Los buenos árboles –como reza un hermoso refrán– perfuman incluso al hacha que los hiere. Así ha sucedido y sucede con Cuba que, en todos estos años de Revolución ha sido capaz de dejar, ante los ojos admirados y adoloridos del mundo, trazas de su gigantesca humanidad, de su hermosa resistencia, en la hoja afilada del imperio que la golpea con saña y sin los resultados soñados.
Es una larga historia, marcada por la injusticia y por el odio, en la cual se ha llegado al colmo de invertir los papeles: la víctima –en este caso Cuba– va a parar a una lista de países supuestamente terroristas; los verdaderos asesinos siempre han andando sueltos; y los ejecutores del terror levantan un dedo acusador cuyo cuento –gran negocio– nadie se traga, aunque algunos tengan miedo de confesarlo.
No puede esperarse mucho en el convulso panorama planetario de hoy, pero la Revolución Cubana sabe lo que es dar batalla por la verdad y por lo digno, a pesar de todas las tempestades. Esa lucha es su esencia. Y esa esencia explica que, en un nuevo podcast Desde la Presidencia, con el título de Terroristas ellos, el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, haya expresado:
«Como todos hemos estado observando, en las últimas semanas el mundo parece girar alrededor de la nueva administración estadounidense y sus órdenes ejecutivas, que parecen no tener fronteras».
«En el caso de Cuba, una de esas primeras órdenes fue devolver al país más atacado por el terrorismo en el hemisferio occidental, a una lista mendaz, políticamente motivada, de supuestos patrocinadores del terrorismo».
El dignatario recordó que la Revolución triunfante sufrió su primer gran ataque terrorista «cuando compró armas para defenderse, en 1960. Y no las compró a la urss ni a ningún país del entonces Pacto de Varsovia, sino a países capitalistas europeos».
Habló en alusión a la voladura del vapor francés La Coubre, «uno de los atentados terroristas, dijo, más sangrientos perpetrados por la cia, aunque se niegue su esclarecimiento». Díaz-Canel recordó que, en ese sabotaje, murió más de un centenar de cubanos, entre estibadores, trabajadores portuarios y combatientes del Ejército Rebelde que custodiaban la descarga, y seis tripulantes franceses.
Sobre ese golpe, que dejó como saldo unas 400 personas heridas y más de 80 huérfanos, el Jefe de Estado enunció: «Creo que las nuevas generaciones necesitan conocer estos hechos, necesitan saber que no hay nada más cínico que la lista de supuestos patrocinadores del terrorismo», la cual «elaboran los gobiernos estadounidenses», y en la que incluyeron, excluyeron, y volvieron a incluir a Cuba «con una incoherencia tremenda».
Para hablar sobre quiénes son los verdaderos terroristas y por qué, el mandatario invitó al espacio del podcast «a dos amigos entrañables»: Gerardo Hernández Nordelo, un héroe que estuvo 16 años preso en Estados Unidos, «precisamente para evitar actos terroristas contra Cuba»; y «una diplomática muy joven, muy suspicaz, muy enérgica, que ha defendido a Cuba en varias tribunas internacionales»: Johana Tablada de la Torre, subdirectora general de la Dirección de Estados Unidos, del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.
¿El terrorismo contra Cuba es cosa del pasado?, preguntó el mandatario a Gerardo, y el Héroe de la República de Cuba afirmó que «es cosa del pasado y también del presente», que apenas triunfó la Revolución –y hasta posiblemente antes–, ya Estados Unidos estaba planeando cómo destruirla.
Él hizo referencia a los agentes que, desde muy temprano, fueron entrenados por la cia e infiltrados en la Isla, y denunció la impunidad con que han actuado organizaciones terroristas como Omega 7, «la más grande que ha habido en Estados Unidos». La historia llega hasta hoy –enunció Gerardo–; es desembozada, y los terroristas no se esconden para hacer sus convocatorias.
Díaz-Canel Bermúdez comentó a su interlocutor, y en clara alusión a René, Ramón, Antonio y Fernando –los otros cuatro luchadores antiterroristas que dieron batalla por la Patria hasta las últimas consecuencias–: «Sin embargo, a ustedes que estaban protegiendo a Cuba del terrorismo, y que estaban también ofreciendo un servicio para el mundo, los condenaron a cadenas perpetuas –como en el caso tuyo–, a condenas totalmente exageradas».
¿Con qué moral ellos van a poner a Cuba en cualquier lista, sobre todo si se trata de terrorismo?, reflexionó Hernández Nordelo. Y el Presidente cubano dedicó algunas ideas a razonar sobre el «dolor humano», sobre las huellas inolvidables que dejan los actos terroristas.
SOBRE LA LISTA DEL ODIO
¿Cuándo surgió la lista, qué objetivos persigue, por qué Cuba está en ella, y cuáles son los costos materiales y humanos? El Jefe de Estado extendió tales interrogantes a Johana Tablada, quien compartió desde el podcast varias reflexiones al respecto: La lista, dijo, surgió en 1979, a partir de una orden del Congreso de Estados Unidos. «Siempre ha sido una herramienta de política exterior y de coacción contra gobiernos», enunció la diplomática, quien dejó claro que quienes la manejan «están interesados en desacreditar» a los gobiernos, con fines de dominación.
En el caso de Cuba –explicó Johana– fue el Presidente estadounidense Ronald Reagan quien incorporó al país a la lista, en 1982: «Fue en una época convulsa en las relaciones internacionales, de agudización de conflictos este-oeste, de crecimiento de los movimientos de Liberación Nacional en América Latina». Entonces, dijo, Estados Unidos estaba «apoyando a las dictaduras principales de nuestra región».
No hubo razón alguna que vinculara a la Mayor de las Antillas a la comisión de actos terroristas, reflexionó la Subdirectora General de la Dirección de Estados Unidos, del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba. En su opinión, que un presidente –como hemos visto recientemente– retire a Cuba de la lista, y que días después otro presidente vuelva a incluirla, pone en evidencia que «la lista no tiene nada que ver con el desempeño de un país en la lucha contra el terrorismo».
Cuba –recalcó– es un país que no tiene absolutamente ningún tipo de vínculo con el terrorismo; «en Cuba nunca se han organizado ataques terroristas contra Estados Unidos, ni se ha utilizado nuestro territorio para realizar actos terroristas, ni se ha apoyado a organizaciones terroristas. Por el contrario».
En el caso de Estados Unidos, ese sesgo es mucho más escandaloso, cuando Cuba ha cooperado con ese país en el enfrentamiento al terrorismo, dijo Johana.
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Jose manuel egea valls dijo:
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18 de marzo de 2025
18:58:44
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