Imagine que todas las cerraduras del mundo dejaran de funcionar de repente. Ahora, traslade esa imagen al mundo digital: sus contraseñas, su historial bancario, sus mensajes privados y los secretos de Estado, todos expuestos. Ese no es el guion de una película de ciencia ficción, pero podría serlo. Es un desafío real y tangible que científicos, gobiernos y empresas llevan años anticipando. La causa: la llegada de las computadoras cuánticas y su capacidad para «romper» los sistemas de cifrado que protegen la vida digital. La solución se está forjando en laboratorios de todo el mundo y tiene un nombre: criptografía poscuántica.
La criptografía poscuántica es el escudo que se está forjando para proteger los secretos del mañana ante la inminente llegada de computadoras cuánticas capaces de romper los códigos actuales.
Demos un paso atrás. Se denomina criptografía precuántica a la utilizada hoy, que permite garantizar la confidencialidad, la integridad y la autenticidad de la información. Esta criptografía se considera segura, siempre y cuando se utilicen protocolos criptográficos estandarizados y no se disponga de una computadora cuántica con la capacidad de cálculo necesaria para «romper» los algoritmos criptográficos utilizados.
La criptografía poscuántica, por su parte, desarrolla algoritmos de cifrado para resistir los ataques de futuras computadoras cuánticas. Estas podrían descifrar muchos de los sistemas de seguridad actuales, que son complejos para las computadoras normales, pero simples para las cuánticas.
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