ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Francisco Martínez botó la pelota a la hora buena. Foto: Boris Luis Cabrera

Aunque «no hay quinto malo» es una expresión que nada tiene que ver con el beisbol, pues nos viene desde España, específicamente de sus fiestas taurinas, en las que los ganaderos decidían el orden de los toros en la jornada, dejando para el número cinco el ejemplar de más valía, a fin de levantar el espectáculo, lo cierto es que lo santiagueros lo demostraron. En su quinta salida, convirtieron a su cuartel general, el Guillermón Moncada, en un verdadero avispero, cuando ya parecía que cantábamos la final entre Ciego de Ávila y Las Tunas, a partir del jueves.

Pero ni hay final todavía, y habrá que esperar, como mínimo, hasta el sábado, si es que las Avispas perdieran la costumbre de picar, cuando los Leñadores ya recogen sus hachas.

Solo los rojinegros confiaban en que un marcador que llegara al séptimo episodio por 10-2, a favor del mejor equipo cubano en los últimos cinco años, podía revertirse. Porque ellos no se rinden, porque van a buscar al adversario por fuerte o lejos que parezca, y le plantan pelea, aunque en la lomita oponente estuvieran dos de los mejores relevistas de la pelota cubana: Yanielkis Duardo y Albero Pablo Civil; por eso es que podían tener fe en la victoria.

Una pésima defensa y la artillería de los dueños del bosque hicieron trizas todas las propuestas del montículo santiaguero. Sin embargo, ese gen indómito del que comentábamos la víspera se volvió a activar en su adn, justo cuando peloteros se visten de héroes.

En el séptimo episodio, cuatro jits, incluyendo un triple del receptor Alexander Llanes, y un tubey del patrullero izquierdo José Luis Gutiérrez, les dieron tres a los anfitriones, obligados a no perder para mantenerse con aspiraciones finalistas. En el octavo, otros cinco imparables, dos de ellos cuadrangulares, de Edilse Silva y Jason Martínez, combinados con un costoso error, subieron racimo de seis a la pizarra, con lo cual Santiago de Cuba se puso delante, faltando tres outs.

Los Leñadores empataron a 11 en el noveno, y se jugó el tercer extrainnings de este play off. En la décima, otra vez la frágil defensa santiaguera les abrió las puertas a tres anotaciones, y con el choque 14-11, y las bases llenas sin outs, Francisco Martínez volvió a dar el jit de oro, como lo hizo en el tercer desafío; solo que este fue de cuatro carreras, porque la mandó a volar por encima de las cercas del jardín derecho, nada menos que frente a Alberto Pablo Civil.

Es cierto que no ha sido una serie de alto vuelo en los indicadores del juego de beisbol. A la defensa son 20 errores en cinco partidos, 12 por el lado santiaguero y ocho por el tunero; y el pitcheo no ha aguantado, soportando 137 jits, de ellos 73 de las Avispas; 43 extrabases, 23 salidos de las hachas, y 15 jonrones, ocho de los santiagueros. Sin embargo, nadie puede negar que lo que nos han hecho vivir estos dos equipos es trepidante, es la imagen redentora y la extraordinaria fuerza del que no claudica.

Solo detengámonos en los marcadores del primero al quinto juego: 5-4, 11-10, 7-6, 11-9 y 15-14, solo uno no tuvo diferencia mínima, y fue por dos.

Como ha pasado en esos choques, los rojinegros volvieron a cargar en el último tercio (del séptimo al noveno, incluyendo tres décimos innings), y con las 13 que fabricaron ayer, llevan 30 registros en ese postrer tramo de los duelos. Eso significa que el 67 % de sus anotaciones lo hace en las postrimerías, o si lo prefiere, casi siete de cada diez carreras están en esa parte final de los juegos.

Si bien en el terreno la tropa que comanda Eddy Cajigal jamás se ha dado por vencida, tampoco lo ha hecho el Guillermón Moncada, con sus gradas llenas de Santiago y de conga, sin parar, como si cada toque de tambor fuera el último. Es bello lo visto en el estadio, porque se parece a Cuba.

Y el refrán español de «no hay quinto malo» pudiera hacer estragos a la condición de indiscutible favorito de Las Tunas, pues en los play off del beisbol cubano, el ganador del juego número cinco, en más de un 60 % ha sido el ganador del cotejo.

Pero, a pesar del ímpetu de Santiago y sus electrizantes finales, los Leñadores aún son los favoritos en la semifinal, y como dijimos el 19 de mayo, también en la final, en la que ya aguarda el Tigre.

GUILLERMÓN MONCADA

C

H

E

LTU

140 302 001 3

14

15

3

SCU

000 020 360 4

15

15

5

G: W. Reyna (3-7) P: A. Civil (1-1).

Jrs: Y. Rondón, Yord. Alarcón,

F. Martínez, J. Martínez y E. Silva.

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