Cuba perdió a una de las grandes voces de la música con la muerte del cantante Adriano Rodríguez a los 91 años, víctima de una prolongada enfermedad. El legendario intérprete, quien estuvo colaborando en los últimos años con el multifacético compositor Edesio Alejandro, fue sepultado ayer en el cementerio de Guanabacoa, el municipio donde nació hasta convertirse en una de sus grandes leyendas.
Nacido en 1924 y procedente de una familia de músicos, se desempeñó en diversos ámbitos de la creación sonora insular, convirtiéndose en un valioso defensor del folclor y la tradición trovadoresca. En 1946 integró el grupo que Gonzalo Roig presentó en el ayuntamiento de La Habana, que tuvo como solista a la gran Rita Montaner, con quien además compartió numerosas actuaciones en la radio de la época.
A lo largo de su prolífica carrera trabajó con figuras como Benny Moré, Barbarito Diez, Sindo Garay, Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Laíto Sureda, Carlos Embale, Vicente Feliú, y fundó el Coro Polifónico de La Habana, que más tarde pasaría a ser el Coro Nacional. Adriano se paseó además por grandes escenarios cubanos e internacionales como el Cabaret Tropicana, el Copa Room del hotel Riviera y el teatro Carnegie Hall, de Nueva York.
Por sus notables aportes a la identidad cubana, el legendario cantante, que nunca dejó de enseñar y compartir escenario con jóvenes trovadores en espacios como la Peña Trovando, de la Egrem, recibió el Premio Nacional de Música en el 2013, la distinción por la Cultura Nacional y la medalla Alejo Carpentier.












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Digna Guerra dijo:
1
25 de julio de 2015
09:22:11
jose dijo:
2
26 de julio de 2015
14:53:38
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