ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
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Los Van Van, entre lo mejor de la música cubana, cumple este año medio siglo. Foto: tomada de Cubasí

Mucho se ha escrito sobre este polémico tópico, y se seguirá haciendo mientras no se tome verdadera conciencia de lo necesario de defender y blindar a nuestra música del mal gusto y las amarras que ello significa. Y por ello pregunto, ¿está bien defendida? ¿Qué parte de nuestro pasado musical es de obligada referencia para los jóvenes? ¿Por qué estos miran hacia otros horizontes mientras grandes estrellas miran hacia nosotros?

Factores diversos podríamos citar, y deseo comenzar por los espacios públicos y la –nuevamente– polémica que nos atañe por estos días, pues no es secreto para nadie qué sucede en espacios públicos de casi todo el país en lo referente al consumo de chatarra musical, donde la llamada contaminación sonora está de fiesta sin que todas las instituciones se hagan responsables de una regulación adecuada. En ferias, zoológicos, tiendas, escuelas, centros comerciales, acuarios, parques temáticos... por dondequiera que nos movamos encontraremos in extremis la anticanción de moda salida de un falso estudio de grabación ya sea en La Habana o Miami, a todo volumen y con la sonrisa complaciente de quienes se jactan de estar a la moda.

Esa agresión sonora, contaminada de palabras muchas veces obscenas, es el día a día de otra parte de la sociedad: los que no trasnochamos en bares e intentamos educar a nuestros hijos lejos de la vulgaridad y el atropello musical, de esas fatídicas tendencias tan ligadas a la conducta social, pues cuando un niño repite el estribillo de alguna canción de marras, también repercute en su entorno y es (y somos) juzgado por ello.

Los espacios públicos son para todos, y como tal deben diseñarse sonoramente: por grupos etarios y sobre todo tratando de promover un patrimonio sonoro que no solo tenga su fuerza en el pasado, sino también que resalte el fortísimo movimiento musical actual liderado por talentosos artistas en los diversos estilos de la música cubana e internacional: el son, la salsa, la timba, el changüí, la trova, el rock, el reggae, etc.

Hace pocos días supe por una persona que, muy airada, me explicaba lo sucedido en la ciudad de Matanzas, donde se realizó un pasacalle a través del Paseo Narváez. El mismo fue iniciativa y gestión de la Oficina del Conservador, del Gobierno local y otras instituciones, e intervinieron bailarines, artistas plásticos, el pianista Alejandro Falcón y otros invitados, pero todo ello bajo el asedio sonoro del más brutal y descarnado reguetón impune y ante la mirada atónita de niños y público asistente. ¿Por qué el arte genuino tiene que sucumbir ante tanta desidia y mal gusto? ¿Por qué descuidamos el entorno sonoro en detrimento del más elemental sentido de pertenencia musical?

Otro factor que debiera tenerse como premisa es la salvaguarda del patrimonio musical cubano, pero de manera efectiva, palpable, vital. Muchas agrupaciones de arraigo popular, pero desfavorecidas por la moda y sus pasarelas de turno, no encuentran lugar promisorio en la difusión coherente que se dice potenciar, y por consiguiente otras de efímera fabricación son legitimadas y bien publicitadas por encima de un consenso de calidad. Al final es el público el único perdedor en esta ecuación donde no prima un equilibrio justo, donde se toman decisiones caprichosas sustentadas en el mal gusto o el desconocimiento en un país con tanta historia y presente musical.

Así, es evidente que la gran mayoría desconoce buenos proyectos, pues no se transmiten lo suficiente por TV, o son vagamente difundidos en espacios públicos o no son prioridad, con lo cual se potencia un retroceso notable para dar paso a lo que yo denomino irónicamente marabú musical: aquello que mal ocupa un lugar vacío por dejadez y desidia. No abogo porque la balanza se desplace hacia un solo lado, pero no pueden olvidarse las canciones para niños de Teresita Fernández, Kiki Corona, Celia Torriente o la internacionalmente conocida María Elena Walsh con tal de publicitar Bajanda en el Acuario Nacional. Si lo seguimos haciendo y permitiendo, estaremos condenados a perecer musicalmente hasta el fin de los tiempos, sin derecho de resurrección posible.

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Eduardo Revilla dijo:

1

21 de febrero de 2019

01:27:44


Amigo Oni, te faltó algo que es fundamental. La promoción y la difusión se está pagando, y muy caro. Hay muchas manos inescrupulosas lucrando a costas de los músicos. Por estas razones lo que se difunde y lo que se contrata no es el mejor artista o unidad artística, es el que más paga. Es una triste realidad. Si tienes dinero no necesitas hacer buena música. Pagas un disco, pagas un videoclip, pagas los espacios y pagas la promoción y difusión.

ng dijo:

2

21 de febrero de 2019

07:24:42


magnifico articulo

Norma Vàzquèz Payrol dijo:

3

21 de febrero de 2019

08:10:21


Estoy de acuerdo con este articulo,pues hace unos dias visitè con mi familia la piscina del Circulo Juvenil Somos Jòvenes de Santa Clara y me asombrè por las malas palabras que tuve que oir en varias canciones.Nuestra mùsica es muy buena,no es esa.

Wilfredo dijo:

4

21 de febrero de 2019

08:44:11


Muy bueno el artículo Oni Acosta! Cierto El Marabú Musical lleva consigo veneno, a veces, irreparables, principalmente, para la juventud: Me refiero a expresiones, conductas (chusmería)........, que trascienden y personas mal intencionadas tergiversan y atacan, para denigrar a la revolución.

Pável González Noa dijo:

5

21 de febrero de 2019

09:03:02


Muy acertado el artículo. Es bueno recordar que en la guerra mediática actual, el enemigo pretende encumbrar los falsos artistas que promuevan el culto a falsos valores, que por repetitivos se harán cotidianos para nuestros hijos y nietos. (Ver artículo "Como EEUU diseñó imponer su hegemonía sin hacer mucho ruido", Yisell Ródríguez , Periódico Granma, 27/08/2019)

Agustin Navarro dijo:

6

21 de febrero de 2019

09:46:34


Menos mal que en casa a nadie le gusta el reguetón malo, es una vulgaridad de mal gusto si se sigue permitiendo esa barbaridad de sonido malo pudiéramos musicalmente sobre todo la música Cubana perecer

carlosvaradero dijo:

7

21 de febrero de 2019

10:02:04


Excelente articulo de Oni Acosta, nos seguimos preguntando entonces, hasta cuando tenemos que soportar esa música chatarra que nos han querido imponer a toda costa en espacios públicos, escuelas, tiendas etc. Hasta cuando la contaminación sonora. Por fin, después de tanto hablar del tema, cuando las instituciones correspondientes van a hacer algo al respecto? Gracias!

amalia dijo:

8

21 de febrero de 2019

11:27:24


Oni, hay una especie de spot televisivo en el que "habla" el cantante de "Me voy pa' mi casa" con sus características "palabras", y, para asombro e insulto mío al menos, al final ponen un cartel que dice "La cultura cubana en buenas manos". ¿¿¿¿!!!!!!! ¿Qué puedes decir al r

amalia dijo:

9

21 de febrero de 2019

11:33:56


Oni, hay una especie de spot televisivo en el que "habla" el cantante de "Me voy pa' mi casa" con sus características "palabras", y, para asombro e insulto míos al menos, al final ponen un cartel que dice "La cultura cubana en buenas manos". ¿¿¿¿!!!!!!! ¿Qué puedes decir al respecto? Yo estoy todavía pasmada de ver eso en un medio tan masivo como la TV. ¿Qué se puede esperar de otros ámbitos? Lamentable.

Germán Piniella dijo:

10

21 de febrero de 2019

11:39:06


Estimado Oni; El polémico decreto acerca de la cultura que ha sido manipulado hasta la saciedad por los enemigos internos y externos de Cuba es, a pesar de deficiencias reconocidas, un punto de partida. Pero la polémica que generó al parecer ha congelado a los responsables de su revisión e implantación. No se informa lo suficiente si el decreto está en estudio, si se planea rediseñarlo, si se va a engavetar o cualquier otra explicación. Pero existen normas anteriores que el propio decreto incluye y que siguen sin implantarse. Estamos, entonces, como bien describes, atados de pies y manos ante los enemigos de la cultura. Urge una definición, y esa solo puede provenir de las autoridades estatales. Un saludo, y felicidades por esta nueva e importante labor en tu columna.

carlosvaradero Respondió:


21 de febrero de 2019

15:32:45

También a mi me gustaría saber qué pasó con este decreto 349. Se aplica?, se derogó?, no funciona? En fin, nos gustaría a muchos saber qué pasó con eso? Hasta ahora no hemos visto avances, aún siguen en espacios públicos la música a todo lo que da, y el reggaetón, mientras más malo es, más alto lo ponen, es como un desafío al decreto, cuando se va a hacer algo, hace falta pasar ya a los hechos en lugar de seguir apelando a la conciencia popular.

Yunia dijo:

11

21 de febrero de 2019

12:23:33


Estamos perdiendo valores con esa música obsena y vacía de contenido, Oni gracias por ser protagonista del buen periodismo como se pide en estos tiempos. Me preocupan al igual que a ti el fututro de lamúsica cubana y la educación musical de mis hijos, ya que se filtra cada basura y dispersa en todos espacios, desde bicitaxis hasta ómnibus que da verguenza escucharlos. No sé de donde salen pero hay que buscar solución a los que llevan a altos volúmenes la música y obligan a los vecinos a escuchar esa chatarra musical, hasta ahora el Decreto aprobado para regular permisos en espacios públicos y de los TCP no tiene resultados notables.

jorgito dijo:

12

21 de febrero de 2019

12:29:46


Muy acertado su artículo Oni. Soy asiduo de su programa musical del Canal Educativo y coinsido totalmente. Que triste y denigrante es. Me duele que en la escuelas, en un primer grado los niños se saben de memoria cualquier tema de regueton y las canciones infantiles ni las escuchan. Quienes somos los culpables. Quien permite que esas letras sean difundidas radial y televisivamente, o en espectaculos publicos. Se olvidaron los tiempos de la buenas letras, de Pablo, Silvio, Amaury, Almeida, Kiki y Formell o de interpretes como Elena, Omara, Farah, Beatriz, Ivette Cepeda y jovenes tambien que engradecen nuestra cultura como Luna Manzanares. En fin, Oni, seria una locura condenarnos al fin de los tiempos.

Albella dijo:

13

21 de febrero de 2019

13:22:25


Oni, hace falta dejar de decir lo que hay que hacer... y hacer. Cuando retiren del repertorio y la licencia para cantar a, digamos, la charanga habanera y le digan al de Habana de primera que está suspenso en canto y que se dedique a la trompeta, entonces estaremos tomando el camino que mencionas. Cuando en programas para la juventud quiten los grupos mediocres y chabacanos, estaremos empezando a corregir la cultura. Dejará de ser curtura para empezar a hacer cultura. Si lo único que se escucha es música para marginales (que son en definitiva los que andan con las bocinas a toda voz en la calle y en las casas), entonces nuestros hijos se identifican, o mejor dicho, se intoxican con esa música y no pueden valorar otra más adecuada. Hace falta que el ministerio de cultura deje de decir lo que hay que hacer... y hacer

carlosvaradero Respondió:


21 de febrero de 2019

15:36:24

De acuerdo con Albella, no sólo de regueton estamos inundados, es una pena que la charanga habanera siga con esas letras a veces groseras donde sólo se habla de dinero, especulaciones y dinero fácil, no hay tema de la charanga habanera donde el tema "dinero" no esté presente. Hay una colaboración de un músico que no sé quien es, con la charanga habanera que tienen un tema que de veras, no menciono sus estribillos acá para no faltar el respeto, además porque se que no lo publicarían. Y aún así se siguen presentando en estadios, teatros, anfiteatros etc. Hasta cuando?

Israel díaz Roig dijo:

14

21 de febrero de 2019

14:40:13


Muy acertado y valiente comentario, se necesita que todos los periodistas y especialistas de cualquier rama del saber o el hacer, publiquen cosas así. Oni como musicólogo conoce muy bien el problema, la música cubana es muy completa, con pensar solo en las hermosas y populares guarachas de tantos autores, en las que se refleja el día a día, de una manera muy a lo cubano, para serlo no se tiene que ser vulgar, o a la nueva tova con sus conciones de autor, que reflen lo bueno o lo malo de la sociedad cubana, pero de una forma muy coherente y llena de buen arte.

jose dijo:

15

21 de febrero de 2019

18:42:14


Oni Acosta es un conocido y respetado critico musical.Eso es un hecho.Sus valoraciones relacionadas con el quehacer de la musica cubana le dan aval suficiente para tener en cuenta y coincidir en la mayor parte de los casos con sus comentarios y criterios.Es muy cierto muy a mi pesar que nuestros medios sonoros se han ido contaminando (no es un eufemismo) de un sonido que no representa desde mi punto de vista personal el menor rasgo de nuestra identidad nacional.Soy consciente que los tiempos cambian que nada se mantiene estatico,pero en este caso estamos hablando de gustos esteticos,artisticos en los que armonia,melodia brillan por su ausencia.No me considero un intolerante in extremis,mas en mi opinion particular no le profeso ninguna simpatia al regueton.A mis propios hijos que por razones generacionales se sienten identificados,simpatizan con este genero,no los censuro,mas les hago saber que en nuestro pais en cualquier epoca anterior hemos tenido musica excelente,para los gustos mas exigentes y sobre todo muy diversa.El regueton segun mi concepto,es comparable como el ebola o el VIH de la musica actual.Nadie podra convencerme de que esto es una obra artistica.Podran existir excepciones respecto a la calidad de algunas composiciones,Lo admito,pero la musica en general,ademas de ser susceptible al pulso de la misma sociedad,en cualquier epoca,esta en particular representa mal gusto,mala educacion y agresividad.Solo citar el ejemplo.Como vas a imponerme este genero a unos decibeles daninos a la audicion humana? Quieres que la escuche o quieres obligarme a aceptarla.Eso es irrespeto,irreverencia.Ni la que se hace en Cuba,ni fuera de ella tiene para mi ningun valor.Se que tendre muchos detractores.No me importa.Quien guste de ella,no es problema.Para mi simplemente no es musica.Es una aberracion.Una aberracion que como epidemia ha tomado tanta fuerza y espacio que inexplicablemente ha desplazado a otras manifestaciones musicales de sobrada y reconocida calidad.Como todo fenomeno,espero que este boom acabe alguna vez.Disculpenme sus seguidores.Yo prefiero la musica que en cualquier lugar del mundo donde estes te identifique como ciudadano.Me refiero en este caso a nuestra autoctona y verdadera musica

gimano dijo:

16

21 de febrero de 2019

18:45:37


la cultura de todas las maneras, es la manifestacion circunstancial de como vive la sociedad en su contemporaneo ,,la musica esta asi en cuba ,,por que por supuesto,, toda la sociedad esta asi ,,en ese punto ,esto se manifiesta en todas las ramas de la sociedad en su conjunto ,,si en la familia hay perdida de valores ,,se refleja en cada una de las manisfestaciones culturales y siscuntanciales ,,

Marantoña dijo:

17

21 de febrero de 2019

20:25:41


Excelente comentario. La contaminación sonora del "marabú musical" -que bueno está eso- que nos persigue en casi cualquier entorno, enturbia encomiables esfuerzos por llevar el buen gusto y el verdadero arte ala gran público. En Matanzas, lamentablemente, espacios recién restaurados se ven invadidos cada sábado por las llamadas "ferias del turismo" con mucha cerveza desde temprano en la mañana, mucha comida chatarra y la peor selección musical disponible. Lo peor, es que ubicadas en el mismo entorno de verdaderas instituciones culturales, -teatros, galerías, salas de concierto- molestan y entorpecen el disfrute de los que quieren para sí mismo y su familia, un acercamiento sano al buen arte. Alo urgente hay que hacer porque de nada sirve el empeño en "escudo y espada de la nación", si el mal gusto, la chabacanería, y el ruido, como el marabú, se apropia de lo que podría ser suelo fértil. Ony, gracias por su atinada reflexion

maguero dijo:

18

22 de febrero de 2019

08:21:01


Ciertamente en esto juegan un papel fundamental los mecanismos de difusion , si ustedes ven el canal clave muchos artistas de reguetton se repiten diariamente , de vez en cuando ponen la buena musica , esto sucede tambien con la radio , ademas si usted paga dinero : hace un disco, es promovido en la TVC , la radio y se presenta el als discoteca para trasmitir us mala musica a la juventud que paga en CUC estas pesimas presentaciones . Hasta en los centros turisiticos se ve esta pesima musica comercial sin nada de valor cultural

Esteban Donate Montesino dijo:

19

22 de febrero de 2019

08:38:39


Excelente artículo de Óni Acosta que por su posición de crítico y musicólogo se ve obligado a usar un lenguaje más balanceado pero como no soy periodista, criticó o musicólogo, soy un simple ciudadano acosado por esa música chatarra y por demás soez, me creo con el derecho a apuntar con el dedo y decir que una causa de este desarraigo musical cubano responde entre otras cosas a un nivel de corrupcion de algunos funcionarios y directivos de espacios públicos que alegremente reciben beneficio económicos de mucho dudosos artistas los que usando las denominadas redes sociales y con la asistencia de una casi interminable red de estudios de grabación caseros a los que solo les interesa los dividendos económicos y los cuales no poseen una política comercial que defender, ese mal hay que combatirlo con los instrumentos legales necesarios, nuestro ministro de Cultura Alpidio Alonso en todas sus comparecencias públicas relacionadas con la música hace un llamado a rescatar nuestro más genuinos exponentes musicales y a que la creación artística sea un verdadero instrumento de cultura y contrario a lo que muchos piensan y expresan la cultura popular no es ni chabacana ni soez, los que lo duden escuchen el último disco de "Gente de Zona" que recrea piezas con una nueva sonoridad, estoy seguro de que somos más los que preferimos la música genuinamente cubana y a un volumen que no la convierta en ruido y en instrumento de estrés

alberto dijo:

20

22 de febrero de 2019

22:11:22


Muy bueno Oni, Es que se trata de un elemento fundamental en la defensa de la nacion, por ingenuidad digamoslo asi, ponemos en peligro la salvaguarda de un valor que incorpora el baile, el movimiento , el ritmo de uno de los pocos pueblos del mundo que canta baila se divierte sanamente con su musica.