Tercer lugar en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en San Salvador-2023 y subtitular continental pocos meses después en Chile, el pesista Juan Carlos Zaldívar figura como una carta de triunfo rumbo a la justa del área Santo Domingo-2026.
Sin embargo, el forzudo ha visto los toros desde la barrera en los últimos meses. Repuesto de sus malestares físicos y con ansias de competir, confía en que pronto llegará su momento.
Zaldívar ostenta, además, la condición de uno de los mejores atletas del país en su deporte, como le reconocieron en el año 2022. Por estos días se alista en el gimnasio Manuel Suárez, con vista a integrar la delegación que participará en el torneo clasificatorio regional el venidero diciembre.
¿Cómo va la puesta en forma de cara a ese evento?
Voy preparándome bien, en un proceso de recuperación de lesiones y enfermedades. Pongo todo mi esfuerzo para volver a mi forma en el poco tiempo que resta.
¿Cuánto has estado inactivo?
Llevo seis meses fuera, sin poder entrenar, por mis problemas de salud
¿Ha sido duro alejarte del deporte?
Me dolía ver a mis compañeros en competencias y sesiones de trabajo, y yo sin poder hacer nada. Quería estar ahí. Pronto llegará mi momento.
¿Qué falta para volver al 100 %?
Necesito tiempo, alimentación y entrenamiento. En el torneo clasificatorio solo quiero obtener mi cupo a Santo Domingo y puedo lograrlo.
Un detalle curioso: resultaste tercero centroamericano y, meses después, subcampeón panamericano, cita en la que sube el nivel. ¿Qué cambió entre ambos certámenes?
En San Salvador competí por encima de mi peso real. Mi división es 102 kilogramos, pero no la convocaron y me presenté en 109. A Santiago sí acudí en mi división original, más cómodo.
¿Cómo manejas estos cambios tan abruptos?
Difícil, porque regalo mucho peso. Compito contra personas capaces de levantar más en tanto pesan más. En lo personal, no le confiero importancia, creo que el atleta se define por otros aspectos.
En caso de llegar a la cita múltiple, ¿a qué lugar aspiras?
Mi objetivo reside en mejorar la presea de bronce. Sin certeza del color, pues no me gusta sentirme tan seguro, hay que dejar espacio a las dudas. Yo voy a prepararme para dar lo mejor.
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