Brazzaville, República del Congo.–Fue una trascendental visita del Comandante Ernesto Che Guevara a este país hermano, en la década del 60, la que marcó el inicio de la contribución cubana a los movimientos revolucionarios de África. No fue solo un acto de apoyo militar, sino también un gesto de profunda identificación con la lucha por la independencia de los pueblos oprimidos.
En la onu dijo una vez: «Los pueblos de África están obligados a soportar que todavía sea oficial en el continente la superioridad de una raza sobre otras, y que se asesine impunemente en nombre de esta superioridad. ¿Las Naciones Unidas no van a hacer nada para impedirlo?».
Jorge José Hadad Capote, especialista de la Dirección de África Subsahariana del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex) de Cuba, recordó la importancia de haber seleccionado a Brazzaville, la capital de la República del Congo, como la sede de cinco de las 13 rondas de negociaciones que condujeron a la firma del Protocolo que definió los términos de la paz en Angola, la independencia de Namibia, y que asestó un golpe definitivo al régimen del apartheid.
Con los años, la Mayor de la Antillas ha mantenido un compromiso constante, sincero, sólido y renovado con la hermana nación, que trasciende fronteras geográficas y culturales. Así, miles de médicos, educadores y técnicos antillanos han trabajado aquí, contribuyendo al desarrollo social y humano.
«Estos lazos tienen muchos calificativos. Todos son buenos. Se llaman relaciones ricas, históricas, fraternales. Otros las califican como relaciones con estrechos lazos de sangre, historia, cultura, de amistad y solidaridad permanentes», argumenta el especialista del Minrex.
Son estas razones suficientes para considerar como estratégica la visita oficial que realiza aquí el miembro del Buró Político y primer ministro, Manuel Marrero Cruz, una nación con la cual se establecieron relaciones diplomáticas hace más de 60 años, fortalecidas bajo la guía del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, quien estuvo siempre muy cerca del continente africano.
SOLIDARIDAD Y RESILIENCIA
Más de 10 000 kilómetros separan a Cuba de la República del Congo, situada en el centro de África y con una población de más de seis millones de habitantes.
Al decir de Hadad Capote, «regresamos a visitar un país de hermanos, de amigos, en el cual se identificarán nuevas opciones de cooperación».
Cuba ha formado más de 3 000 profesionales de la Salud y de carreras técnicas de la nación africana, y por varios años ha tenido una presencia constante, fundamentalmente en la atención médica a su población, junto a profesionales congoleses formados en nuestra patria.
Los intercambios de delegaciones políticas han fortalecido los nexos bilaterales con una nación que apoya incondicionalmente a Cuba. Se recuerda, por ejemplo, la presencia del presidente Denis Sassou Nguesso, en tres ocasiones en nuestro país, la última en el homenaje póstumo al Comandante en Jefe, en Santiago de Cuba, cuando calificó a Fidel como una de las figuras más importantes del siglo XX. «Se quedará por siempre el símbolo de Fidel, creo que esa es la principal enseñanza que él deja», expresó.
También «es muy significativo el discurso del representante de la República del Congo en las Naciones Unidas, el año pasado, cuando dijo que no quería concluir su intervención sin referirse a una situación que continuamente nos interpela, y ante la cual moralmente no podemos quedarnos de brazos cruzados», contó Hadad Capote.
Fue «una forma muy solidaria de entender el impacto que tiene la política de sanciones económicas, comerciales y financieras de Estados Unidos contra Cuba en más de 60 años.
«Además, el Congo ha sido muy solidario desde que estábamos reclamando el regreso de nuestros cinco compatriotas, y en las dos últimas ocasiones en que se ha votado el proyecto de resolución de la Unión Africana contra el bloqueo, ha apoyado no solo nuestra demanda, nuestra solicitud de que se levante esa criminal política, sino también la exigencia de que nos saquen de la espuria lista de Estados que supuestamente patrocinan el terrorismo».
Como parte de ese lugar especial que ocupa nuestro pueblo en el corazón de los pueblos de África, Cuba y el Congo abonarán con nuevos bríos la hermandad, el internacionalismo y la cooperación, por el presente y el futuro.
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