ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

Los perros del vecindario ladran más de lo habitual. “Están alborotados” —dice alguien—, pero el alboroto pica y se extiende. Ahora se escuchan chillidos y “gritos” de dolor. Hay que asomarse para ver.

La escena es escalofriante. En un espacio que puede verse desde la puerta de varias casas, un adolescente, bien conocido en el barrio por andar desde chiquito metido en fajatiñas, “enchuchando” a los amiguitos para que se vayan a las manos y haciéndole decir a la madre que no sabe qué hacer con él, azuza a un cachorro de stanford para que desbarate a un perro sato que tiene, además, la mala suerte de haber sido amarrado hasta que su dueño regrese.

Puede pensarse que el joven actúa sin espectadores, que se esconde para provocar tamañas crueldades, pero no es así. Para él es titánica su exhibición. Dos niños de menos de diez años de edad observan con una risa nerviosa el terror del animal en desventaja y podrían estar “copiando” las “proezas” de provocador, pues se sabe que los pequeños buscan sus referentes muchas veces en personas de estas edades.

Algunos cierran la puerta, porque llamarle la atención al muchacho es un lío seguro con la familia “que se las trae”; otros, alegando que estamos perdidos o como si presenciaran actitudes similares por primera vez, alcanzan a decir que el mundo está de cabeza; otros más cercanos aún a los hechos, como las madres de los que participan, ni se dan por aludidos.

¿Será que no merece la pena combatir con todas las energías posibles estas tristes escenas que sin ser recurrentes se dejan ver, aunque no lo quisiéramos, en nuestras comunidades? ¿Acaso no somos todos responsables de un mundo donde se necesitan el amor, la solidaridad y la dignidad plena del hombre, que no son posibles, entre tantas cosas, si a ellas asoman la insensibilidad y el placer por provocar el dolor ajeno?

¿Cómo podrá resolver en su cabeza el adolescente —que en breve será joven y adulto— la bifurcación entre el amor a la naturaleza, que es amar además al hombre mismo, y el disfrute al presenciar animales, similares a sus mascotas, desangrándose y cayendo finalmente deshechos por las mordeduras feroces de sus contrincantes? ¿Le enseñará a sus hijos —cuando les pidan, como hacen casi todos los pequeños, tener un perrito— que lo cuide y  lo alimente? ¿Será que acaso le dirá que use el animal para defenderse ante un desencuentro con sus amiguitos?

No debe ignorar nadie que prácticas como las peleas de perros  —sucias no solo por la vileza de quienes las suscitan al entrenar un animal para asesinar, sino también  por el negocio ilícito que tras de ellas se esconde— pugnan por convertirse hoy en un “hobby” que “endurece” y deprava no solo a quienes las propician sino también a quienes las contemplan.

Esos supuestos “endurecimientos” que algunos equivocados consideran necesarios en el niño varón, son responsables, después, del grito, cuando es mejor hablar; del golpe, cuando es mejor gritar; del palazo, cuando un simple, y a veces necesario, empujón puede “resolver” sin llegar a más el incidente.

¡Cuántas lágrimas podría ahorrarse la familia evitando que los más pequeños contemplen páginas de vida como estas! ¡Cuántas, estando pendientes de lo que hacen sus hijos adolescentes! La misma familia donde puede haber personas que protagonizan estas vergüenzas humanas; la misma que muchas veces se desentiende de lo que pasa a su alrededor y recibe como un bumerán, en agresiones de las que son víctimas sus propios hijos, las consecuencias de virar la cara o cerrar la puerta.

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Cosita dijo:

21

24 de abril de 2014

10:04:27


Estoy muy de acuerdo con todo l antes descrito todos somos responsables de educar y educar en valores a las nuevas generaciones, pero esto no es más que un espejismo de esa familia. Siento triste por eso pobres animales que aunque así los describió la naturaleza para diferenciarlos de la raza humana también son seres vivos que merecen amor tranquilidad y un hogar feliz. Ellos (los perritos llegan a ser más educados, cariñosos y respetuosos que esos malcriados adolescentes.

patricia dijo:

22

24 de abril de 2014

10:09:27


Este tipo de acciones horribles e incivilizadas se deben castigar con la ley, La educación por supuesto además.

Pepe Machete dijo:

23

24 de abril de 2014

11:00:56


En muchos países eso es crueldad animal y se paga con muchos anos de prisión , yo conocí a alguien que fue deportado a su país natal por poner a pelear un Gallo.

Madeleine dijo:

24

24 de abril de 2014

12:20:26


Es fabuloso lo que nos cuenta Dubiel, esos son los niños nuestros, los que en su mayoría aman a los animales, los que piden a sus padres tener una mascota, los que lloran cuando se les muere. No me asombra eso que usted nos cuenta. Confío en la bondad de muchos humanos aunque los haya bárbaros e indignos de la especie, los que son capaces de violar, de torturar y matar y después dormir tranquilos. Esos niños que usted describe son los mismos que están en las páginas de Juan Ramón Jiménez cuidando a Platero o llorando por el asesinato del perro sarnoso a manos del guardián. Por eso no puede sernos indiferente la injusticia. Martí nos enseñó que ver en calma un crimen es cometerlo. Gracias a los lectores. Muy feliz de poner tener estos intercambios.

Kariel dijo:

25

25 de abril de 2014

12:37:09


Excelente artículo!!!! La felicito a usted por su profesionalidad al escribir y por su belleza

claudio dijo:

26

25 de abril de 2014

20:40:49


hola eres linda.

Yeini dijo:

27

2 de mayo de 2014

09:57:31


indiscutiblemente la familia de hoy en dia no está haciendo su trabajo estamos criando fieras

Guantanamera dijo:

28

2 de mayo de 2014

11:38:18


Esta criminal acccion se ve a diaro en nuestra sociedad pero concidero que todos somos un poquito culpable de lo que esta ocurriendo ,no obstante se esta haciendo un llamado a combatir las indisciplinas sociales ,debemos de luchar y combatir lo mal hecho es grande el trabajo,queda mucho camino por recorrer debemos de ser mas fuertes y ciombativos ante lo mal hecho

onelia dijo:

29

2 de mayo de 2014

18:01:03


Me gusta ver como usted se ha preocupado por algo q, hace anos viene sucediedo en cualquier provincia de Cuba sin que el abuso por estas mascotas (perros y gatos) sean de interes social ni instituciones q, se ocupen de sancionar con leyes furte atodo el q, maltrate a estos pobres animales, el mejor amigo del hombre es el perro, con q, carino nos mira y con q, alegria cuando ven llegar a sus duenos,por favor campanas contra este abuso hasta q, llege a oidos receptivos y con poder de hacer leyes q, castiguen este abuso q, no es mas que un crimen.no mas abuso contra lo animales,hagan campana,propaganda a sumarse contra el abuso, no vivo en Cuba pero me sumo .

onelia dijo:

30

2 de mayo de 2014

18:12:54


Campanas,leyes,castigos Fuertes a los que tengas abusos contra los animales,q, se les haga pagar multas,no se concibe una sociedad q, permita el abuso contra estos indefensos animales, (el perro el mejor amigo del hombre) igual yo precencie en Camaguey como le daban golpes a los caballos q, tenian los cocheros para transportar personas una vez el dueno le dio tanto palo, pq, el caballo no podia caminar, q, cayo muerto.