El parque 26 de Julio abrió sus puertas hace casi 40 años, pero estoy seguro de que nunca había tenido una imagen tan espectacular como la actual. La cueva de los Cazadores de Artemisa, equipo insertado en nuestras Series Nacionales hace solo seis temporadas, sobresale reluciente hoy como el primer escenario deportivo de Cuba alumbrado con la tecnología LED.
Este martes, en el duelo entre artemiseños y guantanameros, se estrenó de manera oficial el nuevo sistema de iluminación. «Las luces eran un anhelo de todos, desde los jugadores, la gente y los factores políticos, pues se necesitaba un estadio que reuniera condiciones similares a las de las cabeceras provinciales», precisó en diálogo con Granma el ingeniero Israel López Vera, vinculado a las labores de remozamiento en el parque desde el 2011.
En todo este tiempo ha presenciado de primera mano la evolución de un recinto amplio y con un diseño atractivo, al cual se le han incorporado 120 lámparas LED que ofrecen niveles óptimos de iluminación.
«Empezamos de cero en el 2014, con el movimiento de tierra para la construcción de las torres, porque el estadio solo tenía cuatro en los jardines y se
necesitaban más. Se realizaron trabajos de cimentación, además de la fabricación de columnas, bastidores y escaleras. En la fundición de las estructuras la Empresa Constructora Integral de Artemisa tuvo un papel clave con altos índices de calidad en el producto final», asegura López Vera.
De estas nuevas torres construidas, cuatro en total, dos se encuentran a ambos costados del plato, y otras dos se ubican al final de la medialuna por primera y tercera, para totalizar ocho estructuras en el estadio con lámparas LED de fabricación china.
«Esta tecnología se distingue por su calidad y ahorro energético, al punto de que no se consume ni la mitad de lo que se gasta en otros parques beisboleros del país. Además, no hay demora en el encendido y cada lámpara cuenta con cuatro secciones de trabajo independientes, una gran ventaja, de forma que si una de ellas se afecta solo baja un poco la capacidad de irradiar, pero sigue trabajando. Así no hay riesgos de un apagón total», explica López Vera, quien también develó las características del entramado de protección.
«Cada torre tiene un pararrayos y entre todos crean un efecto de paragua, como un escudo que protege el terreno y un perímetro que incluye áreas circundantes con altas frecuencias de impactos eléctricos. De cualquier forma, las lámparas cuentan con cinco años de garantía y, en dependencia de la cantidad de horas de explotación, pueden alcanzar una durabilidad de 15 años», confirmó.
Paralelo a la colocación del nuevo sistema lumínico se produjo la reparación capital de las torres de los jardines, el acolchonamiento de todas las cercas, la pintura de distintas gradas y exteriores, así como tareas de mantenimiento general en cuanto a pintura, carpintería, plomería y climatización, aunque todavía quedan ciertas deudas en el diamante.
«Con todo el ajetreo de la colocación de mallas para el sistema de protección contra rayos y el movimiento de tierra, el terreno sufrió bastante, sobre todo por el drenaje, que era de los mejores del país. Hemos dado pasos para recuperar el nivel cualitativo que demanda la Serie Nacional y estoy seguro de que lo vamos a conseguir pronto», enfatizó López Vera.
A su vez, el ingeniero destacó el rol protagónico de la Empresa de Construcciones del Inder, la Empresa de Mantenimiento de Centrales Eléctricas y CEISA de Pinar del Río, así como Viales y Comunales de Artemisa, todas vinculadas a las tareas en el parque.
Además, aseguró que la obra ha tenido un tremendo impacto en la comunidad, al punto de que muchos aficionados se volcaron en trabajos voluntarios.
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yander dijo:
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22 de agosto de 2017
23:37:56
Ramon dijo:
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23 de agosto de 2017
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23 de agosto de 2017
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Carlos David dijo:
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23 de agosto de 2017
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Dani97 dijo:
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Amaya dijo:
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24 de agosto de 2017
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25 de agosto de 2017
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