«Los Alazanes, a nuestro juicio, no solo son favoritos ante los Leones, sino que son de los más fuertes candidatos a disputar el título». Así afirmamos, el pasado 25 de enero, en el análisis de inicio de la actual postemporada de la 60 Serie Nacional, cuando los granmenses se disponían a jugar el primer play off contra Industriales. Hoy ya esperan por el rival para dirimir el cetro, que, como dijimos entonces, creemos que debe ser el campeón defensor, Matanzas.

Pero los yumurinos aún tienen que convertir en realidad esa condición de favoritos frente al ganador del cotejo de cuartos de finales entre Santiago de Cuba y Las Tunas, que se reanuda este domingo en el camagüeyano parque Cándido González, en el cual las Avispas van delante por 1-0.
Repasemos, entonces, cómo la caballería oriental abrió la última puerta a la finalísima. Pinar del Río llegó al sexto desafío debajo por 2-3, es decir, sin mañana. La presencia de Vladimir Baños, por lo hecho en la campaña y por su trayectoria, le daba a los vueltabajeros cierta ventaja. Sin embargo, no pudo cerrar el segundo capítulo, en el cual le pegaron cuatro jits y permitió igual cantidad de carreras, que decretaron su temprana salida.
Sin el abridor, apenas sin finalizar el prólogo del encuentro, no se podía presagiar nada halagüeño, porque los relevistas se vieron obligados a trabajar en zona de apertura, o lo que es lo mismo, contra la naturaleza del béisbol. Mientras esas vulnerabilidades dejaban huecos en la vega, el zurdo Leandro Martínez colgaba ceros tras ceros a los Vegueros, quienes lograron marcarle una en el sexto, y no le hicieron más, porque los bateadores siguen empeñados en correrle a Alexquemer Sánchez.

El out, con otro misil, desde lo profundo del jardín derecho hasta segunda base, sobre Luis Pablo Acosta, no solo congeló lo que pudo ser un caliente capítulo pinareño, pues a Martínez le pegaron, consecutivamente, tres sólidos imparables, uno de ellos doble tras el disparo de Sánchez, sino que fue el punto de giro del partido y la llave que encontró Granma para traspasar el umbral y asentarse en el salón de los finalistas de la lid. El mentor Carlos Martí extrajo al zurdo de la lomita, y le dio la pelota a quien debía ser el abridor de un posible séptimo choque, César García, en preclara decisión, de acuerdo con un axioma beisbolero: el desafío más importante es el que se está jugando. Resultado: controlada la situación.
Tras ese jarro de agua fría, Yandy Cruz, hasta esa sexta entrada como protagonista de un gran rescate de un solo jit, el jonrón del lanzallamas Sánchez en la cuarta, sacó el primer out, pero después regaló tres boletos y golpeó a otro, y esos cuatro hombres le pisaron el home. Su relevo lanzó un wild y vino una más, para que la escena le quedara a Roel Santos, quien con jit al derecho remolcó dos. En total, el acto seis de la ofensiva de la caballería se cerró sin errores en la defensa occidental y un solo jit, e increíblemente se registraron cinco carreras. Las leyes de la pelota no se pueden violar, Granma no hizo nada en pos de ese ramillete de anotaciones, fue el pitcheo adversario el que cavó su propia sepultura. Moraleja: en el béisbol no gana el que más hace, sino el que menos permite.
Y para no tolerar, la primera y más importante barrera es la del pitcher, el jugador más importante de este deporte. Los pinareños quedaron en semifinales, porque lo que había sido su principal arma, el poder en la lomita, terminó siendo su más manifiesta falencia. Eso cuesta ante cualquier oponente, pero ante uno tan bateador como el de los Alazanes, es sencillamente letal.
Tras el sexto, Granma era ya ganador. En un choque como este, cuando es obligatorio ganar para continuar, una ventaja de siete, porque se frustró el ataque por el tiro de Sánchez, y por la ineficiencia propia desde la tabla de lanzar, es una muralla de impotencia infranqueable. Se lacera la motivación y la frustración ataca. Y así fue, los Alazanes ganaron por KO, al fabricar dos en el séptimo por cuadrangular de Guillermo García, y la del golpe a la lona, por elevado de sacrificio de Carlos Benítez, con Roel Santos en tercera.

Ganó el favorito, porque sus virtudes y sus claves de éxito se expresaron más en la grama, y está ya en su tercera final. Tras el triunfo, y sintiendo en todo su pecho jonronero la camiseta que lo catapultó a la cima de su carrera, Alfredo Despaigne envió un mensaje a sus compañeros: «Felicidades a mis Alazanes, ahora a disfrutar del triunfo, tienen que cuidarse ahora en este tiempo que tienen hasta que comience la final; no podemos tener más bajas. Desde Japón los estoy siguiendo. Felicidades caballos».
Pese a las deficiencias pinareñas, hay que decir que perdió un equipo muy combativo, que pocos contaba con él para los ocho de los play off, y ha concluido entre los cuatro grandes; el que eliminó al líder de la fase regular; el que tuvo que jugar fuera de su patio más de un tercio de calendario, debido a la complejidad epidemiológica en su provincia; el que con su aguerrida postura le regaló al desparecido Juan Castro, cuyo número 13 estuvo todo el tiempo en las mangas de sus peloteros, una gran temporada que él hubiera agradecido. En fin, cayó ese Pinar del Río que, como dijo —con razón— su mentor, Alexander Urquiola, se transforma en los play off.
José A. Huelga |
C |
H |
E |
|
PRI |
200 001 00 |
3 |
6 |
1 |
GRA |
040 105 21 |
13 |
11 |
0 |
G: Leaqndro Martínez (7-8). P: Vladimir Baños (10-7). Jrs: Alexquemer Sánchez y Guillermo García |
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Gloria Gabriela Caso Vázquez dijo:
1
28 de febrero de 2021
07:25:44
JosePedro dijo:
2
28 de febrero de 2021
08:45:00
Maira Pupo Cutiño dijo:
3
28 de febrero de 2021
10:25:48
Eliecer Escalona Arencibia. dijo:
4
1 de marzo de 2021
13:23:26
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