Por quinta vez en su historia, y luego de dos citas ausente, la selección femenina de balonmano retorna al Campeonato Mundial de la disciplina, que se celebrará en los meses de noviembre y diciembre de este año, en Alemania y Países Bajos.
Las antillanas cuentan con un grupo talentoso, con varias de sus jugadoras con actividad en clubes foráneos; además, es una plantilla que ya ha ganado fogueo en el área. Muestra de ello fue el reciente torneo premundial de Norteamérica y el Caribe, en el cual ganaron su boleto a la lid del orbe, en calidad de invictas.
Pero un Mundial ya es una palabra mayor. La misión para las alumnas de Jorge Coll es retadora, pues comparte grupo con Brasil, República Checa y Suecia; tres naciones que son potencias en este deporte, por lo que el elenco de la Mayor de las Antillas luce como la cenicienta del apartado g, que se disputará en Stuttgart.
Brasil, el 27 de noviembre, será su primer oponente. Se trata del plantel campeón panamericano, y en su historial tiene un cetro mundial, el de 2013; y como un aval nada desechable su último duelo ante las cubanas: en los Juegos continentales de 2023, el resultado les favoreció por abultado marcador de 49-11.
Suecia disputó la medalla de bronce de la última edición mundialista, ocasión en la que cedió frente a Dinamarca. En el caso de Suecia, fue cuarto lugar en 2023, cediendo el bronce a manos de Dinamarca. Ahora es uno de los cuadros favoritos, y el que debe liderar la llave clasificatoria.
La última incursión de la República Checa en una justa del planeta la dejó en el octavo lugar, pero la experiencia de esa escuadra y la posibilidad de contar con balonmanistas como Markéta Jereábková, líder goleadora en la versión de 2023, con 58 dianas, le dan la condición de segundo elenco más fuerte de ese grupo.
Para Cuba, lo más trascendental es haber llegado a este torneo, después de dos años de ausencia. La cita del orbe contribuirá a darle más nivel a su equipo, y estimulará, sin duda, el desarrollo de las muchachas. Eso no quiere decir que no salga a competir.
Tomando como referencia la edición de 2019, última presentación cubana, solo siete jugadoras deben repetir en la nómina. Entre ellas destacan Gleinys Reyes (líder de la ofensiva cubana, con 41 goles en el Premundial), y con aval en el circuito español; Lorena Téllez (sublíder con 24), y la portera Niurkis Mora, electa jugadora más valiosa en ese torneo.
En todas las presentaciones en campeonatos del mundo, el elenco femenino cubano ha logrado al menos una victoria.
Una segunda victoria, en una zona clasificatoria tan encumbrada, es pretencioso, pero también es una motivación.
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