Cuba compite, desde hoy, en el Campeonato Mundial de Voleibol, en Filipinas, en el comienzo del ciclo olímpico. El reto radica en alcanzar su máximo rendimiento, para defender su condición de miembro del selecto grupo de los ocho primeros países del orbe, lograda en la pasada Liga de las Naciones.
Este equipo se halla en el momento de probar su madurez. Compuesto por jóvenes que poseen experiencia y un veterano como Robertlandy Simón, está en condiciones de expresar un mayor acople en la cancha; se trata, además, de tener la ventaja de iniciar el cuatrienio con un colectivo que no precisa de renovación, sino de mejorar y consolidar sus resultados.
Luego del tercer lugar en los Juegos Olímpicos de Montreal-1976, viene a la mente la primera medalla en un Campeonato Mundial, la de bronce, en Italia-1978, detrás de la Unión Soviética y los anfitriones. Entre 24 elencos, los cubanos derrotaron, por 3-1, a Sudcorea por ese tercer puesto, en una época en la que ya las escuadras de Europa y Asia dominaban en el panorama internacional.

Durante la fase inicial de ese evento superaron a Japón, Hungría y Argentina, con nueve sets a favor y uno en contra, en tanto en la segunda ronda dispusieron de Sudcorea, Polonia, Checoslovaquia, México y nuevamente Japón, avalados por 15 parciales exitosos y cinco adversos, en una muestra de arrojo y combatividad.
En medio de una situación económica complicada, se gana la primera presea de plata en lides del orbe, en Brasil, en 1990. Diez años después, en Italia, los cubanos terminaron otra vez segundos, detrás de los auriverdes, certamen en el que el central Robertlandy Simón, capitán del equipo, tuvo una meritoria labor en la competencia, guiando al cuadro. Simón es aún un pilar en las aspiraciones de la cita filipina, por su ejemplo de entrega al colectivo, y porque es fuente de inspiración.
Por actuaciones como esas, la exigente afición deportiva cubana siempre los ha seguido con interés. Recordemos los años de la Liga Mundial, cuando se abarrotaba el coliseo de la Ciudad Deportiva para presenciar desafíos de alta calidad, desde 1991 hasta 2016, en que la selección antillana participó en este certamen, siendo campeona en 1998, y ganadora de bronce, en 1995, 2005 y 2012.
En un mundo en el que aumentan la cantidad de eventos de máximo nivel y las ligas internacionales cobran fuerza, es notable el esfuerzo realizado por un país como el nuestro, para mantenerse en la élite, con su séptimo lugar en la Liga de las Naciones de este año, y ocupar la décima posición en el ranking mundial de la FIVB, al sumar 260.69 puntos.


SIETE PAÍSES HAN LEVANTADO EL CAMPEONATO MUNDIAL MASCULINO DESDE LA PRIMERA EDICIÓN DE LA COMPETICIÓN, EN 1949. SOLO CINCO LO HAN HECHO MÁS DE UNA VEZ. ITALIA Y BRASIL SON LOS ÚNICOS CON TRES CORONAS CONSECUTIVAS



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