
La velocista Yunidis Castillo reaparecerá en el Gran Premio de Túnez después de una larga ausencia, y aseguró que competirá en 400 metros, entre los días 18 y 20 de este mes.
«La hija del viento» se lesionó en los Juegos Paralímpicos de Río-2016, cuando había avanzado unos 20 metros en la final de los cien y no pudo refrendar su oro de Londres-2012.
Tras un largo periodo de restablecimiento, conocimos que se prepara con el ánimo de saber en qué condiciones está para ganar su boleto olímpico.
«Estoy entrenando doble sesión todos los días, cuando termino no tengo tiempo para nada, lo único que deseo es descansar. Me incorporé a los entrenamientos, bajo las órdenes de Miriam Ferrer, en septiembre de 2019 con la vista puesta en Tokio-2020, pero ese trabajo se interrumpió por la COVID-19. Todo cambió».
–¿Cómo te sientes de vuelta a la pista?
–Me estoy preparando con algunas altas y bajas. Por el tiempo que he estado fuera, he tenido molestias musculares, dolores y lesiones también. Hace solamente dos semanas que entreno con vista a la lid de Túnez, preparándome para la clasificación olímpica. A este evento voy solo con ese objetivo.
Yunidis, de la categoría T-47 (miembro superior amputado), antes de lesionarse en Río había ganado plata con 5,59 metros en la competencia de salto de longitud, éxito que se sumaba a su larga y fructífera carrera.
«La etapa fuera de las pistas resultó también una enseñanza. A pesar de la lesión, pude dedicarle más tiempo a mi hijo, que era muy pequeño, pues antes, la cantidad de competencias no me daba la oportunidad de hacer una vida como madre, que es un premio que lo supera todo. Hoy Gabriel, mi hijo, es mi motor de impulso. Quiero que sepa que su mamá nunca se detuvo ante obstáculo alguno, que me tenga como ejemplo».

















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