Este es un momento importante para los estados del Caribe, ya que tenemos una nueva agenda de desarrollo “ya que pone la seguridad de nuestros pueblos en la línea de vanguardia, así como la estabilidad de nuestra región y la prevalencia de la paz y la democracia”, señaló Philip Davis, jefe de la delegación de la Mancomunidad de Las Bahamas.
Reconozco que el destino de nuestros países está en nuestras manos, y hay que enfrentar sus problemas con apremio. Para ello, es imperioso profundizar nuestros trabajos mancomunados, y dirigir esta experiencia a toda la región, con el fin de alcanzar nuestros objetivos comunes, señaló.
En cuanto al cambio climático, Davis recalcó el compromiso de Bahamas para con el Acuerdo de París, y declaró que esa nación se encuentra inmersa en el desarrollo de varios programas y estrategias abarcadoras en cuanto a la mitigación y adaptación a ese fenómeno.
Nuestro gobierno –dijo– está consciente de que tenemos que tomar medidas y crear un entorno que propicie llevar adelante estos proyectos.
Añadió que una clave fundamental para el desarrollo sostenible lo constituye el “recurso intelectual de nuestros países”. Nuestra responsabilidad es fomentar alianzas con las organizaciones que promueven la capacitación de la juventud, expresó.
Por otra parte, explicó que seguimos enfrentando desafíos de seguridad: crimen, violencia, tráfico de drogas. Necesitamos un esfuerzo colectivo para combatir esos delitos e instalar la paz y la seguridad, así como también el establecimiento de la ley y el orden.
Otros de los males a los que nos enfrentamos son las disímiles formas de discriminación, además del el tráfico ilegal de armas y seres humanos. Por ello, es imprescindible que luchemos contra el crimen organizado, y que pongamos la tecnología en función de este proceso, manifestó.
Tenemos un papel difícil que cumplimentar, pero creo que podemos ser exitosos en la medida en que trabajemos juntos, concluyó.
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