Poco más de un mes nos separa del inicio de una nueva edición del torneo Capablanca in Memoriam, que dejará a un lado su habitual sede de La Habana, y se trasladará al balneario de Varadero, ocho años después de que lo acogiera, en 2017.
Contrario a lo que se habló a inicios de año, el grupo élite contará con cinco figuras y no seis, con Carlos Daniel Albornoz (2 561 elo) como el único cubano inscrito en ese segmento. A propósito, Carlos Rivero, presidente de la Federación Cubana, comentó a Jit que la decisión se tomó en interés de elevar la calidad de la justa.
En el prestigioso certamen dedicado al único campeón mundial iberoamericano, el ruso Volodar Murzin (2 658) será la figura principal en ese apartado. Lo avala no solo el hecho de ser el de mayor acumulado elo, sino que es el actual campeón del orbe en partidas rápidas.
Al ruso y al camagüeyano los acompañan el ahora macedonio Evgeny Romanov (2 590), único repitente de la lid del año pasado; el danés Jonas Buhl-Bierre (2 636); y Arseniy Nesterov (2 593), de Rusia.
El dato curioso en este evento es la participación de muchas figuras jóvenes, lo que quizá convierta al Capablanca de 2025 en el de menor promedio de edad. En contexto, Romanov es el único jugador nacido el siglo pasado, y Murzin, quien nació en 2006, es uno de los jugadores más jóvenes en el grupo élite en estas lides.
A grandes rasgos, se visualizan dos claros favoritos: Murzin y el danés Buhl-Bierre. Albornoz presenta el acumulado más bajo entre los participantes, lo que complica la idea de tener un nuevo campeón cubano. El último en hacerlo fue Leinier Domínguez, en 2009.
La mesa está servida para que el día 9 de mayo empiece una nueva edición del torneo de ajedrez más antiguo en Latinoamérica, el cual contará con un elo promedio de 2 600 puntos, y pondrá en disputa el cetro que el pasado año ganara el ucraniano Ruslan Ponomariov.
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