El alimento animal no puede depender de las importaciones

Granma.–Lograr que la producción de alimento animal «gane más terreno» en nuestros campos es ya un asunto impostergable dentro de la estrategia nacional para sustituir importaciones, según resaltó, recientemente en el programa televisivo Mesa Redonda, el ministro de la Agricultura, Gustavo Rodríguez Rollero, quien especificó que el país gasta unos 500 millones de dólares en la compra de materias primas o piensos para los alimentos.

El titular del ramo insistió, además, en la importancia de utilizar el palmiche, los pastos y forrajes, y potenciar el cultivo de la yuca, el maíz y las plantas proteicas en la producción de alimento animal, como alternativas al complejo escenario provocado por el nuevo coronavirus y a las limitaciones impuestas por el bloqueo para el arribo a la nación de los barcos con los insumos.

Como respuesta a esa creciente necesidad del país de garantizar la soberanía alimentaria y disminuir la importación de alimentos con las producciones locales, en Granma se rescataron en 2019 más de 3 300 hectáreas (ha) de pastos y forrajes, y más de 6 644 ha, que estaban infectadas de aroma y marabú.

De estas últimas tierras recuperadas 455 hectáreas se destinaron a la siembra de árboles proteicos como la morera y la titonia, ambos de alto valor en la dieta de aves y ejemplares de porcino, ganado mayor y ovino-caprino, entre otros; en tanto, 259 hectáreas fueron plantadas de yuca, de acuerdo con la información ofrecida por la ingeniera pecuaria Teresa Atencio Rosabal, especialista de Ganadería en la Delegación Provincial de la Agricultura.

Para este 2020 –precisó–, la provincia tiene previsto continuar avanzando en la recuperación de las tierras destinadas al alimento animal con la siembra de otras 6 605 ha y el incremento a 673 ha de árboles proteicos, para lo cual ya se cuenta en el territorio con las semillas.

Destacó, asimismo, que dos fábricas destinadas a la producción de pienso criollo en Granma, se encuentran trabajando con materias primas locales, que incluyen la harina obtenida de las plantas proteicas y los residuos industriales del azúcar, el arroz y el café.

En aras también de fortalecer el programa se logró la instalación de más de un centenar de cercas con 8 049 cuartones, que facilitan la rotación de los animales durante el pastoreo, y se anexaron áreas para la siembra de arbustos como la cratylia y el nacedero, que sustituyen la importación de la soja y el maíz, al emplearse en la producción de pienso criollo, explicó la especialista.

A pesar de estos avances, Atencio Rosabal reconoció que las potencialidades del alimento aún están por debajo de los indicadores estimados, teniendo en cuenta que solo se ha logrado suministrar 35 kilogramos por animal, lo que se comporta a un 15 % por debajo de la dieta recomendada para un día.

No obstante, señaló, el territorio granmense asume variantes para no detener la recuperación del programa, incluso ante la falta de combustible. Para ello, las bases productivas han utilizado la tracción animal en la recogida de los residuos de la caña y en la preparación reciente de más de 2 000 hectáreas, listas para el inicio de la siembra del alimento animal al cierre de este mes de abril.