Varadero, Matanzas.–El boxeo cubano vive un intenso trabajo para regresar inmediatamente a los planos estelares. La reciente velada profesional, celebrada en el emblemático Hotel Meliá Internacional de Varadero, no solo ratificó esta tendencia, sino que se sintió como una bocanada de oxígeno al registrar siete victorias en igual número de presentaciones y la consecución de tres codiciados títulos de la Asociación Mundial de Boxeo (amb).
Respaldado por Agon Sports, la firma alemana que ha apostado por la reactivación del pugilismo profesional en nuestro país, el evento sirvió para mostrar un crecimiento organizativo y un nivel competitivo ascendente. Además, la velada funcionó como medidor realista del camino que aún queda por recorrer frente a rivales de mayor jerarquía internacional, sobre todo en lides profesionales.
En el momento más esperado, el monarca olímpico de París, Erislandy Álvarez (63,5 kg), logró éxito por decisión unánime de los jueces (ude) y retuvo su faja continental latinoamericana de la amb en un intenso combate contra el mexicano Rogelio Jiménez. Álvarez demostró no solo técnica, sino capacidad de reacción y recuperación, superando un conteo que complicó el enfrentamiento.
«El golpe que recibí fue fuerte y en la zona del cuello, llegó en los segundos finales de noveno asalto. La esquina fue clave para recuperarme y luego pude manejar la distancia cuando él se desesperó», comentó el pugilista, quien con este resultado suma ya seis éxitos consecutivos en su trayectoria profesional.
Otro que brilló en el encerado fue Lázaro Álvarez. La clase, la experiencia y el dominio fueron la carta de presentación del tricampeón mundial y tres veces bronce olímpico (61,3 kg). «El Príncipe» volvió a demostrar su maestría al dominar durante los diez asaltos al mexicano Raúl Hernández, venciéndolo por ude y defendiendo por tercera vez su faja continental de la amb, a base de golpes precisos, una preparación física y táctica exacta y, sobre todo, una confianza absoluta en sí mismo.
«Planifiqué una pelea para no desgastarme, sin arriesgar innecesariamente y convencido de mi superioridad técnica. Quiero salir a buscar una faja mundial, estoy convencido que lo puedo conseguir», detalló en zona mixta.
La explosividad y el poderío llegaron de la mano de Yusnier Sorsano (69,8 kg). En apenas su segunda presentación como profesional, se impuso por nocaut en el tercer asalto ante el argentino Nicolás Verón y aseguró la faja Federlatin de la amb.
«Pensé que podía terminarlo antes, pero lo importante es haber conseguido el resultado», declaró Sorsano, quien continúa ratificándose como una de las figuras emergentes más prometedoras del boxeo cubano.
Cuba completó la noche perfecta con cuatro victorias adicionales: Alejandro Claro (50,8 kg) doblegó por ude al argentino Mauro Liendro;
Keylor García (79,3 kg) consiguió un nocaut en el primer asalto contra el colombiano Armando Fontela; Nelson Williams (90,7 kg) venció por ude al dominicano Jankelly Rodríguez y Saidel Horta (57,1 kg) pasó por encima del quisquellano Misael Vázquez tras meses inactivo, demostrando estar listo para empeños mayores
La velada incluyó combates internacionales que aportaron variedad y nivel, con triunfos del alemán Malek Semmo y el marroquí Moussa Gholam; este último retuvo su faja continental de oro.
La cartelera en Varadero dejó un balance indudablemente alentador. Reveló que hay cantera y solidez técnica, así como capacidad de respuesta ante el retroceso en los resultados del pasado ciclo olímpico. Sin embargo, ponderamos la necesidad de no caer en excesos de confianza en el trabajo individual de cada pugilista, para que el eco de los puños de nuestros boxeadores vuelva a resonar con fuerza en el escenario internacional.

















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