ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Jóvenes palestinos acogidos en Cuba compartieron con los demás presentes en el acto. Foto: Angulo Leiva, Jorge Ernesto

«El genocidio contra el pueblo palestino representa una herida abierta en la conciencia de la humanidad. Más allá de una guerra, constituye un exterminio a los ojos del mundo, producto del fascismo que pensamos derrotado en el siglo XX y otra vez nos amenaza», consideró, en el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, su presidente y Héroe de la República Fernando González Llort.

Sostuvo, en el acto político-cultural por el Día de la Tierra Palestina, que levantarse por ese país equivale a hacerlo por todos los oprimidos y expuso su fe: «el régimen sionista nunca matará la resistencia y David vencerá a Goliat».

La conmemoración nos remite al 30 de marzo de 1976 cuando más de 5 000 palestinos denunciaron un nuevo intento de apropiación ilegal de su territorio. Las fuerzas sionistas respondieron con brutalidad y provocaron un saldo de seis fallecidos, decenas de heridos, detenidos, desalojados, recordó el miembro del Buró Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas, Yaliel Cobo Calvo.

«Esta historia ocurrió hace 49 años, pero está presente cada día. No hay una familia en Gaza sin, al menos, un muerto, prisionero o mutilado, mientras la prensa hegemónica calla cínicamente y el gobierno de Estados Unidos sostiene las armas disparadas por Israel», condenó a raíz de la masacre agravada a finales de 2023.

Desde la violación del alto al fuego acordado a inicios de 2025, asesinaron a más de 400 personas e hirieron a cientos de ellas; a la par, limitan el acceso a servicios básicos como el agua potable para alrededor de 600 000 ciudadanos. El líder juvenil sentenció que «defender a ese heroico pueblo es un deber moral ante la historia y callar ante la injusticia, un acto de complicidad y cobardía.

«Exigimos el levantamiento del bloqueo, el respeto a la tregua y al derecho de vivir en paz, con Jerusalén Oriental como capital palestina. Compartimos un sentir, una historia y un futuro de esperanzas; alzaremos nuestras voces siempre. Como escribió el poeta Marcos David Fernández: “Cada vez que en Gaza/ los hogares se derrumban/ me parece que le tumban/ las paredes a mi casa».

La fecha presenta una oportunidad para reafirmar la conexión con la tierra, tanto de los palestinos residentes en los territorios ocupados como de los miembros de la diáspora. Así lo cree uno de los tantos hijos de ese suelo que encontraron en Cuba la mano extendida: Mohammed Bheisi, estudiante de quinto año en la Facultad de Ciencias Médicas Manuel Fajardo.

Resaltó la ironía de la práctica del terrorismo de Estado como un método del imperialismo, justificado con el pretexto y el disfraz de la lucha contra el terrorismo. «La violencia crea cicatrices profundas en el tejido social; sin embargo, en medio de este caos existen historias de resistencia.

«Convoco a todos los libres del mundo a elevar las voces para finalizar el genocidio, esta crisis humanitaria. La comunidad internacional debe abogar por una solución justa y duradera, a partir de reconocer nuestros derechos», solicitó Bheisi en nombre de los suyos.

Otro país sometido a un colonialismo secular, Puerto Rico, comprende con mucha sensibilidad el sufrimiento palestino. Esta jornada, además de manifestar la solidaridad hacia esa causa, le permite reivindicar su propia lucha.

«Nosotros, como Sahara Occidental, las Malvinas, poseemos un denominador común: los opresores que pretenden impedir el gran sueño de edificar nuestro Estado», señaló en exclusiva a Granma el intelectual boricua Julio Muriente Pérez, copresidente del Movimiento Nacional Independentista Hostosiano.

En conversación con él, a la salida del acto, el señor Majed Abu Al Hawa, encargado de negocios de la Embajada de Palestina en Cuba, aseguró que hoy su nación representa una tercera ala en esa gran ave de amistad entre la Isla del Encanto y la Mayor de las Antillas.

El arte liberador, capaz de romper muros de silencio y movilizar a las personas hacia la justicia, contó con momentos estremecedores como el poema «Tierra palestina, alma eterna» que vibró en la voz de Samar Al Ghoul. El trovador Reinier Valdés le pidió a dios que la guerra no nos sea indiferente porque «es un monstruo grande y pisa fuerte toda la pobre inocencia de la gente».

Acompañaron esta manifestación de rebeldía y hermandad la miembro del Buró Político y secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas, Teresa Amarelle Boué; el jefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Emilio Losada García; así como los mencionados Fernando González Llort y Majed Abu Al Hawa.

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