La COVID-19 ha revolucionado al mundo y nos está desafiando a repensar una nueva manera de entender la vida. Son momentos de engrandecerse, de transformar el dolor en espíritu de lucha y la actuación personal en acción social compartida. A pesar del duro asedio de la realidad, hay que resistir y no claudicar.
Tendríamos que intentar encontrar algún «para qué» a esta conmoción universal, aumentar nuestra capacidad de discernimiento y lucidez, y no dejarnos arrastrar por el tedio, la sensación de vacío y el sinsentido.
Se ha hablado mucho de la oxigenación de la atmósfera y del mejoramiento del medio ambiente. ¿Podremos decir lo mismo de los humanos? ¿Lograremos sanear nuestras vidas y relaciones? ¿Tendremos la capacidad de capturar los mensajes existenciales que esta nueva realidad nos está ofreciendo?
Si usted logra ver la luz al final del túnel, si logra entender que toda adversidad lleva en sus entrañas la semilla de algún beneficio, en los años venideros sentirá «el orgullo del sobreviviente», frase dicha por expertos cuando las personas salen airosas de situaciones difíciles.
Todavía viviendo en escenarios muy duros, inciertos y poco habituales, podemos encontrar un propósito para trascendernos a nosotros mismos. Como bien dice Friedrich Nietzsche: Aquel que tiene un porqué para vivir se puede enfrentar a todos los «cómos».
Atrévase a sacar lo mejor de usted, no deje pasar el tiempo inútilmente. Los peores momentos pueden resultar ser los mejores maestros para el crecimiento humano.
Revise su brújula interior, haga un scanner de su vida, redescúbrase, cuestiónese sus modos habituales de funcionar, sea su propio entrenador.
No hay viento a favor para quien no sabe a dónde va. El viento y las olas siempre van a estar del lado de los marinos más capaces. Quiéralo usted o no, esta experiencia de vida lo coloca en una nueva posición y le obliga a enfrentar nuevas realidades. Aprovéchelas. Hágase algunas preguntas existenciales e intente hacerlo mejor.
¿Somos tan responsables en el autocuidado de nuestra salud física y equilibrio emocional? ¿Es usted capaz de autoliderearse? ¿Está entre las personas que a base de descuido cotidiano de su salud van cavando su propia tumba? La vida no es una carrera de cien metros, es un maratón de largo alcance. Hay que ofrecerle al cuerpo combustible suficiente para no gastar excesivamente la energía: descanso, alimentación, ejercicio, respiración, relajación, meditación, vida activa. Revise si en vez de hacer lo anterior toma atajos mentales, que provocan decisiones poco afortunadas, como el hábito de fumar, consumir drogas, beber en exceso, comer compulsivamente.
¿Cuida de su equilibrio emocional? La serenidad no es estar a salvo de la tormenta, sino saber encontrar la paz en medio de ella. Aprenda a lidiar con la ansiedad, que hoy no es injustificada, es real. Regálese instantes de calma en los que sumergirse en actividades placenteras, esas en las que el pensamiento descanse y las emociones fluyan como leer, escuchar música, bailar, ver una serie, hacer actividades manuales. Mantenga el aplomo, la sensatez, el buen humor. Trate de encontrar espacios para el silencio, la reflexión, la risa y la relajación.
¿Cuál es su actitud ante la vida? Sabemos que existen personas que hinchan su ego de fatua vanidad y pedantería, solo por ocupar algunas «posiciones» y tener ciertas «posesiones». El mundo moderno defiende la idea de que una vida exitosa se logra a partir de la realización de cosas extraordinarias, como alcanzar el honor, la notoriedad, el brillo, la fama y el poder. Este tiempo de crisis vuelve la mirada «al mundo simple de la vida», aquel que otrora se asociaba a la rutina, a la nimiedad, al espacio de los «tiempos perdidos». Algunos hombres hoy se sienten desempleados, porque consideran que las labores domésticas y de cuidados, al no ser rentables, son trabajos de segunda categoría. Es muy probable que usted sienta una gran frustración por no estar llevando la vida que responde a los paradigmas que hoy se concibe que valen la pena vivir en otros ámbitos existenciales, distintos a la vida ordinaria. Sin embargo, hoy todo es incierto, nuestra economía insegura, nada está bajo control, todos dependemos de todos, nuestro escenario vital es doméstico y reducido. Ojalá que estas lecciones de indefensión, incertidumbre, en la actual vida de emergencia, nos logren aportar algo de humildad, para valorar que la auténtica alegría y el bienestar se encuentran en las cosas más sencillas de la vida.
¿Cómo es su relación con el tiempo? El andar de prisa es una característica que se ha ido imponiendo en la era actual. Ahora inevitablemente hay que firmar otro contrato con el tiempo. Se impone la mirada en el horizonte a corto plazo. ¿Se ha preguntado si usted sabe propiciarse de un ritmo de vida tranquilo? ¿Vive en piloto automático o sabe centrarse en el momento presente? Si hasta no hace mucho esperábamos el viernes para cambiar el ritmo, en tiempos de la covid-19 el ritmo y las rutinas van por nosotros. Tómese el tiempo en las cosas sencillas: sembrar una planta, hacer una manualidad y darse una ducha. Aprenda a no vivir apurado, no adelante las preocupaciones del mañana, mañana seguro traerá otros problemas a resolver. La mente tiene una capacidad increíble de acelerarse, de dispararse. Aprenda a fomentar la capacidad de espera y el don de la paciencia. Dígase mejor: cuando lleguemos a esos ríos construiremos esos puentes. Evite la multitarea. Esto, a la larga, solo es fuente de estrés y suele conducir a resultados poco eficaces. Un tiempo para cada cosa y cada cosa a su tiempo.
¿Sabe cuidar de sus relaciones? ¿Usted ha sumado personas a lo largo de su vida y ha multiplicado sus amistades, o ha ido restando afectos en el descuido de sí mismo y de los otros? A veces nos ubicamos más en lo que esperamos de los demás que en lo que los demás esperan de nosotros. ¿Ha pensado el valor que pueden tener en este momento unas palabras de aliento en medio de tanto desespero y soledades? ¿Ha valorado en su justa medida cuánto consuelo puede usted ofrecer a un alma atribulada? ¿No ha pensado que la vida tiene sentido en la medida en que uno aprende a aprender a amar? Cuide de lo que dice y cómo lo dice. Module el tono de voz, el exceso de reproches y de críticas. Trate de generar espacios de silencio. Pida lo que necesite sin chantajes emocionales ni maniobras culpabilizantes. Cuente hasta tres antes de hablar y hasta diez antes de actuar, es uno de los principios más importantes que deben guiar nuestras relaciones, en especial las familiares.
Revise si está siempre a la defensiva, si es una persona reactiva que saca chispa por todo, si responde de forma agresiva. No deje estallar ese material incendiario, ahora que todos estamos más necesitados de aliento, consuelo y cariño. Use preferentemente palabras como siempre, posible, quiero, puedo, esperanza, gracias. Nunca olvide que lo importante no es el tiempo que va a durar el confinamiento, sino las huellas que puedan quedar, que basta un segundo para decir o prodigar un mal gesto o una mala acción, pero se necesitará de mucho tiempo para sanar las heridas que dejemos El descuido sistemático de las cosas pequeñas es la ruina del amor. Son tiempos de encender antorchas para iluminar el camino de muchos, al mismo tiempo que iluminamos el nuestro.
No hay moratoria para seguir soñando, creciendo y aprendiendo como personas. Entre las dificultades se esconden las mejores oportunidades. Cuando la vida te cierra la puerta, la esperanza te abre una ventana. Si hay algo que puede cambiar, ponga manos a la obra, todo es difícil antes de ser fácil. La vida es y siempre será una batalla, y la fuerza y el coraje se entrenan, no se compran con receta. La verdadera generosidad con un futuro sin la covid-19 consiste en entregarlo todo al presente.
Como bien dijo Martí: «La vida no tiene dolores para el que entiende a tiempo su sentido».






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Sonia dijo:
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25 de abril de 2020
09:10:32
Alfredo Melly dijo:
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25 de abril de 2020
13:04:43
Lila dijo:
3
25 de abril de 2020
13:17:08
marta dijo:
4
25 de abril de 2020
18:43:31
Michel mesa dijo:
5
26 de abril de 2020
08:44:11
María dijo:
6
26 de abril de 2020
16:59:18
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