ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Se cumplieron este viernes diez años de la muerte de Noel Nicola, uno de los fundadores de la Nueva Trova. Foto: Archivo

Noel Nicola es un enigma por descifrar. Es uno de esos rompecabezas que debemos tratar de armar pero con la certeza de que, al final del camino, estaremos dando un salto al vacío sin agua en el fondo. Todo en él irradiaba un profundo simbolismo, un profundo misterio. Para entender su obra y su carrera no podemos recurrir al mismo rasero con que analizamos la trayectoria del resto de los músicos de su generación. Hay que tratar de observar la vida a través de la perspectiva de un trovador que fue parte de todo y al mismo tiempo tomó alguna vez cierta distancia,  pero que realizó una obra cumbre en la trova cubana con la que, aparte de la épica revolucionaria en la que surgió,  también eligió darle relumbre a las pequeñas cosas.

Conocí a Noel Nicola una tarde del 2001 en su apartamento del edificio de Infanta y Manglar, adonde llegué junto a uno de esos amigos que son para toda la vida y que por aquel entonces estudiaba Derecho en la Universidad de La Habana. Fuimos hasta su casa para compartir algunos discos con un familiar cercano del trovador, y Noel salió a saludar, con esa mirada noble, y extendió la mano con esos gestos de hombre bueno que siempre definieron su personalidad. Ha­blamos brevemente y nos prometió regalarnos algún disco que, por la rapidez huracanada de la vida,  nunca pasamos a recoger.

El trovador no venció en la batalla contra el cáncer de pulmón y murió cuatro años des­pués, el 7 de agosto del 2005, y justamente este viernes se cumplieron diez años de su partida. Lo lamentable es que esa fecha tan simbólica haya pasado en silencio en los medios cubanos, ya que hablamos, sin temor a equivocarme, de uno de los nombres fundamentales de la Nueva Trova, en particular, y de la música cubana, en general.  

Hijo de Isaac Nicola, maestro de Leo Brouwer y considerado el creador del mé­todo cubano para la enseñanza de la guitarra, Noel formó con Silvio y Pablo un importante triunvirato de la Nueva Trova. Fue fundador junto a sus colegas de oficio de este movimiento que cambió la faz de la música cubana y puso en pie canciones que también se transformaron en manifiestos ineludibles de una generación. Noel entendía la trova como una religión muy personal, como un acto de fe, y sus canciones nacieron con una armazón casi filosófica, como aquella cuyos versos dicen: “Séquese la vida antes de entrar, rómpase la risa antes de entrar, cuelgue su cerebro antes de entrar, reza el cartel allí”. No obstante, el significado de este tema, titulado precisamente Reza el cartel allí, está más que claro y “fustiga”, para decirlo en la voz de otro de sus compañeros de generación, a los “perseguidores de cualquier nacimiento”, esos  que todavía a la luz de hoy reproducen los códigos más aberrantes de la burocracia y la mediocridad más feroz, para frenar de raíz las iniciativas de aquellos que pueden aportar realmente al desarrollo de la sociedad.

Noel participó en el concierto fundacional de la Nueva Trova del ya lejano 18 de febrero de 1968, en la Casa de las Américas, e integró el Grupo de Experimentación Sonora del Icaic, con el cual grabó discos que con el tiempo adquirieron  valor de símbolo, como  Cuba Va (junto a Silvio y Pablo)  El hombre de Maisinicú —en el que aparece Canción para dormir y despertar a Nadia, uno de esos temas en que el trovador resuelve mostrar toda su sensibilidad creativa—, y los cuatro álbumes homónimos publicados bajo el nombre de esa icónica formación.

El músico, nacido en La Habana el 7 de octubre de 1946, pertenece a esa especie de creadores que se aferran a sus canciones como si se estuvieran agarrando al borde de un bote salvavidas. A pesar de tener una voz interior muy intensa y apasionada, su proyección hacia la sociedad era la de un tipo tranquilo, sosegado, como si estuviera en paz consigo mismo, algo que, huelga decirlo, prácticamente era imposible porque provenía de  una generación y de una época que fue, digamos, un torbellino. Ni bien salió al ruedo con su guitarra, dio signos evidentes de que iba camino a trascender gracias a canciones escrutadoras y elaboradas con una trémula sensibilidad, entre ellas aparecen las esenciales Esa mujer es un dolor,  Laura, milonga y lejanía,  Qué hay delante, detrás, al lado,  Pa­ra una imaginaria María del Carmen o Es más, te perdono.

Los que tuvieron la suerte de frecuentar su entorno, cuentan que Noel comenzó a componer desde  los 12 años, pero lo cierto es que aunque apenas se conozca, sobre todo por las nuevas generaciones, dio cuerpo a un repertorio vasto y de obligada referencia en la escena cubana. A veces el trovador, por alguna extraña razón, decidía recogerse en su mundo interior y se alejaba muchos kilómetros de la realidad. Quizá porque elegía mirar las cosas sin la premura de los días, para escribir canciones lo más fieles posible  a la vida que pasaba ante sus ojos.  Así, con esos rasgos tan únicos y singulares grabó discos como Ánimo trovador, Dame mi voz, Co­mien­zo el día, Lejanías, Así como soy,  o Noel Ni­cola canta a César Vallejo.  Por cierto, el poeta peruano fue una influencia que mar­có para siempre el horizonte de aquellos jóvenes trovadores, pues Silvio, Pablo o Vicente Feliú, otro de los fundadores de la Nueva Trova,  lo recuerdan asiduamente en sus conciertos o en sus discos más actuales, como seguro saben aquellos que todavía asisten a los conciertos aunque “no esté de moda en estos días”.

Noel  mantuvo un abanico creativo bastante amplio. Se movió entre el son, el rock, la canción y la trova tradicional, y después de pasar la primera época de la Revolución mantuvo una carrera en la que cantó al amor en todo su significado, a la mujer y, como buen cronista de su tiempo, puso el dedo en la llaga de los lastres sociales que van desde el oportunismo, la doble moral hasta la mencionada burocracia.

Cuando se cumplen diez años de su muerte, es triste que su obra  permanezca en silencio y que incluso muchos no conozcan de la existencia de un  trovador que entregó al mundo canciones tan hermosas y llenas de sensibilidad, esas mismas que hoy deberían correr mejor suerte, para que los jóvenes  puedan descubrirlas como quien realiza una auténtica conquista espiritual.

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Manuel dijo:

1

8 de agosto de 2015

14:35:05


Conocí a Noel Nicola en enero de 1964, cuando fuimos destinados a la misma unidad militar de las nacientes Tropas Coheteriles Antiaéreas (TCAA), y compartimos litera en la misma barraca. Noel era un jóven muy maduro para su edad e inseparable de su guitarra. En aquella época, donde hasta los Beatles estaban prohibidos, su pasión por la música no era bien recibida por la jefatura de la unidad, aunque resultaba un excelente entretenimiento para los soldados que nos reuníamos a escucharlo en los fumaderos (zonas de seguridad, heredada de los soviéticos donde fumar no constituía un peligro para la técnica de combate). A pesar de su madurez, a Noel le gustaba gastar sus bromas, y algunas de ellas le trajeron no pocos disgustos con sus "víctimas", disgustos que terminaban diluyéndose en la primera descarga nocturna que se produjera. Recuerdo que en oportunidades se volvía taciturno y se apartaba de todos y de todo. En una oportunidad trasladó su dormitorio hacia una sección independiente de la barraca donde se depositaban los equipajes en estantes y ahí mismo colocó su colchoneta y se instaló. Su aislamiento fue total y ni siquiera iba al comedor, los que nos obligaba a que los amigos sacaramos a hurtadillas comida para alimentarlo. Lo conocí esquelético y murió con la misma complexión física. De esa etapa de "retiro espiritual" recuerdo una de sus composiciones que me interpretó en una de las oportunidades en que me tocó llevarle alimento. El título no me viene a la mente, pero sí una parte en que decía "... y esta canción ya la canté mañana", que para todos nosotros (proveníamos de un llamado hecho en las escuelas secundarias básicas y la mayoría no sobrepasaba los 15-16 años de edad) era una muestra de locura total. En uno de los esporádicos pases a La Habana que teníamos Nicola no regresó y dejé de verlo durante varios años hasta que me lo tropecé en una actividad que se realizaba cerca de mi casa y lo arrastré para que cenara conmigo. Mi abuela cuando lo vio se quedó pasmada de los flaco que estaba y trató de "inflarlo" de una vez y por todas. Noel se dio cuenta de que estaba siendo sobrealimentado compulsivamente por abuela y le dijo que si no paraba la guitarra ya no le cabría sobre las piernas. Después nos perdimos mutumente de vista y nos cruzamos en uno de los puentes de Matanzas, yo viajando en un jeep y él pidiendo "botella" con su guitarra al hombro. Lo recogí y fue la última vez que nos vimos. En aquél momento me dijo, con su brit'anico sentido del humor, que lo que más quería cuando llegaramos a La Habana era hacerle una visita a mi abuela para que le sirviera todo lo que no pudo comerse aquella noche. Quizás esto aporte algo al rompecaabezas que trata de armar.

Lucio Faez dijo:

2

8 de agosto de 2015

14:54:51


Fue Noel uno de esos grandes amigos que para otros " no encajaba del todo" en la voragine de la epoca, tal vez eso sea que lo hayan preferido tener en el olvido a sus diez anos de su partida. Claro, fue algo enigmatico, un electron aislado en el nucleo del atomo quimico de la vida de aquella Cuba donde desarrollo su mas fortalecida pasion por el canto. Su apartamento fue nuestro refugio de canciones, nostalgias, malabrismos y esperanzas, algunas de ellas truncadas.

MIGUEL ANGEL dijo:

3

8 de agosto de 2015

15:58:56


PORQUE ESA MALA COSTUMBRE DE "OLVIDAR" A PERSONALIDADES CUMBRES EN DIFERENTE ESFERAS DE LA VIDA SOCIO ECONOMICA Y POLITICA DE NUESTRO PAIS? NO ENTIENDO POR QUE SE REITERAN ESTAS OMISIONES, Q INTENCION TIENEN? OCURRE EN CUALQUIER ESFERA, PUEDO DECIR Q LAMENTE MUCHO, Q NO SE REALIZARA UNA BREVE SINTESIS NECROLOGICA CUANDO FALLECIO UN CAMARADA MEDICO, REVOLUCIONRIO, PATRIOTA, Q ESTUVO EN LA GUERRILA DEL CHE EN EL CONGO, EL DR RAFAEL ZERQUERA, COMO SI NADA HUBIERA PASADO. Q PODRAN PENSAR SUS FAMILIARES, AMIGOS, COMPAÑEROS, VECINOS Q CONOCIERON SU TRAYECTORIA REVOLUCIONARIA? Q DEJAMOS COMO EJEMPLO PARA LAS NUEVAS GENERACIONES? AHORA OCURRE CON ESTE ILUSTRE MUSICO CUBANO, POR QUE? SIN EMBARGO, EN OCASIONES DESTACAMOS LA DESAPARICION FISICA DE PERSONAS SIN TANTA RELEVANCIA. SE TRATA DE AMISTADES, NO SE, NO TENGO LA EXPLICACION. ME AGRADO MUCHO EL REPORTAJE SOBRE LA MADRE DE LOS HERMANOS SAINZ, MARTIRES DE LA REVOLUCION, EN SU 105 ANIVERSARIO, PATRIOTA DESTACADA, UNA MARIANA GRAJALES DE NUESTROS TIEMPOS. NO SE SI ALGUIEN PUEDE DARME ALGUNA EXPLICACION AL RESPECTO, O SIMPLEMENTE NO HAY EXPLICACION.

Anar dijo:

4

11 de agosto de 2015

12:15:30


hermoso artículo, Noel Nicola entregó mucho, es un hecho, no debemos pasar por alto su obra, darla a conocer a los jóvenes, dar a conocer al más modesto de los compositores y trovadores cubanos.