ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
La serie danesa Los secretos que ocultamos (2025). Foto: FOTOGRAMA

Las naciones nórdicas poseen una de las teleficciones más atrayentes del planeta, debido a su factura, premisas argumentales, su retrato de turbiedades y zonas grises de la sociedad, aprehensión visual del elemento natural, interpretaciones y variedad de frentes temáticos, con el género negro a la vanguardia.

De Dinamarca provienen varios títulos clásicos de la región, como el thriller policial El puente y el notable drama político Borgen; o el reciente Los secretos que ocultamos, para atender más adelante.

La industria nacional de este formato encontró en Netflix una palanca de apoyo para expandir la difusión de sus materiales. Esa alianza surgió a través de la serie posapocalíptica The Rain, prosiguió con la fantástica Equinox, y alcanzó la tercera propuesta mediante El caso Hartung, todas transmitidas en Cuba.

Expresión catódica de lo dado en llamar nordic noir, o género negro nórdico, esta última miniserie se inspira en la obra literaria homónima del escritor Soren Sveistrup, entre los precursores de ese fenómeno cultural. Él, además, es ducho en la extrapolación del género a la pequeña pantalla, al ser el autor de otra alabada serie danesa como Forbrydelsen, y coguionista de El caso Hartung.

La matriz literaria de la serie se advierte en la densidad de una narración vigorosa, con varias capas de sentidos superpuestas hasta el desenlace de un conflicto expuesto, encauzado y resuelto mediante solvencia narrativa, coherencia dramatúrgica, unos climas potentes que singularizan y tornan subyugante al relato, e interpretaciones sólidas como las de la actriz serbio-danesa Danica Curcic en el rol central de la detective Naia.

Ella y su compañero Mark (Mikkel Boe Folsgaard) investigan la desaparición y presunto crimen de la hija de la ministra de Asuntos Sociales, Rosa Hartung. Al hecho se vinculan otros asesinatos de madres jóvenes. Los seis guionistas de la serie no se reservan ácidos comentarios sobre la opresiva arquitectura social de una sociedad emblemática de lo que un día fue el estado del bienestar.

Además del apunte sociológico, a El caso Hartung le favorece algo inherente a muchos materiales televisivos oriundos de Dinamarca, Suecia, Noruega e Islandia: el máximo aprovechamiento del entorno natural, rentable aquí tanto para configurar esas atmósferas lúgubres, frías –que tan bien le sientan–, como para goce de la fotografía, desde la misma cabecera. Las tomas aéreas de bosques otoñales son realmente espléndidas.

El caso Hartung concitó elogios (fundados) a escala planetaria, como se los granjeó también, hace muy poco, Los secretos que ocultamos (Netflix, 2025). Este thriller sicológico en clave negra, el cual recomendamos, estampa una mirada cuestionadora al racismo, la doble moral burguesa y las desigualdades sociales.

Confirma, una vez más en la teleficción y el cine (La caza, Los invitados u otros filmes) de ese país, que algo sigue oliendo a podrido. Siglos después de Hamlet, en el otrora remanso de bienestar están surgiendo series muy turbadoras sobre la descomposición moral del género humano, marcadas por un pesimismo desesperanzador hacia las expresiones de la especie.

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