ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Virgilio López Lemus, poeta, escritor y profesor. Foto: Jorge Luis González

El premio Rafael Alberti, que confieren el Festival Internacional de Poesía de La Habana y la Sociedad de Beneficencia de Naturales de Andalucía y sus descendientes, le fue otorgado el pasado lunes al poeta Virgilio López Lemus, en la sala Villena, de la Uneac, como parte de las acciones del programa que protagonizarán los bardos participantes del evento.   

Tras la celebración del foro En defensa de la poesía popular, con el que arrancó oficialmente el Festival, tuvo lugar la ceremonia, que encomia, siempre en el contexto del evento, la labor de escritores y artistas de prestigio dentro del movimiento poético. El acto estuvo presidido por Alex Pausides, presidente de la Asociación de Escritores de la Uneac, y Aitana Alberti, hija del autor de Marinero en Tierra, quien leyó las palabras inaugurales.

Gran conocedor de la obra de Alberti, López Lemus declaró sentirse honrado por haber profundizado en la poesía de este escritor que, aunque no lo obtuvo, mereció el Premio Nobel de Literatura y cuyo legado literario permanecerá vigente.

López Lemus agradeció a los presentes y reconoció la poesía como trabajo esforzado y labor marcada por la constancia en el ejercicio.

Un amplio programa de actividades con sello de Festival de Poesía ya tiene lugar para dar curso al festejo que culminará el próximo 3 de junio. En días en que es más fuerte la voz de la poesía –que no respira en el mal–, valgan estos versos grandiosos del Poeta del Pueblo, el siempre contemporáneo Miguel Hernández, cuya vida cobró el fascismo español, el mismo que pugna hoy por desangrar a los pueblos de los que somos parte.  

Para la libertad

Para la libertad sangro, lucho, pervivo.

Para la libertad, mis ojos y mis manos,

como un árbol carnal, generoso y cautivo,

doy a los cirujanos.

Para la libertad siento más corazones

que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,

y entro en los hospitales, y entro en los algodones

como en las azucenas.

Para la libertad me desprendo a balazos

de los que han revolcado su estatua por el lodo.

Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,

de mi casa, de todo.

Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,

ella pondrá dos piedras de futura mirada

y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan

en la carne talada.

Retoñarán aladas de savia sin otoño

reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.

Porque soy como el árbol talado, que retoño:

porque aún tengo la vida.

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CELESTE dijo:

1

31 de mayo de 2018

13:22:50


Muchas felicidades por ese merecido reconocimiento le enviamos desde Sancti Spiritus.