Aquella tarde en Lima tenía cierto aire de satisfacción para los cubanos. Dos tiradores de pistola rápida a 25 metros iban por el mismo sueño: la medalla de oro en los Juegos Panamericanos. La instalación estaba repleta, para ver a Jorge Félix Álvarez ganar el oro, con plata para Leuris Pupo.
Un periodista me preguntó: ¿Pupo, el campeón olímpico, no estará molesto por ser segundo? «La meta era ambiciosa, el objetivo era el oro y la plata. Además, yo debía clasificar para Tokio, ya que Pupo la había logrado el año anterior. Era un compromiso grande conmigo, con nuestro entrenador Meinardo Torres, quien siempre nos ha hecho soñar en grande, y con Cuba», dijo el ganador.
Al final, el sentimiento fue de mucha alegría, habíamos cumplido, y qué mejor que un abrazo para expresar el agradecimiento a toda la experiencia que me han dado, tanto Pupo como Torres.
Para Jorge Félix, mantenerse en el equipo nacional ha sido un reto, debió conjugar la práctica deportiva con su carrera de ingeniero informático. «Hice las pruebas de ingreso a la Universidad como cualquier otro estudiante, mientras entrenaba para los Panamericanos de Río de Janeiro en 2007. Las dos cosas eran importantes, por lo tanto, tenía que dedicarles tiempo para prepararme en ambas. Tuve mucho apoyo de mi familia, de mis entrenadores y profesores. Mis resultados deportivos bajaron en los primeros años, casi no descansaba, era todo el día, entre entrenamiento, clases y tareas extraclases. Agradezco a mis compañeros de aula, que siempre me apoyaron. Tuve muy buenos equipos en el deporte y en el estudio».
Su mamá, Clara Rafaela Llanes, trabajó en el campo de tiro Enrique Borbonet durante casi 30 años. «Sí, desde su inauguración, en 1977. Casi nací y crecí allí, entre las balas. A los 12 años ingresé en la Academia Provincial de Tiro Capitán Raúl Podio, en La Lisa, y me enamoré del tiro aún más».
Los entrenamientos en España le han favorecido. «Hemos tenido la posibilidad de prepararnos en condiciones óptimas, lo cual, durante la pandemia, no pudimos hacer por las carencias materiales que tiene nuestro deporte, además de la cuarentena y el aislamiento en casa. Por eso esta etapa en Granada la aprovechamos al máximo. En las primeras semanas reforzamos la parte técnica, y en la segunda nos enfocaríamos en los modelajes competitivos, ya que no vamos a tener competencias preparatorias».
¿Aspiraciones en Tokio? «El primer objetivo es familiarizarme con los Juegos Olímpicos, conocer y adaptarme rápido al ambiente, para hacer una buena competencia. Si logro concentrarme en mi trabajo, los resultados vendrán solos».

















COMENTAR
Responder comentario