No sé si la postemporada de la III Liga Élite será mejor que su calendario regular. Por lo general, las series play off tienen un plus cualitativo, pues son menos equipos, y son, además, los peloteros que mejor lo hicieron en la campaña, a lo cual se suma la toma de dos refuerzos.
Aún así, después de una temporada desfasada en el tiempo, que a nuestro modo de ver fue lo que más la deprimió cualitativamente, los augurios de los play off no pasan por una mirada optimista. Ojalá nos equivoquemos.
Con una etapa clasificatoria que depredó al pitcheo, por los impactos de los maderos y por la famélica defensa; es decir, con el suicidio de los fundamentos del beisbol, las semifinales, y luego la final, pasan por una mirada gris con pespuntes negros.
Solo la entrega de los peloteros, sus indiscutibles expresiones volitivas, expuestas sobre el terreno en la etapa de 40 juegos, bajo el sol de las dos de la tarde, pudiera salvar la fiesta de las bolas y los strikes.
Aunque Las Tunas no terminó bien el segmento regular, tanto que se cayó del primer lugar, sigue siendo nuestro favorito, a pesar de que Ciego de Ávila fue el conjunto que más respetó la pelota.
«Pero, ¿qué dices?», me espetó Dago Alamino, un espirituano, jatiboniquense por demás, pero avileño por adopción, quien me sorprendió con su visita, justo cuando hacía este análisis.
Sé que no hay un equipo con rendimientos como los de los Tigres; también han demostrado poseer el juego más armónico de la Liga, en el cual varios de sus peloteros cumplen diversas funciones...
–¿Y entonces?
Creo que los Leñadores son hoy el equipo más competitivo de los últimos cinco años en nuestro beisbol. Eso quiere decir que es el que responde con más actitud en partidos de alta demanda, como estos.
Aunque este argumento está más que comprobado, a lo que agregan jugadores de mucha experiencia que, si bien han visto pasar sus mejores años, en estos choques se rejuvenecen, Alamino volvió a la carga: «te estás dejando guiar por lo que han hecho, y no por lo que pudieran hacer, o no hacer, ante el mejor pitcheo de la contienda. Tampoco has tenido en cuenta que los avileños le ganaron la serie a tus favoritos».
Si le preguntara a Fefa, tunera, de Jobabo, y licenciada en Cultura Física y Deportes, de seguro desbordaría una carreta de argumentos en favor de los Leñadores, y con tanta fuerza o más que los de Alamino.
Así es Cuba, latiendo por su patrimonio nacional, por su pelota.
Más allá de favoritos o criterios, lo cierto es que, a juzgar por lo visto en la fase previa, los tuneros salen con mejores posibilidades sobre las Avispas santiagueras en su semifinal; así como los Tigres se ven mucho más que los Leones azules en la suya.
Si así fuera en el terreno, tendríamos una final inédita en nuestros clásicos, entre Tigres y Leñadores, lo que le pone más picante a la controversia entre el avileño Dago y la tunera Fefa.
Más allá de resultados o de la calidad que podamos ver en los play off, de lo que si estamos seguros es de que Cuba comenzará hoy a vivir una fiesta. Ella ha de ser un jolgorio de pueblo, en el que la familia vaya al estadio a sentir la adrenalina del jonrón o del ponche, pero en la que también disfrute de las iniciativas que cada sede sea capaz de desplegar, para responder a la convocatoria cultural más grande de Cuba.
Pero hay un tema pendiente que sí es de competencia absoluta de las autoridades del beisbol. Si queremos una Liga Élite de calidad, hay que hacerla regresar al final del año, detrás de la Serie Nacional, y no como ahora, que va delante
Lo lógico sería que, luego de la Serie Nacional, de 16 equipos, los mejores peloteros se reúnan en seis colectivos con una mejor armadura. Ahora estamos contra el tránsito y de marcha atrás, de seis para 16. Por eso la Élite se pareció tanto esta vez a la Serie Nacional, incluso con indicadores más deteriorados en el orden técnico y táctico.
La Liga Élite en los últimos meses del año nos sirve, además, de preparación o, al menos de adiestramiento, para la temporada internacional.
Por ejemplo, en 2026, abriremos con la Serie del Caribe y, además, la Serie de las Américas; unos días después, la mayor cita de este deporte, el Clásico Mundial, y lo que tenemos delante es la Serie Nacional, con una gran cantidad de equipos que diluyen el nivel de juego.
La Élite en los últimos meses del año también favorecería unos play off con lo mejor que tenemos en el país, que ahora mismo están cumpliendo contratos en el exterior.
Pensemos en la pelota y en la afición, y ahora, gocemos los play off. los peloteros, los que están, se entregarán en cuerpo y alma.
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