Paraguay impregnará su sello cultural en los Juegos Panamericanos Junior, poniendo a los pies de los más de 4 000 participantes de 41 países no solo un ambiente sano de competencia, sino también la cultura guaraní, presente en las mascotas del evento.
Tito y Tika animarán, con sus rostros alegres y confiados, la cita multideportiva de la juventud del continente, pactada del 9 al 23 de agosto. En ella, los representantes oficiales de la cita son plasmados en piezas únicas de madera de timbó, por el maestro artesano Néstor Portillo y su familia, de la ciudad de Tobatí, en el departamento de Cordillera.
El timbó es un árbol corpulento, nativo de Paraguay, que alcanza más de 20 metros de altura y el diámetro de su tronco puede superar el metro. No se tala, solo se utilizan sus raíces mediante un proceso que permite la regeneración, preservando la especie y su legado cultural. Portillo puso en las palmas de sus manos toda una tradición familiar de 30 años para el tallado de las máscaras, con la colaboración de sus hijos y nietos, en un taller montado en su casa.
Ahora mismo se encuentran preparando unas 2 400 máscaras para el evento. «Para nosotros es un gran privilegio trabajar en esto y enseñar al mundo lo que hacemos. Somos nueve en esta empresa familiar, entre talladores, lijadores y pintores. Nos sentimos muy agradecidos por mostrar parte del arte guaraní», dijo el veterano maestro.
El pasado 6 de enero, la Organización Internacional de Cultura del Arte de las Máscaras, de la Unesco, lo reconoció por su labor, que se extiende al tallado de temas ceremoniales, de animales, insectos, flores, ornamentos, decorativos y pedidos especiales como los de los Juegos Panamericanos Junior.
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