Agente Raúl, infiltrado en el Buró de Investigaciones batistiano
Convirtieron la sede de investigaciones de la policía batistiana en una guarida de asesinos. Los «asesores» del FBI adiestraron a los verdugos del Confidencial-1 en el uso de los más sofisticados métodos de interrogación y torturas, que luego aplicaban implacablemente a quiénes caían en sus manos








