ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: Ventura de Jesús García

Matanzas.- Vuelven a ser las playas la opción más popular para los matanceros en la etapa estival.

Es un propósito invariable. Con el objetivo de favorecer a los más pequeños de casa, las familias planean, por lo menos, llevar a los muchachos a algunos de esos lugares que sirven de piscinas naturales en las mansas aguas de la bahía.

Pero hay más. Aún en medio de muchas limitaciones, el verano en esta provincia comprende con énfasis el ámbito cultural con múltiples actividades dirigidas a propiciar la recreación sana.

El pueblo agradece la presencia de agrupaciones musicales y de teatro en diversos espacios.

Ejemplo de ello ha sido las actuaciones de la compañía de Teatro Infantil La Colmenita y de la Orquesta Failde, una excelente oportunidad para el disfrute de todos.

Tienen acogida, asimismo, los talleres de verano, organizados por la Uneac, entre otras ofertas.

Y pese a que son tiempos duros, caracterizados por continuos y prolongados apagones, la población agradece opciones culturales de calidad entre las diversas propuestas.

En el universo del deporte, distingue la posibilidad de practicar tenis de mesa, el llamado pimpon, de los más atractivos juegos con pelota y donde son clave la velocidad de reacción y la disciplina.

Foto: Ventura de Jesús García

Así lo atestigua Fidel Carlos Rodríguez Saladrigas, quien ha dedicado su vida a esta disciplina.

Dice que los buenos reflejos no son suficientes. «Nada es más importante que la seriedad y el rigor», comenta mientras observa el desempeño de los pequeñines.

Con casi 60 años en estos trajines y 41 como entrenador, insiste en que otra condición indispensable para llegar a ser un buen tenimesista es empezar desde edades tempranas.

«Mientras más rápido mejor. A veces los padres tardan mucho en traerlos al área. En el tenis de mesa los campeones maduran temprano».

Recuerda que él comenzó a los 9 años, aunque un poco más tarde incursionó en la pelota vasca y llegó a ser el primer campeón nacional juvenil.

En el tenis de mesa nunca compitió al más alto nivel, pero bajo su tutela han pasado decenas y decenas de practicantes.

«Me siento orgulloso de haber contribuido a la formación de muchos pequeños, algunos de los cuales consiguieron excelentes resultados, incluso dos de ellos compitieron en Juegos Olímpicos».

Admite que su mayor mérito es en la captación de talentos y saber enseñarles el abecé de este deporte. Es un trabajo muy bonito, subraya.

Ahora mismo Fidelito disfruta como en sus mejores tiempos, pues logró acondicionar un área en la ciudad adonde acuden no pocos niños acompañados de algún familiar.

Por suerte, admite, ex alumnos suyos que residen en el exterior lo auxilian con pelotas y está a la espera de un envío de raquetas.

En este campo es decisivo el respaldo de los activistas y de los padres.

Asegura que es algo muy necesario para mantener un proyecto que en este verano sirve también para la recreación de muchachos del barrio.

«Va y alguno de esos que hoy se acercan al área solo por curiosidad mañana sea un gran campeón», afirma el experimentado entrenador.

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