Una joya de pitcheo hizo brillar la pelota

Renner Rivero lo hizo, subió al montículo a su mejor versión, esa con la que le había dado diez triunfos a su equipo, para que Matanzas ganara el choque más importante de su paso por la actual postemporada. El tercer juego de la semifinal entre Cocodrilos y Leñadores fue una joya, cuyo brillo contrastó con la opacidad de los dos partidos anteriores. El marcado de 1-0 puso el play off en dos triunfos para los tuneros y el primero de los actuales campeones.

Desde el inicio del encuentro, Rivero se alzó como un consagrado. Sus movimientos en la tabla de lanzar fueron exactos, sin perder la postura y administrando cada esfuerzo, lo que le permitió economía de lanzamientos, velocidad en sus envíos y efectividad en sus rompientes. También gigante se vio a Alejandro Meneses, quien, como su adversario, salió en el séptimo. Sin embargo, fue dominante, con pelotas de poca velocidad, pero con un esquema sobre la zona de strike que subyugó a sus oponentes.

Ningún juego de los play off, hasta ahora, ha tenido semejante mandato de los lanzadores, tanto que ningún bateador abriendo entrada había podido embasarse, hasta que en el séptimo Yadir Dreke la incrustó en la cerca del izquierdo para un doble y, tras pasar a tercera con elevado de Juan M. Vázquez, registró la única de la velada con jits impulsor de Eduardo Blanco.

No quedaron detrás los relevistas. El matancero Naykel Cruz dominó una situación difícil, y su compañero Joel Suárez, y Alberto P. Civil, estuvieron perfectos en los pasajes más tensos, el de los últimos innings, cuando no hay tiempo a recuperarse. Ellos coronaron el tributo al arma fundamental del béisbol: el pitcheo

Los dos mentores elogiaron a los serpentineros y a la defensa y anunciaron sus pitchers para hoy: el propio Cruz, por los Cocodrilos, y Ángel Sánchez por Las Tunas.