Sería iluso, se mire lo mismo desde el balcón de los jugadores, el de los periodistas, el de los directivos, y mucho más si se ve a la altura del de los aficionados, tener más del 50 % de unanimidad de criterios frente a una selección nacional de beisbol. Como he dicho otras veces, el día que no sea así, la pelota se nos muere.
De tal modo, de cara a la nómina cubana a los Centroamericanos y del Caribe de San Salvador, bienvenido el debate.
Nadie tiene la verdad absoluta, entre otras cosas, por la pasión que sentimos por este deporte, que recorre el alma de la nacionalidad. Emitimos nuestra opinión en el inmenso ágora, partiendo de que hoy las maneras de llegar a un equipo Cuba han cambiado, incluso por un reclamo popular, ya cristalizado en otros certámenes, el más reciente, el V Clásico Mundial. Pero hasta para integrar un conjunto en las series nacionales, tampoco es lo mismo.
Tenemos jugadores en la presente temporada con paso por las ligas menores de Estados Unidos, y por otras.
No hace mucho hablábamos de la probabilidad de que el jugador más valioso de la Liga Arco, Yasmani Tomás, jugara con Industriales en esta misma campaña, un hombre que, en la opinión de muchos, entre los que me incluyo, es una figura que pudiera estar de regreso a la mlb, por lo que ha demostrado en ella, y por su presente.
Es decir, hay que acostumbrarse a la idea de que las campañas cubanas, sin ser absolutos, pues en pelota eso es pecado capital, no han de ser la única ni la máxima cantera para un evento internacional, cualquiera sea el nivel. Sin embargo, aunque suene paradójico, sigue siendo el escenario más importante. No se llega a grandes ligas, ni a México, Sudcorea, Japón, Taipéi de China, Venezuela u otras plazas si en la vitrina cubana no eres una sugerencia para seguir. Todos los que brillan actualmente en aquellas justas, hasta en la mlb, han tenido una destacada presencia en las contiendas de casa.
De manera que las series nacionales, además de esa trascendencia, son ahora un estímulo mayor, tanto en el orden profesional como en el económico, por lo que representa un contrato en esas ligas de alto nivel. Así que, lejos de desestimular, es un incentivo mayor, que llega también al honor de vestirse con el traje del equipo Cuba, no por unos pesos, sino por lo que significa representar el lugar donde naciste, como lo hicieron los del Team Asere. Claro que la temporada cubana, le sumo la Liga Élite, tiene que cambiar en cuanto atención a esos hombres que nos llevan lo que más nos gusta hasta nuestros corazones, durante más de seis meses. Hay propuestas para ese fin, pero no deben caer en un
extrainning, hasta ahora sin decisión.
Lo esencial es que la pelota tiene que salir a recuperar el título de Centroamérica y el Caribe, con este equipo o con cualquier otro; si no lo logramos no se habrá cumplido el objetivo. En otras palabras, no nos sirve un segundo lugar, y para ello se necesita un plantel competitivo. Por supuesto, hay matices, porque hay ausencias, como las de Frederich Cepeda y Erlis Casanova, muy difíciles de explicar, no solo por rendimiento, si no en aras de la propia competitividad, que puede ser regional, pero no es un manjar. Ya se sabe que Puerto Rico irá con algunos efectivos de la última Serie del Caribe, y que México y Venezuela, delante de Cuba en el ranking mundial, tienen capacidad para armar novenas respetables.
Hay otros vacíos, como el del tunero Baldoquín o el del espirituano Yankiel Mauri, que fueron argumentados. El del leñador porque no estaba en Cuba cuando hubo que entregar la primera lista o prenómina, y el del gallo, por su coequipero Neyra, un joven zurdo, de rol situacional, por su endiablada efectividad ante bateadores de esa mano, la mejor del país en estos momentos.
Al margen de la polémica, que continuará con la plantilla de los Panamericanos de Chile, agarremos el bate para anotar la carrera del gane en San Salvador, y luego sigamos el debate, que incluirá evaluar a este equipo, de 19 jugadores de la 62 Serie Nacional y 13 que estuvieron en el último Clásico Mundial.
Equipo Cuba. Receptores: Andrys Pérez y Yunior Ibarra. Cuadro: Bárbaro Erisbel Arruebarruena, Dayán García, Yasniel González, Yadil Mujica, Yordan Manduley, Luis V. Mateo y Guillermo Avilés. Jardineros: Yoelkis Guibert, Roel Santos, Raico Santos y Yurisbel Gracial. Lanzadores: Yeudis Reyes, Javier Mirabal, José R. Rodríguez, Miguel Neyra, Carlos J. Viera, Yoennis Yera, Naikel Cruz, Jonathan Carbó, Franky Quintana, Renner Rivero y Yunieski García.
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