Los jóvenes asumimos una sola orden: cuidar siempre esta Revolución

La patria en su devenir histórico tiene momentos de gloria infinita y de pesar profundo, dijo Susely Morfa González, primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas, al iniciar sus palabras, en nombre de la juventud, en el acto de homenaje póstumo a Fidel.

Y uno de esos momentos de dolor lo constituye, reconoció, este en que debemos contemplar consternados y firmes la partida del soldado ejemplar, el continuador martiano de la obra grande, que nos ha hecho crecer como nación ante los ojos de un mundo que desde 1959 nos respeta y admira.

Cómo encontrar en un momento como este la palabra correcta, la frase abarcadora, preguntó Morfa González, la idea que resuma el magnífico legado de una vida dedicada a edificar un mundo mejor. Cómo reunir en pocas líneas los sentimientos de un país, las risas de tantos niños, los sueños realizados de tantos jóvenes, el gesto agradecido de tantos pueblos. Cómo conjugar en breves minutos grandeza y humildad.

Millones de cubanos y revolucionarios de todo el planeta, aseguró, hemos crecido con las enseñanzas del Comandante en Jefe, aprendimos que los principios deben ser inquebrantables, que rendirse nunca será la opción, que ser antimperialista es la esencia de nuestras luchas históricas, que la solidaridad y el internacionalismo nos hacen crecer comoseres humanos y nos dan la satisfacción de sentirnos útiles, que toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz, y que no debemos mentir jamás.

Muchas historias nos vienen a la mente, aseguró, momentos cargados de dignidad y decoro, imágenes de un líder que nos llena de orgullo y satisfacción, al cual nos queremos parecer porque nunca aceptó la segunda fila en el combate, el lugar seguro en el ciclón, el descanso cuando algo quedaba por hacer; y que aborrecía cualquier manifestación de racismo o discriminación en cualquiera de sus manifestaciones.

El comunista comprometido con su tiempo, ese es Fidel —precisó—,el luchador incansable, el que a fuerza de la verdad y las ideas fue absuelto por la historia, el que no abandonó al combatiente en el Granma cuando cayó, el que fue a Girón a comandar su tropa, y cortó la misma caña que cortaba su pueblo, el que condujo la lucha por el regreso de Elián, y cumplió la promesa del justo retorno de los Cinco Héroes.

Morfa González subrayó que en lo adelante asumimos un compromiso mayor con sus ideas: seremos mejores en el estudio, en el trabajo y en la defensa de la patria, mucho más altruistas, consagrados e intransigentes. Sentir, apuntó, que en cada uno de nosotros continúa la obra perfectible de los revolucionarios verdaderos como él.

Nuestro querido Fidel marcha hacia la inmortalidad, resaltó, y hoy sobreponiéndonos al dolor ratificamos que las nuevas generaciones de cubanosjamás dejaremos de ser fieles a su legado y no defraudaremos la confianza que siempre depositó en la juventud.

Si un día de octubre de 1967 nuestro Comandante nos pidió que fuéramos como el Che, paradigma de trabajo y entrega, hoy debemos decir que los niños y adolescentes cubanos, y esta generación aspiramos a ser como Fidel.

Gracias querido Comandante, gracias querido Raúl, aseveró, por luchar y entregarnos esta Revolución victoriosa y esta patria libre y digna.

Reconoció que «tus niños y jóvenes te hemos llorado, te hemos aclamado, te hemos jurado fidelidad y compromiso y no podía ser de otra manera. Esta juventud es fruto de tu lucha, es hija de Raúl, de la generación histórica y estamos dispuestos a defender la Revolución al precio que sea necesario».

Los jóvenes, patentizó, asumimos una sola orden: cuidar siempre esta Revolución. Juramos luchar mientras exista imperialismo. Y con la guía certera de nuestro Partido no fallaremos. ¡Hasta la victoria siempre!

¡Viva eternamente nuestro Comandante Fidel!

¡Patria o Muerte, Venceremos!