Los organizadores de los Juegos Olímpicos de Tokio no cejan en su propósito de llegar a la inauguración, el 23 de julio de 2021, con público en las instalaciones deportivas.
Ya concibieron un protocolo de seguridad y conducta para los atletas –comentado en su oportunidad por Granma– y anuncian que divulgarán normas de comportamiento para los aficionados, si son autorizados a ocupar asientos en las gradas.
El experimento para avalar esas intenciones comenzó en julio pasado, cuando permitieron la asistencia limitada de la afición a los estadios. Desde un mes atrás, el aforo en distintas instalaciones alcanza el 50 %, sin reportes de contagios con la pandemia, explican los organizadores de Tokio.
Entre el 30 de este mes y el 1ro. de noviembre, el estadio Yokohama, al sur de la capital, ocupará cerca del 80 % de sus 34 000 capacidades, instalación que albergará los torneos olímpicos de béisbol y sóftbol. Hoy acomoda unas 16 000 personas por jornada.
Entre las pruebas para determinar si es segura la relajación de los límites de acceso a los estadios, Yasutoshi Nishimura, ministro de Revitalización Económica, al frente del panel de coordinación de la pandemia, explicó que, para monitorear los movimientos de los aficionados, dispondrán de cámaras de alta definición acopladas a superordenadores, los cuales contribuirán al análisis del riesgo de contagio.
A manera de ensayo, el estadio olímpico de Tokio montará la final de la Copa Levain, de fútbol, y el gimnasio nacional Yoyogi acogerá un certamen de gimnasia. Ambas instalaciones tendrán un papel destacado como sedes del clásico olímpico.