Fidel es nuestro amigo, ahora y para toda la eternidad

«¡Viva Fidel! ¡Viva Fidel! ¡Viva el heroico pueblo de Cuba!», con esas palabras inició su intervención en la Plaza de la Revolución, durante el homenaje póstumo a Fidel Castro el presidente de Namibia, Hage Geingob.

«¿Cuál es el precio de la libertad, cuál es el costo de liberar una nación, cuánto pagar cuando alguien ha luchado por usted, cuando otros eran aliados de sus enemigos? La lucha de Fidel nunca fue para buscar beneficio económico, sino por ayudar a los países oprimidos, y es por ello que estamos aquí», reflexionó el mandatario.

«Estamos aquí para saludar y despedir a un compañero que siempre estuvo al lado de nosotros y cuya pérdida jamás podrá ser reparada», reiteró.

Geingob señaló que tanto el padre fundador de Namibia, su primer presidente, como él, actual gobernante de ese país, están presentes en la Plaza para despedir al compañero, junto a una gran delegación que ilustra el amor que siente el pueblo de Namibia por Fidel.

Comentó además que el país africano declaró tres días de duelo oficial por la muerte del líder de la Revolución Cubana, como parte del homenaje de su país a Fidel.

«Cuba ayudó a Angola y a Namibia en la lucha contra del apartheid de Sudáfrica», y señaló que fue en esa lucha que los cubanos «ofrendaron sus vidas y también perdieron extremidades».

«Cuba fue el primer país que abrió sus escuelas en la Isla de la Juventud para educar ahí a cerca de 3 000 jóvenes sobrevivientes de la confrontación», dijo refiriéndose a la matanza de Cassinga.

«La batalla épica de Cuito Cuanavale es otro ejemplo que muestra la conducción de Fidel en la liberación de los oprimidos. También Cuba puso en peligro su propia seguridad y envió tropas para ayudar a Namibia y Angola en contra de las fuerzas de Sudáfrica. La batalla de Cuito Cuanavale también fue una hazaña para todo el África Austral y para Cuba, que condujo además a la liberación de los pueblos africanos incluida Sudáfrica, y a la independencia de Namibia en 1990», señaló.

El presidente de Namibia expresó que «la sangre derramada por los cubanos también sirvió de fertilizante para la liberación del pueblo de Namibia».

«A través de su corazón revolucionario, el único interés de Fidel era la liberación del pueblo de Namibia y a ello dedicó muchísimos recursos. Los cubanos no fueron allá a buscar oro o diamantes, solamente se llevaron de allí los restos mortales de sus compañeros caídos», aseveró.

«Aun cuando tengamos enemigos, jamás olvidaremos a nuestros amigos. El pueblo cubano es nuestro amigo; Fidel es nuestro amigo, ahora y para toda la eternidad», dijo el mandatario, quien expresó se recuerda además siempre a Fidel en los niños de Namibia, a los que sus padres le ponen su nombre.

«Recordamos también a Fidel en los miles de niños de Cassinga que vinieron y crecieron en Cuba, aprendieron español de manera fluida y hoy ocupan cargos importantes en el Partido y gobierno. Lo recordamos en los médicos, enfermeros y enfermeras cubanas y personal de la salud que trabajan sin descanso en nuestro país».

Geingob subrayó que «tenemos mucho todavía que aprender de un hombre que vivió y murió según sus propios términos».

«En momentos en que las personas pierden su fe y se crean diferentes alianzas negativas, son esos los momentos en que tenemos que tener una mente clara y tener presente las ideas del compañero Fidel», enfatizó.

Dijo además que el apoyo constante ofrecido por Cuba a la liberación de África, había sido preconizado por Martí, quien nos enseñó que el verdadero hombre no mira donde se vive mejor, sino de que lado está el deber.

«Las lecciones de Fidel seguirán siendo la guía nuestra en la lucha por buscar una nuevo orden mundial. Nosotros debemos seguir, luchar contra el colonialismo, hasta la victoria siempre», expresó.

Dijo a Raúl, a los familiares de Fidel, a la familia cubana que «nuestra lucha es una lucha justa. El dolor que sienten es un dolor nuestro también. Fidel se nos ha ido, pero el espíritu de Fidel seguirá viviendo para siempre».

« ¡Patria o muerte! ¡Venceremos!», concluyó.