ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Keith Ellis, mientras recibía la condecoración Medalla de la Amistad, de manos de Fernando González Llort. Foto: Maylin Guerrero Ocaña

«En ninguno de los casos el ejemplo cubano me ha enseñado a ser pasivo», se leyó en la pantalla de la sala Villena de la Uneac. El mensaje, con imágenes de su autor, nos lo puso ante los ojos una presentación con la que inició la Fundación Nicolás Guillén el homenaje póstumo que dedicó, por estos días, a Keith Ellis, el encumbrado humanista jamaicano, radicado en Canadá, que falleciera el pasado diciembre, a la edad de 89 años.

A su generosidad espontánea, al doctorado Honoris Causa que le otorgara la Universidad de La Habana; y a la Medalla de la Amistad que dispusiera para él el icap, se hacía también referencia, pero esa certeza, ganada por quien conoció muy bien a Cuba, quedó en el pensamiento, como para que nadie dudara de que el connotado intelectual fuera un admirador de nuestra realidad, y un arduo defensor de sus mejores propósitos.

Conducidos por Nicolás Hernández Guillén, presidente de la Fundación Nicolás Guillén, integraron un panel –que devino en un rico intercambio con el público– la poeta y traductora Nancy Morejón, premio nacional de Literatura; la profesora y ensayista Denia García Ronda, y el escritor y presidente de Casa de las Américas, Abel Prieto Jiménez.

Hernández Guillén se refirió a Ellis como autor de 20 libros y más de cien artículos académicos, considerado una autoridad mundial sobre la obra del Poeta Nacional de Cuba

Nicolás Guillén; docente en varias universidades y especialista en numerosas personalidades literarias y políticas hispanoamericanas, latinoamericanas y especialmente cubanas, entre ellas José Martí, José María Heredia, Fidel, el Che y Roberto Fernández Retamar.

Sobre Ellis, miembro de Honor de la Uneac y de la Fundación Nicolás Guillén, su amiga Nancy aseguró que, en su concepto de América, eran parte esencial nuestra Simón Bolívar, Martí y Guillén; y encomió su labor como traductor, la que consideró entre sus aportes esenciales. En su cosmovisión, dijo, encontró lazos entrañables entre literatura y sociedad, entre ciencia y humanidad, un convencido de que eran varias las literaturas que integran el Caribe, y no una sola literatura caribeña.

Por su parte, García Ronda prefirió referirse al ser humano que fue Ellis, y relató cómo «ya afectada su visión, manejó su automóvil desde Toronto, para que un grupo de cubanos amigos pudiéramos disfrutar de la maravilla de las cataratas del Niágara y tuviéramos el privilegio de ver la tarja en homenaje a José María Heredia, de cuya colocación él fue partícipe».

Keith Ellis es el tipo de intelectual que necesitamos hoy, un hombre que brilló en la academia, pero no permitió que la academia lo anquilosara, expresó Abel, al dirigirse al auditorio. Destacó en él un activismo que no era retórico, su moderación y su solidaridad, sin algarabías. «Lo habitó el señorío de los que fundan, y fue fundador de la Red en Defensa de la Humanidad», resaltó.

Una idea sostenida al comenzar el homenaje fue defendida por quienes, desde el público, se animaron a ofrecer sus opiniones: en Cuba tenemos el deber de no dejarlo morir. En la ocasión, trascendió que ya otros espacios de recordación tendrán lugar en su nombre. 

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.

Jorge Moraga dijo:

1

27 de marzo de 2025

18:23:20


Conoci a Dr Keith Ellis un profundo humanista y ecerrimo defensor de los derechos del pueblo cubano y de Cuba Uve la fortuna de escucharlo en varias ocaciones de su participacion en actos solidarios con Cuba en Toronto Canada fue un erudito no solo como profesor sino como un hombre de gran conocimiento en la literatura inglesa y siempre solidario con Cuba