A pocos días de que 2020 se convierta en referencia histórica, se reafirma lo que muchos venían augurando: los cines de Estados Unidos tuvieron la peor taquilla desde 1980, año en que empezó a llevarse el cómputo de las recaudaciones.
Pero si se mira más atrás, inflación mediante y otros matices de la economía, pudiera asegurarse que 2020 ha sido el año más caótico, no solo para los cines de Estados Unidos, sino en la historia de la industria cinematográfica de Hollywood, la más poderosa del mundo.
Las pérdidas provocadas por la pandemia han sido millonarias y, según informa The Hollywood Reporter, la recaudación en taquillas de 2020 representa una caída en los ingresos del 80 % en relación con 2019.
Si los daños no fueron mayores se debe a que los cines estadounidenses pudieron funcionar plenamente hasta mediados de marzo, pero desde entonces han estado intermitentes, con pocos espectadores y un aislamiento imprescindible, mientras que en territorios como California y Nueva York se mantuvo la política de puertas cerradas.
También la taquilla de los países asiáticos que exhibieron filmes producidos en Hollywood contribuyó a que el desplome no fuera total, al igual que los filmes estrenados en streaming, una opción ante la cual algunas casas productoras se han mantenido vacilantes, a la espera de que las vacunas contra la covid-19 acabe por recuperar los caminos luminosos del gran negocio cinematográfico.
Pero el tiempo apremia, los capitales se contraen, y no faltan estudios como la Warner Bros., que ya anunciaron que no esperarán por las salas de cine y se la jugarán en 2021 estrenando en streaming, sin hacer caso de los dueños de cines que, parados a la entrada de sus salas, siguen vociferando y hablando de traición.












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