Luego de las recientes elecciones de Alemania, la centroderecha asciende al poder, con Friedrich Merz, del partido Unión Demócrata Cristiana, como nuevo Canciller, el más alto cargo del Gobierno.
Con más del 20 % de los votos, Merz y su partido, el mismo de cuyas filas salió en su momento Ángela Merkel, asumen el reto de liderar el Bundestag o Gobierno teutón, en uno de los momentos políticos y económicos más tensos vividos por la nación.
Y es que la llamada Locomotora de Europa tampoco escapa a las dificultades económicas que han llevado a grandes imperios como Volkswagen, el mayor grupo automovilístico del Viejo Continente, a la supresión de 35 000 puestos de trabajo en todo el país, así como a la contracción de su Producto Interno Bruto (PIB) en un 0,2 %, publicó RT.
En medio de opiniones divididas entre el pueblo germano, lo cierto es que, en materia de cifras, la gestión del actual canciller, Olaf Scholz, del Partido Socialdemócrata, constituye la más impopular de los últimos tiempos, con un índice de satisfacción de solo el 20 %, hasta el pasado mes de febrero.
Sin embargo, el gabinete entrante, liderado por Merz, también carece de un apoyo mayoritario, quien ha prometido en reiteradas ocasiones bajar los impuestos empresariales, reducir la burocracia, pero, además, recortar los beneficios sociales.
Bajo el liderazgo de Merz, el partido ha virado hacia posiciones más derechistas, y él mismo ha hecho declaraciones flagrantes durante la campaña, por las que se le ha calificado, en numerosos medios de prensa, como «el Trump alemán», sobre todo por sus duros pronunciamientos acerca de la inmigración.
Además, en pronunciamientos prelectorales el abogado corporativo dejó bastante clara su postura de apoyo al conflicto en Ucrania a partir del suministro de misiles Taurus a Kiev; una decisión que pondría a Berlín contra la pared en cuanto, al posible reinicio del suministro de gas ruso e, igualmente, en una postura de tensión con el nuevo inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, el cual ya ha declarado su «voluntad» de diálogo con Moscú para poner fin a la guerra.
En ese sentido, Merz criticó la política exterior de Washington y declaró que: «los estadounidenses, al menos los que están en el Gobierno actual, son en gran medida indiferentes al destino de Europa».
Los expertos aseguran que el modelo económico alemán, centrado en la energía barata y los mercados de exportación accesibles, ya no funciona. Tras haber renunciado a los recursos energéticos rusos y enfrentarse a una competencia cada vez mayor desde 2022, la industria alemana, especialmente la automovilística, padece recortes de producción.
A pesar de favoritismos u oposiciones, los comicios tuvieron una participación superior al 83 %, cifras históricamente altas, informaron las autoridades electorales, quizá reflejo de una necesidad popular de cambio, con el objetivo de rebasar la actual situación.
No obstante, el sistema político establecido en Alemania implica la formación de coaliciones de partidos que han obtenido votos suficientes para conseguir representación parlamentaria, por lo que uno de los mayores retos de Merz, más allá del actual panorama socioeconómico, es el acercamiento de posturas totalmente opuestas para, en primera instancia, poder formar un Gobierno.
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Leonid dijo:
1
2 de marzo de 2025
03:34:07
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