ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Hillary Clinton se ve favorecida por una mayor cohesión en las filas demócratas en respaldo a su candidatura, mientras que la dirección del equipo de campaña de Donald Trump ha sido inestable. Foto: AP

Dentro de 50 días habrá concluido el prolongado proceso electoral  y sabremos quién será el nuevo presidente de los Estados Uni­dos. Será elegido quien triunfe en un grupo de estados que le permita alcanzar la cifra de, al menos, 270 de los llamados «votos electorales».

Una valoración de las perspectivas de votación en los 50 estados y el Distrito de Co­lumbia, a partir del registro de las votaciones presidenciales desde las elecciones de 1992; de los promedios de las encuestas más confiables; de las características demográficas, políticas y sociales de la población de los estados y regiones; y de la organización de la campaña electoral por cada uno de los dos candidatos, apunta a una ventaja para Hi­lla­ry Clinton, en un final que pudiera ser muy disputado.

Las regiones de la costa oeste, atlántica central y Nueva Inglaterra constituyen el grue­so de la base electoral de Clinton, quien  tiene un firme y amplio respaldo en 14 estados que le aportarían 169 votos electorales; en otros seis estados (que suman 69 votos adicionales) hay una fuerte inclinación a su fa­vor. Necesitaría como mínimo otros 32 vo­tos para alcanzar la presidencia.

Para Trump el camino es un poco más escabroso; tiene respaldo sólido en mayor número de estados, dominando prácticamente toda la región al este del río Mississippi hasta las Montañas Rocosas y desde el Golfo de México hasta la frontera con Canadá  pero,  con excepción de Texas y Tennessee, son estados menos poblados, y en consecuencia con menor número de votos electorales. En 19 estados hay un sólido respaldo a Trump que re­presenta 131 votos electorales.

Hay otros ocho estados con posibilidades fuertes de ser ganados por Trump y le significarían otros 72 votos electorales, para un gran total de 203, por lo que requeriría 67 votos electorales adicionales para ganar la presidencia.

El núcleo del «campo de batalla» para conquistar los votos electorales que abran las puertas de la mansión presidencial lo conforman seis estados que en total representan 97 votos electorales y son los decisivos en la contienda: Florida (29 votos electorales), Pen­n­syl­vania (20), Ohio (18), North Carolina (15), Wisconsin (10) y New Mexico (5). Por el mo­mento, es Hillary Clinton quien tiene mayor apoyo electoral en esos estados o se encuentra, según las encuestas, en un virtual empate en los cuatro primeros, pero la situación se irá precisando con mayor certeza en las próximas semanas tanto por lo que reflejan las encuestas electorales como por las características étnicas y sociales de la población y la afiliación política de los votantes, sobre todo en los casos de Florida, Pennsylvania, Ohio y North Carolina.

Por tanto, estos comentarios no se pueden tomar como la última palabra ni como concluyentes, porque dependen de los criterios que se aplican al analizar la situación y los datos son muy volubles. Por ejemplo, un análisis de la AP (que en general tiene una línea editorial pro-Clinton) del 10 de septiembre, daba a Hillary Clinton como triunfadora en la contienda con 273 votos electorales frente a 191 votos de Trump, con 74 en disputa. Si­guiendo en esa línea de información, un co­mentario de la periodista Julie Pace (AP) del 12 de septiembre expresaba que para Trump ganar, debería conquistar los cuatro estados indefinidos de mayor peso: Florida, Penn­syl­vania, Ohio y North Carolina; esa es una posibilidad remota.  La opinión generalizada es que la actual dinámica electoral tiene a Hillary Clinton como la probable ganadora de los comicios.

Como se ha ido revelando durante estos meses, Hillary Clinton se ve favorecida por una mayor cohesión en las filas demócratas en respaldo a su candidatura y una mejor comunicación y coordinación entre su equipo de campaña y el Comité Nacional De­mó­crata. Ha logrado mantener un ritmo de recaudación de fondos más alto y tiene una mejor organización de la campaña electoral con apego a las fórmulas tradicionales, tanto en el nivel estratégico como en el táctico del  importante trabajo sobre el terreno para asegurar los votos y cuenta con más combinaciones de estados a ganar para alcanzar los 270 votos electorales necesarios.

En cuanto a Trump, la dirección de su equipo de campaña ha sido inestable; la organización del trabajo electoral en los estados sobre el terreno es débil,  desde el punto de vista de los activistas y profesionales políticos y está retrasada; no consigue unir las distintas facciones republicanas mientras que  relevantes personalidades republicanas se pronuncian públicamente en contra de la candidatura de Trump y un buen número de ellos anuncian su apoyo a la de Clinton; importantes grupos de apoyo financiero, como el formado por los hermanos Koch, rehúsan contribuir a los cofres electorales de Trump y  orientan sus donaciones y las acciones de los PACs y Su­perPacs por ellos controlados hacia los candidatos republicanos de los niveles inferiores.  El mayor triunfo que Trump ha podido mostrar es la carta de respaldo a su candidatura firmada el pasado 6 de septiembre por 88 generales y almirantes retirados del Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada, pero el efecto de ese apoyo es limitado y no es contrapeso a todos los otros rechazos recibidos.

La otra contienda que atrae la mayor atención es la elección de senadores al Congreso Federal. Están en juego, como sucede cada dos años, la tercera parte de los senadores (en este caso, 34 de los 100 escaños), de los cuales 24 están ocupados por republicanos, lo cual ofrece una buena oportunidad para que los demócratas intenten arrebatarle a los republicanos la mayoría que ostentan en esa cámara legislativa y para lograrlo necesitan derrotar a cinco de los republicanos que aspiran a la reelección y no perder ninguno de los escaños demócratas (bastaría con cuatro si Clinton fuera electa presidenta, porque en ese caso el vicepresidente Kaine asumiría la presidencia del Senado y su voto serviría para romper cualquier empate).

La atención está centrada en las elecciones de los senadores en Illinois, Indiana, New  Hampshire, Pennsylvania y Wisconsin, estados en los cuales los candidatos demócratas tienen posibilidades de derrotar a los titulares republicanos.

El único escaño demócrata vulnerable es el que ocupa actualmente el líder de la bancada senatorial demócrata, Harry Reid, quien decidió no aspirar a la reelección y ha sido reemplazado en la boleta por la exfiscal general del estado, Catherine Cortez Masto. También se centra la atención en la aspiración de última hora del republicano  Marco Rubio a su reelección por Florida. Los pronósticos apuntan a la posibilidad de que los demócratas alcancen la mayoría del Senado con uno o dos escaños de ventaja.

Hay dos otros factores que tendrán in­fluencia en la contienda durante las próximas semanas. La primera es de carácter mediático: los tres debates presidenciales, el primero de los cuales tendrá lugar el  lunes 26 de septiembre en Wright University en Dayton, Ohio; los otros dos serán el 9 de octubre en Washington University en Saint Louis, Mis­souri y el 19 de octubre en University of Las Vegas-Nevada. Habrá también un debate vicepresidencial el 4 de octubre en Longwood University en Farmville University. Todos tendrán lugar en horario nocturno, de 9:00 a 10:30, horario del este. Estos serán los eventos que mayor atención mediática recibirán en el resto del periodo electoral.

El otro factor de importancia no es de ca­rácter mediático, pero tiene un efecto de mu­cho peso en los resultados electorales. Se trata de las votaciones anticipadas que están autorizadas en unos 35 estados más el Dis­trito de Columbia y que comenzarán por Min­nesota y South Dakota el 23 de septiembre. Se estima que hasta el 40 % de los votantes empleen esta modalidad. Ello representa una sustancial ventaja para Hillary Clinton porque su equipo de campaña, mejor organizado y preparado que el de Trump, está trabajando con fuerza para movilizar a estos vo­tantes. Ello le permitirá contar de manera adelantada con una valoración de la situación de la votación a su favor en algunos estados y po­der concentrar los esfuerzos y recursos en los estados más disputados del «campo de batalla», como son los casos de Florida, North Ca­rolina, Ohio y Pennsylvania.

Las votaciones anticipadas (que también incluyen los votos por correo o por personas que estarían ausentes de sus domicilios) es­tán estrechamente vinculadas a la intensa ba­talla que se libra en los tribunales con relación a las medidas legislativas o ejecutivas propias de cada estado que regulan los requisitos  para ejercer el voto. Por lo general, el Partido Demócrata defiende la eliminación de medidas restrictivas (por ejemplo, la exigencia de un documento de identificación con fotografía) argumentando que limitan  el derecho al voto de un alto número de ciudadanos negros y latinos de bajos ingresos, mientras que el Partido Republicano defiende estas exigencias alegando que tienen el propósito de im­pedir el fraude electoral.

En las próximas semanas pueden surgir acontecimientos o situaciones inesperadas que pudieran dar un vuelco a la situación elec­toral, tal como sucedió el pasado 11 de sep­tiembre cuando Hillary Clinton debió abandonar un acto en memoria de los caídos en los ataques terroristas al World Trade Center en Nueva York, pero ningún hecho de este tipo puede reemplazar a una valoración objetiva sobre cuál ha sido el desarrollo y cuál será el resultado final de la campaña.

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Orlando Chirino dijo:

1

16 de septiembre de 2016

23:32:25


Felicito al señor Sánchez-Parodi por este excelente análisis de las elecciones presidenciales generales que se avecinan. Deseo repetir y enfatizar lo que usted bien ha mencionado sobre los llamados electores. El pueblo no vota directamente por el presidente, sino indirectamente; el pueblo elige electores (miembros del llamado colegio electoral) y son estos electores los que eligen al presidente. Mucha gente vota en las elecciones presidenciales desconociendo esto. Los electores son personas escogidas por los partidos y no por el pueblo; estos son generalmente oficiales públicos de los partidos y gente “de confianza” de los partidos a los que las legislaturas estatales dan “el visto bueno” pues son estas las que regulan como se escogen los electores de acuerdo a las leyes de los estados. Este sistema no es nuevo; fue puesto en la constitución de los Estados Unidos desde el propio comienzo de esta en el año 1787. Esto ha traído problemas varias veces a través de la historia; solo citaré dos ejemplos de varios que hay: en el año 2000 Al Gore ganó el voto popular; es decir la mayoría del pueblo votó por él, pero Bush fue elegido presidente por los electores (los miembros del colegio electoral). En 1860 Abraham Lincoln perdió el voto popular, pero fue elegido presidente de todas formas por el voto de los electores (colegio electoral). A esto deseo agregar que grandes intereses pueden maniobrar, y lo han hecho, para tener en la presidencia alguien que les sirva bien. Entre estos grandes intereses los más poderosos son: el Banco de la Reserva Federal, un conglomerado de bancos nacionales e internacionales privados que han tenido al gobierno de los Estados Unidos endeudado en varios períodos de la historia, como ahora por ejemplo. Estos bancos junto a otros grandes bancos internacionales controlan gran parte de la economía mundial. Otro de los grandes intereses es el llamado Complejo Industrial Militar, nombre que se da a los grandes fabricantes y exportadores de armas de Estados Unidos y otras potencias, cuyo negocio es la guerra; esta gente no tiene escrúpulos. A estos grandes intereses ya mencionados hay que agregar grupos elitistas de alcance internacional cuyos miembros controlan importantes cadenas de información y grandes empresas de todo tipo; estos son el Grupo Bilderberg, el Consejo para Relaciones Exteriores y la Comisión Trilateral; de estos tres últimos, varios presidentes, lo mismo demócratas que republicanos, han sido miembros; todos beben de la misma fuente. No olvidar que los medios masivos de comunicación, muy importantes en esta y todas las contiendas, son parte de y representan, estos y otros intereses. También hay que recordar que los candidatos dicen lo que la gente quiere oír; una vez que están en el poder tienen que amoldarse al medio y servir a los intereses que al poder los han llevado. Muy bueno su escrito señor Sánchez-Parodi. De nuevo lo felicito.

sonia Respondió:


18 de septiembre de 2016

10:09:26

He leido completo su comentario, y es cierto que la inmensa mayoria de las personas no saben lo que usted a comentado, porque aqui estamos con una venda en los ojos, porque los medios de informacion y la poca cultura manipulan a las personas y nada de esto se informa..Manipulan las mente de las personas de acorde a los intereses de los que estan corriendo para la presidencia..Lo felicito por su comentario...Debia de divulgarse por otras partes para que las personas se documenten muy bien sobre esta situacion..

Orlando Chirino Respondió:


18 de septiembre de 2016

21:19:03

Sonia: Muchas gracias por sus palabras.

Jorge Santi Respondió:


18 de septiembre de 2016

22:13:56

Sr. Orlando, Ud. está totalmente equivocado. Instruya se

Orlando Chirino Respondió:


19 de septiembre de 2016

16:53:17

Sr. Santi: Le agradezco que haya mirado lo que escribí: no se si lo leyó. Hay una diferencia entre mirar y leer. Le aclaro que no se escribe “Instruya se”; se escribe “Instrúyase”, todo junto y con acento. Cuando usted dice que yo estoy “totalmente equivocado” debe exponer sus argumentos y la base de estos. Muestre sus pruebas. ¿Estoy equivocado en la parte donde concuerdo con lo escrito por el Sr. Sánchez-Parodi? ¿Quiere usted decir que el Sr. Sánchez-Parodi está equivocado también? Yo estoy seguro que no lo está. ¿Estoy equivocado en lo que comento sobre los grandes intereses que menciono por nombre y la influencia de estos en la política de los Estados Unidos? Creo que usted no está bien documentado. Le voy a dar algunas referencias de las tantas que hay para que se informe. Diríjase al periódico Granma de enero 16 del 2013 y lea el artículo “La Reserva Federal y las Guerras”. Consulte y estudie los libros “Estados Unidos, el precio del poder”, escrito por Alejandro Castro Espín (año 2005) y “El Imperio del Terror” del mismo autor (año 2009). Si no le quiere dar crédito a fuentes cubanas (pues no sé donde usted vive ni que ideología tiene) lo refiero entonces a la trilogía de libros escrita por Daniel Estulin sobre el grupo Bilderberg donde explica detalladamente y con pruebas quienes han sido y son sus miembros y las maquinaciones de este grupo elitista a nivel internacional. Este autor no es cubano ni vive en Cuba. Hay muchos libros, ensayos, artículos periodísticos (no escritos en Cuba) sobre estos tópicos que no citaré por razones de espacio. Sr. Santi estudie la historia de los Estados Unidos. Busque la información. Usted hizo bien en lanzar la crítica, pues aunque esta carece de fundamento, ha servido para que usted se ilustre un poco más. Y recuerde leer y no mirar, se dará cuenta de lo mucho que va a aprender.

Miguel Angel dijo:

2

17 de septiembre de 2016

03:43:18


Las elecciones millonarias, la plutocracia, donde vencen los mas ricos, los q mas dinero movilizan en sus campañas. Puede algún pobre, un representante directo del pueblo norteamericano, un líder de origen muy humilde, campesino, como el Comandante Hugo Chávez Frías, un indígena como Evo Morales, un minero como Lula? es impensable. Existen diferentes partidos en los EEUU q ni siquiera tienen posibilidades de presentarse a las elecciones, no poseen la mas mínima posibilidad, no pueden competir con las millonarias cifras de los clásicos, ni se conocen en el panorama político de este país, no pueden darse a conocer sus programas políticos, objetivos. Puede acaso un millonario representar los verdaderos intereses de los millones de ciudadanos pobres de USA? Imposible, el hombre piensa como vive, es una axioma irrebatible. Veremos q ocurre en los próximos días y cual es la escena final de esta novela al estilo de Globo. Una verdadera lucha desenfrenada por el poder, donde el fin justifica los medios. Este es el modelo de democracia q quieren imponernos.

Jasón dijo:

3

17 de septiembre de 2016

05:49:36


Dentro de lo malo es preferible Hillary. Trump es un plutócrata de tendencias fascistas y antisociales, es decir, que será enemigo de Cuba y de cualquier persona de pensamiento progresista.

pjmelián dijo:

4

17 de septiembre de 2016

14:32:38


Entre l´enclume et le marteau, between the devil and the deep blue sea, entre la espada y la pared : esa es la agobiante disyuntiva del electorado del Tío Samuelillo en las próximas elecciones.

Orlando Chirino dijo:

5

17 de septiembre de 2016

16:36:46


Muy bueno este análisis de algunos aspectos de las elecciones presidenciales generales que se avecinan. El pueblo no vota directamente por el presidente, sino indirectamente. Como se menciona en el escrito, los electores (miembros del llamado colegio electoral) eligen a quien será el presidente estado por estado basándose en el voto mayoritario del electorado por los distintos estados. Pero no siempre la mayoría ha ganado. El pueblo escoge, pero los electores deciden. Mucha gente vota en las elecciones presidenciales desconociendo esto. Los electores son personas escogidas por los partidos y no por el pueblo; estos son generalmente oficiales públicos de los partidos y gente “de confianza” de los partidos a los que las legislaturas estatales dan “el visto bueno” ya que son estas las que regulan como se escogen los electores de acuerdo a las leyes de los estados. Este sistema no es nuevo; fue puesto en la constitución de los Estados Unidos desde el propio comienzo de esta en el año 1787. Esto ha traído problemas varias veces a través de la historia; solo citaré dos ejemplos de varios que hay: en el año 2000 Al Gore ganó el voto popular; es decir la mayoría del pueblo votó por él, pero Bush fue elegido presidente por los electores (votos electorales de los miembros del colegio electoral). En 1860 Abraham Lincoln perdió el voto popular, pero fue elegido presidente de todas formas por el voto de los electores (colegio electoral). Este sistema de votos electorales deja espacio para que las elecciones puedan ser manipuladas. A esto deseo agregar que grandes y poderosos intereses nacionales y extranjeros (capitales bancarios y grupos elitistas) manipulan el proceso electoral para tener en la presidencia alguien que les sirva bien. Esto se hace a través de grandes sumas de dinero, tráfico de influencias y favores económicos y políticos entre otros. Y no olvidemos el influyente papel de los medios masivos de comunicación que se ponen al servicio del mejor postor.

Mark Romero dijo:

6

17 de septiembre de 2016

21:07:07


Articulo publicado en el periodico Granma de Cuba

RIVERO dijo:

7

18 de septiembre de 2016

13:25:25


Trump ya se pronunció con relación a Cuba.Dijo que de ser electo presidente,si Cuba no acata algunas condiciones que pondrá,derogará las "conseciones" que hizo el presidente Obama durante el proceso de normalización de las relaciones.

estrella fermin dijo:

8

18 de septiembre de 2016

20:09:35


si hillary clinton sale presidenta lo primeroque hara sera agredir militrmentre a venezuela pues eso esta en la agenda del partido democrata

Fernando Respondió:


19 de septiembre de 2016

19:11:27

Vaya ya usted tuvo acceso a ese documento y sabe que va a ser lo primero, muy interesante.

OrlandoB dijo:

9

5 de noviembre de 2016

10:26:01


A pesar de los pesares vividos en esta batalla electoral. Me cave una duda. ¿Cual de los dos es menos malo? Clinton con una trayectoria bochornosa en su vida publica y privada. Y Trump sin experiencia en la vida publica de ese estado, donde ha asustado a las clases sociales: Latinos y Afro-Americanos de ajustar cuentas en esas comunidades. Con lo explicado por el señor Chirino sobre las eleciones de E.U. Ya esta definido que ganará el aspirante que haya gastado mas dinero. En otras palabras, ganaran las agrupaciones economicas que adelantaron mayoria de su dinero al mayor recaudador de los aspirantes. ¿Cual es la ventaja para ese humilde pueblo norteamericano, con ese sistema de elecciones?