
Cuando se hable de los atletas más destacados del deporte cubano en el presente ciclo olímpico, hay un nombre de referencia obligada que tal vez pase inadvertido, pues el taekwondo, a pesar de sus resultados, todavía se mueve a la sombra de otras disciplinas de combate como el boxeo, la lucha o el judo. Hablamos de Rafael Alba Castillo, campeón mundial en Puebla 2013 y consagrado como doble medallista del orbe en la lid universal de Chelyabinsk 2015.
Títulos y resultados de relieve no le faltan al gigante santiaguero (2.02 metros de estatura), quien se ha dedicado a tumbar a sus rivales en cuanta competencia ha participado durante los últimos cuatro años, periodo de confirmación para un atleta que tiene solo 23 años.
Su último triunfo llegó en el Preolímpico de Aguascalientes, México, en marzo pasado, el cual le valió para asegurar la participación antillana en la división de +87 kilogramos en la cita estival de Río de Janeiro 2016, donde podrá intervenir un representante caribeño todavía por definir, aunque Alba lleva la ventaja.
Así lo aseguró a nuestro diario el entrenador principal de la escuadra varonil, Roberto Cárdenas, quien no descartó la opción de otro indómito, el medallista de bronce en Londres 2012, Robelis Despaigne, una mole humana que cuenta con las herramientas para ubicarse nuevamente en el podio del máximo escenario atlético mundial.
“Existe una gran rivalidad entre Robelis y yo, es un buen contrario, gran competidor y de mucha experiencia. Tampoco podemos olvidar a Carlos Guzmán, quien incluso le ganó a Robelis en el pasado Campeonato Nacional. Creo que esto es muy positivo para todos, porque los entrenamientos tienen un nivel mundial y olímpico”, expresó Alba a Granma tras concluir una leve sesión de entrenamiento esta semana.
Justo esa variante ha posibilitado el crecimiento del colectivo, burlando las habituales escaramuzas que representan el casi nulo fogueo internacional (el taekwondo no participó en más de cinco eventos este año) y la ausencia de petos electrónicos en los entrenamientos y controles. “Hasta la fecha no tenemos, se ha esperado a estar en cero para salir a comprar los nuevos, es un error grave. Ahora esperamos que los petos que lleguen cumplan con los requisitos de los que se utilizarán en los Juegos Olímpicos”, aclaró Cárdenas.
No obstante, conducidos por la sapiencia del propio entrenador y el resto de los preparadores, la escuadra varonil con Alba y Robelis a la cabeza como principales candidatos olímpicos, se encuentra actualmente implicada en aumentar el nivel de complejidad de las acciones técnicas.
“Un amplio grupo de especialistas en el mundo temen golpear y ser contraatacados, y nosotros también en alguna medida. Por eso trabajamos en ejecuciones de patadas con los bloqueos incorporados, esto nos dará mayor seguridad en los combates, solo que se precisa una alta coordinación hasta dominar la técnica”, explicó Cárdenas.
Rafael Alba es uno de los que poco a poco se adapta a la nueva dinámica, que puede repercutir positivamente en su ascenso. “La guardia siempre ha sido uno de mis problemas, al igual que la postura de combate. Esto último debo mejorarlo a medida que aumente la masa muscular, porque en mi división se requiere de mucha fuerza”, afirma el santiaguero.
—¿Hasta qué punto tu estatura te beneficia en el concierto competitivo actual?
—El tamaño ya no es tanto una ventaja, algunos de los contrarios me igualan o me superan en ese sentido. Todo esto va complicando un poco las cosas, aunque tengo bastante movilidad, detalle que no es muy común en las categorías superiores.
—¿Cuál sería el peso ideal de Alba para competir en los Juegos Olímpicos?
—Ahora mismo estoy en 95 o 96 kilogramos, y anteriormente he ido a los eventos entre 91 y 93. De cara a Río de Janeiro no tengo fijado un peso específico, la cuestión es encontrar uno con el cual me sienta cómodo para enfrentar el torneo.
—Te espera un camino espinoso en Río…
—Es cierto, enfrentaré a los mismos rivales de los últimos años, la mayoría somos medallistas olímpicos o mundiales, sin obviar a los que no tengan resultados destacados, porque todos llegarán muy bien preparados. Yo siento algo de presión, pero nada como la motivación de participar tan joven en mis primeros Juegos Olímpicos.
—Tanto tiempo sin chocar con esos fuertes contrarios, ¿te puede favorecer, o jugarte una mala pasada?
— Yo no me adapto a estar lejos de las competiciones, simplemente no hay otra opción que entrenar por los gastos económicos que lleva participar en torneos importantes. Por suerte tenemos a un coach muy dedicado, que estudia el deporte, observa muchos videos para transmitirnos y alertarnos de las técnicas que se utilizan y por dónde va el resto del mundo. Cuando llegue el momento de pelear, me concentraré en hacerlo lo mejor que pueda.

















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CARLOS dijo:
1
29 de abril de 2016
07:34:01
Amaya dijo:
2
29 de abril de 2016
13:40:56
Ramon dijo:
3
29 de abril de 2016
14:19:08
Edel dijo:
4
2 de mayo de 2016
08:13:37
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