Aunque ya despertó, Escalante puso a soñar a la Élite

Los seguidores del beisbol conocen a Leonelkis Escalante por una noche de marzo de 2010, cuando era un jovencito. En el estadio José Ramón Cepero, le rompió el hechizo al monticulista avileño Alien Mora, pues en dos strikes le disparó línea al jardín izquierdo, para sepultar la hazaña del lanzador de lograr un juego perfecto ante Guantánamo.

Solo entonces fue un pelotero algo mediático, pero en la presente Liga Élite, como refuerzo de los Tigres, pegó jits en los primeros 20 juegos de su equipo.

–¿Te acuerdas de aquella noche?

–Sí, el lanzador hacía su trabajo y yo trataba de hacer el mío. Vine con intenciones de chocar la bola y que cogiera para donde ella quisiera. Ya el juego estaba perdido.

–¿Cómo llegaste a los Tigres?

–Estuve fuera de la Serie Nacional, pero desde el año pasado vengo preparándome. Jamás dejé de hacerlo. Quería tener una buena Serie. Me dijeron que dos equipos: Ciego de Ávila y Santiago de Cuba me querían. Es una gran dicha jugar con un equipo de tanta valía y recorrido, tres veces campeón nacional.

–¿Pensabas que ibas a ser el elegido?

–Siempre pensé en que podía ser elegido, pues tuve una buena Serie Nacional, con más de 360 de averaje. Cuando el profesor Dany Miranda me pidió, me dio tremenda alegría.

–Jits en todos los juegos. ¿Qué te agrada más, batear o defender?

–Batear. Puedo jugar todas las bases. Me defiendo más en los jardines y en primera.

–¿El lanzador más difícil? ¿El mejor bateador?

–El lanzador, el espirituano Ismel Jiménez; el mejor bateador, para mí, Giorvis Duvergel, de quien aprendí mucho.

Que Escalante sea refuerzo de los avileños en la Liga Élite añade un elemento interesante. Su capacidad para impactar en momentos claves podría ser un activo valioso para su nuevo equipo. En el beisbol, los jugadores con mentalidad ganadora y experiencia en situaciones de presión suelen marcar la diferencia. 

Si sigue aportándoles a los Tigres, su nombre continuará recordándose no solo por romperle un juego perfecto a un avileño, sino por contribuir al éxito de este equipo en la Liga.

Puso a soñar a la Élite con sus 20 partidos consecutivos bateando de jit, con lo cual, al menos, hizo recordar ese superrécord de 45 choques al hilo, con imparables del cienfueguero César Prieto. Pero en el desafío 21 de los Tigres se fue de 5-0, quedándose a dos indiscutibles de la marca de más encuentros seguidos con incogibles en Liga Élite, que puso el tunero Yosvany Alarcón.

No logró ni una marca ni la otra, pero le ha dado colorido a nuestra pelota.

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