«Mi familia es la que ha puesto el 90 % de este premio de campeón olímpico, a mí me corresponde solo el diez. Mi esposa Rosmery y mi hermana Katia me llevan recio en la exigencia con el deporte, pero no dejan nunca de darme el impulso necesario, ese que te lleva a hacer cosas como esta de subirte a lo más alto de un podio, como el de Tokio».
Él vio a su hija, Bianca, el día que nació y tiene más de dos meses y medio sin verla, preparándose para darle la alegría que vivió en la madrugada del día 2 de agosto el pueblo de Cuba. Por eso, el Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al llamarlo, aún jadeante por el esfuerzo, le dijo: «has dado una prueba de entereza tremenda, te creciste, te felicito».
¡Qué amanecer nos ha dado, Luis Alberto Orta! Nos has traído la primera medalla de oro en #Tokio2020, luego de una competencia impecable, luchada de principio a fin. Gracias, muchacho, por la alegría. #Cuba, como tú, es imparable. pic.twitter.com/ih8czIQH35
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) August 2, 2021
Luis Orta, muy emocionado y con la voz tomada, le respondió: «Presidente lo que se hace con el corazón siempre sale bien. Son las enseñanzas que nos han dado Fidel, Raúl y usted».
—Así lo hiciste, le contestó el mandatario, le pusiste el corazón a Cuba.
Se rió con el Jefe de Estado cuando le dijo, «bueno, me le adelanté a Mijaín López y le quité la primera dorada de la delegación, pero él viene ahora con la segunda». Díaz-Canel le pidió que disfrutara el merecido premio y Orta, como si fuera un vecino suyo, le respondió: «es para Cuba entera, para ustedes también».
—Se ha dicho que Luis Orta es un eléctrico, de esos que no están en los cálculos y salen con un gran resultado. ¿Es así o ya estabas para algo tan grande como vencer en unos Juegos Olímpicos?
—Me he preparado muy bien, el esfuerzo fue grande. Cumplí cada etapa de los entrenamientos, pese a las dificultades que tuvimos todos por el impacto de la COVID-19, entonces no se qué tiene que ver la electricidad con esto, pero si es porque no estaba en los pronósticos, pues yo les puedo decir que lo único que tenía en mente era una medalla olímpica.
—Entonces, ¿te imaginaste estar aquí y hacer esta hazaña?
—Pero claro que sí, me lo imaginé porque clasifiqué para los Juegos, también con mucho sudor mediante, y luché por una medalla también. Los deportistas cubanos se preparan para ganar, no hay otra forma de encarar la competencia, por eso el Presidente cuando me habló me dijo que me había crecido. ¿Creen que me pudiera crecer si no me hubiera imaginado campeón, si no me lo propusiera?
—Pero llegaste solo con el aval del bronce de los Juegos Panamericanos de Lima-2019 a un sitio que parecía una constelación.
—Sí, pero llegué, y ya aquí había que luchar.
—En Lima saliste con aquel tercer lugar, después de tener ventaja en el combate por el pase a la final. Aquí en Tokio has sido el que desmontaste las desventajas y quitaste del camino a hombres con grandes avales. ¿Cómo?
—Con la experiencia de haber vivido aquel triste momento, pero también con la preparación. Fue decisivo para nosotros los niveles que alcanzamos en la última etapa, justo antes de llegar aquí, en Bulgaria. Por lo menos, en mi caso tiene que ver mucho con esta presea dorada.
—¿Qué crees que está pasando ahora mismo en La Güinera?
—Imagínense, yo soy de allí, en el municipio de Arroyo Naranjo, me siento orgulloso de mi barrio, y solo les puedo decir que disfruten esta victoria, porque es de ellos, los de la tierra chiquita.
—¿Cómo ve el futuro Orta?
—Ya hay que comenzar a trabajar muy duro para los Juegos de 2024, aunque en el futuro más inmediato, estoy loco por ver a la gente de mi casa. Abrazar a mi hija, que hoy no sabe mucho de esto, incluso podría estar hasta alterada, por el ajetreo de los combates, la disputa de las medallas, yo dando entrevistas, y allá Rosmery dándole el pecho a la bebé.
«Cuando Bianca crezca yo le contaré de Tokio, y su mamá de cómo la atendía en medio de tanta tensión, de cómo vivió el barrio tanta alegría. Y le diré que dicen que su papá llegó de eléctrico, pero que fue tanta la energía que salió cargado con el título olímpico, para ella y para Cuba».
La familia del «eléctrico» Orta
«Es mucha la felicidad que siento por el título olímpico de mi hijo, fue un logro que soñamos todos en la familia, y cuando Luis Alberto iba obteniendo victoria tras victoria, esperábamos con ansias que ganara la final. Durante los combates no me podía contener, daba saltos y me sentía que estaba luchando al lado de él. Me ponía muy nerviosa, pero cada vez que era declarado vencedor me llenaba de una alegría que compensaba todo el sufrimiento». De esa manera describió Misleydis Sánchez, la madre del nuevo campeón, lo vivido por ella mientras Orta iba derrumbando gigantes.
Katia Matos, hermana del primer medallista de oro de la delegación cubana en Tokio-2020, confiesa nunca haberlo visto con tanta energía y optimismo, y coincide con Orta, al afirmar que su hija Bianca fue la principal motivación para llegar a lo más alto del podio.
En la calle G de La Güinera, en Arroyo Naranjo, la familia del titular bajo los cinco aros no ha dejado de recibir felicitaciones, e incluso, la carriola con la que el niño Luis Alberto desandaba las calles del barrio, ahora se ha convertido en una reliquia para todos los vecinos.
Rodolfo B Perez dijo:
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2 de agosto de 2021
15:02:01
Felicidades CAMPEON!!!!! COMPARTO TU ALEGRIA Y TU TRIUNFO NOS HACIA FALTA ,PARA SEGUIR TRIUNFANDO. !!!!