ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: Cortesía del autor

Tal y como comenzó el 26 de enero en el Teatro Heredia: «bien arriba», con las Estrellas de Buena Vista Más y sus invitados, así cerró este domingo en Santiago de Cuba la edición 40 del Festival Internacional Jazz Plaza.

Con siete ediciones de experiencia santiaguera, el espectáculo comenzó esta vez por la céntrica Plaza de Marte y contó con agrupaciones como el Magic Sax Quartet; la orquesta Real Maravilloso, de La Habana; The Funky´Taters, llegados desde La Florida (EE. UU); la «todoterreno» María Victoria, absolutamente dueña del escenario; y la orquesta Adalberto Álvarez y su Son.

«Esta jornada no es para cerrar cortinas ni puertas, sino para abrir nuevos caminos para que vuelva siempre el Jazz Plaza, porque Santiago de Cuba ya es una casa para todos los cultores del género de aquí, del resto del país y de otras tierras», comentó Gerardo Houdayer, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).

El Comité Organizador en esta ciudad encabezado por el compositor Rodulfo Vaillant García, logró armonizar el programa artístico y un evento teórico «Mariano Mercerón in memoriam», dedicado al trompetista y showman Pepín Vaillant.

Tanto para los noveles como para los consagrados, el saldo del Jazz Plaza fue aceptado positivamente en la ciudad. Uno de los momentos más trascendentales fue el cúmulo de información que se manejó en el coloquio; además, se dedicaron ponencias y se teorizó sobre el aporte de artistas como los Calzado, Vistel, Manzano, Giro, entre otros. Este momento, fue también un reconocimiento a esas familias que tanto han hecho por la música y la cultura santiaguera.

Foto: Cortesía del autor

Otro de los espacios sobresalientes, fue la interacción que tuvieron los estudiantes de la Enseñanza Artística con celebridades del pentagrama cubano como la familia Vistel Columbié, Alejandro Falcón, Roberto García, Joaquín Betancourt, y otras luminarias presentes en tierra santiaguera. Luego de ver y escuchar lo que hicieron esos alumnos, puede afirmarse sin exagerar, que la continuidad del son, del jazz y de la música popular cubana en general, está garantizada.  

Para culminar el festival, el pasado domingo en las intersecciones del Paseo Martí y la calle San Pedro, se pudo disfrutar de La Jugada e Iván el Hijo de Teresa; también, en Santa Úrsula y calle Primera, se presentaron la centenaria Orquesta Hermanos Avilés, de Holguín, y la nonagenaria Chepín Chovén; en el Centro Cultural El Ingenio, de la Fundación Caguayo, actuó el Grupo D´Cuba, y en el Iris Jazz Club cerraron el Quinteto de Saxofones Portasol, el Cuarteto de Trombones Melodías, y The Heat Transfer, de Cuba.

A pesar de haber culminado esta 40 edición, aún se comenta sobre el formidable concierto que protagonizó en la Dolores, la orquesta Sinfónica de Holguín con el maestro Joaquín Betancourt al frente, quien, además, ofreció clases magistrales a la Enseñanza Artística. 

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.