El Torneo Nacional de Boxeo Playa Girón, edición 62, concluyó con una mezcla de confirmaciones y nuevas luces en el panorama boxístico cubano. El decimoquinto título de Julio César La Cruz, un nombre que resuena con fuerza en el deporte de la Isla, y la victoria provincial de Camagüey, sede del evento, fueron los titulares que resumieron una competencia que sirvió como termómetro del estado actual del boxeo cubano.
La Cruz, ahora rey de los superpesados, no solo sumó un nuevo laurel a su ya extenso palmarés, sino que demostró una versatilidad impresionante, al conquistar coronas en cuatro divisiones diferentes. El astro de Los Domadores, máximo ganador histórico en campeonatos nacionales, ostenta ahora nueve títulos en 81 kilogramos, tres en 91 kg, dos en 92 kg, y uno en + 92 kg.
Su dominio, a pesar del paso de los años, sigue siendo innegable, y su presencia en el ring es un faro para las nuevas generaciones. Sin embargo, es importante analizar si esta transición a la división de +92 kg responde a una estrategia técnica para prolongar su carrera y regresar a los 92 kg, o a una verdadera adaptación a esta categoría.
El octavo título en estas lides del tricampeón mundial Lázaro Álvarez, otro nombre consagrado, consolida su lugar como uno de los grandes en la división. Su victoria, sin contratiempos, fue una muestra de su experiencia y madurez, aunque ha anunciado que sus principales exigencias en el futuro inmediato están en los retos profesionales.
Retuvieron sus lideratos los cienfuegueros Danny Suárez (48 kg), quien logró su tercera faja consecutiva, al vencer unánime al joven habanero Ángel Sober, y Keilor García (80 kg), verdugo por 3-0 del holguinero Jorge Soto, así como el espirituano Alejandro Claro (51 kg), quien derrotó 3-0 al granmense Yusiel Bes, según la acn.
Impuso su clase igualmente el camagüeyano Nelson Willians (92 kg), por abandono en el primer round de su coequipero Harold Ramírez, así como el tercero de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador-2023, Jorge Cuéllar (71 kg), vencedor por 3-0 del fajador agramontino Yusnier Sorsano, en la mejor pelea del campeonato.
Subió asimismo a lo más alto del podio el guantanamero Rolando Martínez, campeón de la Copa Mundial de Colonia-2023, luego de superar por 3-0 a su coterráneo Jonierkis Argüelles, en buen pleito de los 57 kilos.
La victoria de Camagüey por provincias, superando a Sancti Spíritus por un estrecho margen, es un indicativo del trabajo que se está realizando en la base. Presentar a cinco finalistas y obtener el título colectivo es un logro que merece reconocimiento, y que habla de la salud del boxeo en la región central del país. Camagüey, además de su consistencia, ostenta récords importantes, como el de 14 torneos con al menos tres campeones y 11 títulos por colectivos, solo superada por Pinar del Río, la provincia más laureada en la historia del Girón, con 14 coronaciones colectivas.
De acuerdo con datos de Rodolfo Álvarez, en esta edición los camagüeyanos llegaron a 14 certámenes consecutivos con al menos un campeón, mientras que Guantánamo y Sancti Spíritus suman 13, respectivamente. Sin embargo, no todas las provincias corren con la misma suerte. La Isla de la Juventud, con una sequía de 26 torneos sin un campeón, y Granma, con 19 campeonatos sin un título desde 2004, son ejemplos de las dificultades que enfrentan algunos territorios para destacar en el boxeo nacional.

















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