Pudiéramos llenar nueve innings con 56 adjetivos y aunque ese, su número, es una institución para la pelota cubana, nos quedarían muchos batazos de jonrón para describir a Carlos Alberto Tabares Padilla. Él no cabe en un estadio. Su fidelidad, dignidad, compromiso y entrega al béisbol no cabrían tampoco en un Latinoamericano abarrotado, con 50 000 voces que le dijeron: ¡Gracias, Tabares!
Tuvo excelentes entrenadores y directores, pero ninguno como los que ayer fueron protagonistas, los autores de sus 25 series nacionales, los que le enseñaron a dejar la piel en el terreno: su mamá, sus hijos, la esposa, sus hermanos y su primer entrenador. Y en la lomita del Latino, el hombre que nos lo regaló, con su férrea convicción de victoria que paseó por cada grama que lo vio batear, correr o levantarnos con sus atrapadas. Si el Latino se llenó, no para decirle adiós, sino un hasta luego, fue porque su padre, Alfredo Tabares Verdura, lo hizo hombre, pelotero y un gran ser humano. Él siempre ha estado, y ayer también estuvo.
«Mi pelotero siempre ha sido Javier Méndez y mi inspiración Víctor Mesa», no se cansa de repetirlo. Ellos no faltaron. Víctor, con las riendas de su equipo; Javier porque fue a acompañarlo en este nuevo recibimiento. Los dos, como él, patrulleros del jardín central. Ha dicho, además, que con el mentor que mejor se ha sentido es con Rey Vicente Anglada y este, a quien él mismo dijo que venía al estadio solo para verlo, acudió a la noche de las emociones.
La pelota nos une. El abrazo con Mercedes López Acea, primera secretaria del Partido en la capital, y con Reynaldo García Zapata, presidente del Poder Popular en La Habana, con Antonio Becali, presidente del Inder, no fue un protocolo formal. Tabares vive su Revolución, en su lealtad a la Patria. Respira también en la amistad que ha cultivado lo mismo en sus adversarios, y los tuneros lo demostraron este jueves inolvidable, que en sus compañeros como Malleta y Rudy Reyes, quienes se fundieron con él para que el pecho del Latino se hinchara. La fiesta de Tabares, de cultura, y cubanía, no podía terminar de otra forma que con el Punto Cubano, desde la rasgada voz de David Blanco y la alegría de los niños de La Colmenita porque, como nos dijo el más grande de los cubanos: ellos son los que saben querer.



COMENTAR
pili dijo:
21
12 de enero de 2018
12:22:24
Truenoazul Respondió:
12 de enero de 2018
13:55:02
Miguel Angel Respondió:
13 de enero de 2018
08:29:44
I.sa dijo:
22
12 de enero de 2018
12:32:59
Azulita Sky Respondió:
12 de enero de 2018
15:26:16
milan dijo:
23
12 de enero de 2018
13:08:04
lenia dijo:
24
12 de enero de 2018
14:28:53
esther dijo:
25
12 de enero de 2018
15:15:39
Ivan dijo:
26
12 de enero de 2018
15:34:26
Iraima Vazquez Rodríguez dijo:
27
12 de enero de 2018
15:39:55
Miguel Angel dijo:
28
13 de enero de 2018
08:36:41
fernando dijo:
29
13 de enero de 2018
08:45:20
roberto dijo:
30
15 de enero de 2018
13:17:14
MARIAC dijo:
31
17 de enero de 2018
16:55:42
Dailys dijo:
32
18 de enero de 2018
07:58:45
Responder comentario