En los últimos tiempos su salud cada vez lo acompañaba menos.Pero su sonrisa afloraba en nuestros encuentros por razones de trabajo. Nunca olvidamos que desde 1965 fuimos condiscípulos en estudios en educación física y deportes.
Nos unía desde finales de aquel año la secreta intimidad de habernos coronado campeones de Cuba en baloncesto de primera categoría siendo prácticamente adolescentes. Claro que el mérito del título corresponde al inolvidable Pedro Chappé y a Ruperto Herrera.
Dichos estelares jugadores reforzaron para el certamen nacional a un equipo de intrépidos principiantes de la escuela Manuel Fajardo que había llegado de manera sorprendente a campeón de La Habana. En época con torneos provinciales de verdad.
Tantos años dedicado en cuerpo y alma al atletismo, propenso a la obesidad y de mediana estatura, era difícil para las generaciones posteriores identificarlo como baloncestista y menos campeón nacional de liga mayor. Pero bromeaba con el tema.
En los últimos tiempos mi presencia le hacía recordar. Alzaba la voz para captar la atención de quienes estaban cerca y con mirada cómplice exclamaba: ¡La gente no me quiere creer que fuimos campeones de baloncesto! ¡Díselo tú! No necesitaba respuesta de nadie para echarse a reir.
Los temas de atletismo nos unieron para toda la vida. Fue comisionado nacional de este deporte en etapa dorada. Desde 1980 a 1997. También dirigente a nivel de Centroamérica y el Caribe.
Pero ninguna obra es perfecta. Alguna que otra vez surgió la crítica. No recuerdo ninguna que le haya molestado. Al menos no lo supe. Siempre intercambió fraternalmente con el antiguo compañero de estudios devenido periodista. Al compartir el amor por el deporte — aun desde diferentes responsabilidades—, nuestros objetivos por mejorarlo se identificaban.
Fue uno de los fundadores y directivo de la Asociación Iberoamericana en los años 80. Desde esa misma década fungió como Oficial Técnico Internacional (ITO) de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF).
Jesús Molina Hernández en (Matanzas, 15 de octubre de 1948). Su carácter siempre inspiró confianza y seguridad en los subordinados, aparte de sus indiscutibles conocimientos técnicos.
Innumerables campeones y medallistas se lo agradecerán a perpetuidad.
Hasta sus últimos días trabajó por el atletismo. Delegado Técnico en la lid atlética de los Juegos regionales Veracruz 2014. A nivel nacional como secretario de la Federación Cubana. No faltaba a sus compromisos aunque se auxiliara del bastón. El más reciente fue organizar el encuentro de mujeres líderes de Norte Centroamérica y el Caribe (Nacac) los días 21 y 22 de noviembre último.
Por decisión familiar su cadáver fue incinerado después de una breve estancia en la funeraria de Calzada y K y será homenajeado por sus compañeros del deporte este miércoles a las 10:00 a.m. en el cementerio de Colón, donde reposarán sus cenizas junto a compañeros del deporte.
Molina tuvo el honor en el año 2003 de ser uno de los primeros exaltados al Salón de la Fama del Atletismo en Centroamérica y el Caribe, en la categoría de directivo.
Desde este 5 de diciembre, con su desaparición física, la familia del atletismo de América Latina y el Caribe, de Iberoamérica, de América y más allá, lo acogerá en el Salón eterno de sus corazones.
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ivan garcia sanchez dijo:
1
6 de diciembre de 2016
02:13:19
yasmany Respondió:
6 de diciembre de 2016
11:11:03
Leonardo dijo:
2
6 de diciembre de 2016
07:04:49
pachiri dijo:
3
6 de diciembre de 2016
09:51:10
Mercedes Roman y Casillas dijo:
4
6 de diciembre de 2016
16:47:30
gonzalo dijo:
5
6 de diciembre de 2016
23:17:22
Chiquita Respondió:
7 de diciembre de 2016
23:09:28
Marcelo Respondió:
8 de diciembre de 2016
05:39:29
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6
7 de diciembre de 2016
04:45:52
Héctor Julio Chaparro dijo:
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7 de diciembre de 2016
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Jim Vásquez dijo:
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13 de agosto de 2017
07:45:35
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