En 2024, el Sistema de Tribunales de Justicia de Cuba marcó el camino para una justicia digital que procurara un sistema moderno, en el que primaran la celeridad en la tramitación de los asuntos, la transparencia, la interacción, el control popular en el servicio judicial, y una mayor calidad en la administración de justicia.
A la fecha, se encuentra inmerso en un ambicioso proceso de transformación digital con el objetivo de modernizar todos sus procesos, acercar su servicio a la ciudadanía, alinearlos con los estándares internacionales, la Política para la Transformación Digital, su Agenda Digital y la Estrategia de Inteligencia Artificial cubana, y elevar los indicadores de calidad de la justicia.
En ese sentido, Yojanier Sierra Infante, presidente del Tribunal Provincial Popular de La Habana y jefe de la Secretaría Permanente para la Transformación Digital en el Sistema de Tribunales de Justicia, comentó a Granma que el impulso definitivo llegó cuando el Consejo de Gobierno del Tribunal Supremo Popular (TSP) aprobó la Estrategia para la Transformación Digital, una hoja de ruta que busca convertir la impartición de justicia cubana en una «Justicia Judicial Digital 4.0, inclusiva y sostenible».
Precisó que la estrategia es resultado de una investigación de corte innovador, basada en la prospectiva estratégica, y se estructura en diez ejes, que abarcan desde los marcos identificados y la ética, hasta la tecnología y la inteligencia artificial.
EL EXPEDIENTE JUDICIAL ELECTRÓNICO
Como proyecto impulsor de la Justicia Digital, Sierra Infante destacó el Expediente Judicial Electrónico (Xejel), herramienta informática elaborada entre el TSP y la Universidad de las Ciencias Informáticas (uci), a través de la cual se ejecutan los trámites judiciales sometidos al conocimiento de los Tribunales de Justicia en Cuba.
Desde inicios de año y hasta el 12 de septiembre, se han registrado 28 406 procesos judiciales en esta plataforma, generándose más de 205 000 documentos, de los cuales se han elevado a definitivos 185 714.
Añadió que provincias como La Habana, Granma, Holguín y el propio TSP lideran su despliegue en la fase de uso temporal, según el procedimiento establecido para ello.
Entre las prioridades inmediatas para el Xejel se encuentran la incorporación de la firma digital para resoluciones y escritos, la interoperabilidad con otros sistemas, y la creación de un sistema de almacenamiento alternativo y acceso regulado, proyecto del que ya se ocupa una tesis de grado por estudiantes de la UCI.
«También se aspira en etapas posteriores a lograr el uso definitivo del expediente, minimizando con ello el uso del papel, y a la posibilidad de la interacción de las partes y la ciudadanía con este», acotó.
Por otra parte, significó que se experimentan avances en los ejes de servicios digitales, capital humano, y ciencia e innovación.
Más allá del expediente digital, el informe destaca otros progresos:
- El despliegue nacional del Sistema de Gestión Estadístico (SGE).
- Se encuentra en fase de prueba un Sistema de Solicitud y Entrega Digital de Certificación de Sentencias.
- Se avanza en el rediseño del portal web del TSP y en la integración de un Sistema de Atención a la Población, para favorecer la puesta en práctica de una justicia más abierta.
- Se ha fortalecido la colaboración con la uci, facilitando la vinculación de estudiantes al sistema de tribunales.
- Se trabaja en un Programa de Formación Especializado en Justicia Judicial Digital, que emitirá la certificación de habilidades digitales para el personal judicial.
- Se concluye en el país la digitalización de los procesos judiciales que constituyen parte de la memoria histórica.
La estrategia –ponderó– tributa también a la gestión del proyecto «PAP, Hacia una justicia judicial digital, inclusiva y sostenible en Cuba», que forma parte del Programa Sectorial de Ciencia, Tecnología e Innovación del Tribunal Supremo Popular: «Perfeccionamiento de la justicia judicial de cara al desarrollo de la sociedad cubana del siglo XXI».
DIAGNÓSTICO DE LA MADUREZ DIGITAL Y DESAFÍOS A SUPERAR
Comentó que, por primera vez, se han determinado los indicadores de madurez de la Justicia Digital y se ha medido el nivel de «madurez digital» del sistema judicial cubano.
Resaltó que los indicadores con mayores resultados se concentran en la realización de actos judiciales por videoconferencia, y el uso de comunicación procesal por vía digital.
Sierra Infante explicó que los órganos de mayor madurez digital son el TSP y los tribunales provinciales de La Habana, Holguín, Camagüey, Isla de la Juventud y Santiago de Cuba.
De igual forma, se identificaron la infraestructura y la conectividad como riesgos que actualmente limitan el proceso, teniendo en cuenta la situación energética nacional y la falta de medios tecnológicos en varias provincias del país, dificultades a las que se les busca soluciones.
No obstante, para coordinar este esfuerzo transversal, se creó en el TSP la Secretaría Permanente para la Transformación Digital, con representación en todas las provincias del país.
Entre sus prioridades –dijo– se encuentran organizar el Centro de Información Digital con su Observatorio, elaborar un plan de comunicación y, sobre todo, elevar el nivel de madurez digital de las provincias más rezagadas.
Sierra Infante significó que el reto es consolidar estos logros y extenderlos de manera uniforme por todo el territorio nacional, para que la aspiración de una justicia de mayor calidad sea posible, pues como expresara el presidente del TSP, Rubén Remigio Ferro, «no habrá sistema judicial eficaz en Cuba, sin transformación digital de los procesos judiciales».
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