiesta como un verdadero ensayista). Claro que la vocación y la economía son indicadores que apuntan a que el sentido de pertenencia aflore, pero ya el asunto de haber hecho o no una buena elección respecto a la vocación es algo más personal. Y claro que la economía, dígase la solvencia, es un indicador que favorece a la formación de ese sentido, aunque complejo como es el asunto, hay quienes tienen la suerte de trabajar en un lugar donde son bien pagados y poco les importa el logro colectivo, sino solo cumplir para que no les falte la moneda dura en el bolsillo. Conozco colectivos bien remunerados económicamente que constituyen una verdadera familia y otros con las mismas condiciones económicas cuyos miembros se piden la cabeza. Se trata de calidad (o falta de) humana. Y otros que con salarios irrisorios echan para adelante un proyecto porque a veces con solo poner un poco de empeño puede hacerse y resulta incluso mucho más incómodo no hacer nada que echar a andar los resortes. (Claro que en nada contribuye que el salario no les sufrague los gastos esenciales y que es harina de otro costal) Tony, con las miserias humanas tenemos que convivir, a veces se extienden y tocan fondo, a veces esos jefecitos de los que habla están respaldados por otros jefecitos que a su vez tienen quien les cubra las espaldas porque estos guardaespaldas les han “resuelto” grandes favores que corren a cargo del Estado. Se llama sociolismo, así con O, oportunismo, y corrupción. Pero no existen fórmulas para extraerlas de un tratado. Tenemos que encontrarlas nosotros en el combate diario, sin cansarnos jamás. Si nos cansamos entonces sí estamos perdidos. Mis saludos nuevamente.

ACMB dijo:

40

11 de noviembre de 2015

15:20:22


Roberto (38) con el mayor respeto al parecer usted es de los que los JEFES CUANDO LO HUMILLAN, SE ARRASTRA O ES QUE AUN TIENE UNA VENDA DE LA QUE NO PUEDE ZAFARSE, O SEGURAMENTE UN JEFE, QUE AL PARECER LAS OPINIONES LE AFECTARIAN GRANDEMENTE EN SU PUESTO Y CONDICIONES DE VCIDA............