ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
El árbitro en cuenta máxima. Foto: Roberto Morejón

«A veces, raras veces, alguna decisión del árbitro coincide con la voluntad del hincha, pero ni así consigue probar su inocencia. Los derrotados pierden por él y los victoriosos ganan a pesar de él. Coartada de todos los errores, explicación de todas las desgracias, los hinchas tendrían que inventarlo si él no existiera. Cuanto más lo odian, más lo necesitan».

Así retrató Eduardo Galeano a los que imparten justicia en el mundo deportivo. Ellos nunca aparecen en las portadas ni en los cintillos de prensa; siempre son mirados con recelo. Algunos los evalúan por el silencio de los medios. Si nadie habla del juez, lo hizo bien, ese es el precio de estos imprescindibles, quienes logran la única posición común entre los aficionados: todos lo rechazan.

En el beisbol, cuando salen al terreno son abucheados, y ellos, casi siempre de negro, cual luto por sí mismos, ni se inmutan. En las series nacionales, aficionados, periodistas y todo cubano o cubana frente a un partido es director de equipo y, al propio tiempo, árbitro.

Esta 61 Serie ha tenido varios episodios en los que ellos no la han pasado bien, con no pocas decisiones controvertidas, incluso en momentos claves del desafío; también sucedió el reprochable incidente entre Artemisa y Camagüey que llevó a 11 expulsiones.

Luis Daniel del Risco, jefe de Regla y arbitraje de la Comisión Nacional de Beisbol, asume: «Nos exigimos mucho, por eso no estamos conforme con lo hecho en lo que va de serie, que pudiera alcanzar una nota de regular, solo eso. Hemos dejado de ser previsores en algunos casos en los que podíamos evitar una situación desagradable».

Un buen arbitraje incide positivamente en el desarrollo del pelotero, en el orden de la disciplina y tácticamente, «porque el reglamento bien aplicado pasa por los fundamentos del juego», precisa Del Risco, acentuando la alta responsabilidad de esos decisores, por quienes pasan el espectáculo y la calidad de la pelota cubana.

«Un árbitro, en home, decide entre 190 y 200 lanzamientos, aproximadamente, y el margen de error es de cinco a siete envíos para que sea un buen trabajo, siempre que estos errores, o error, no incidan en el resultado del juego, pues entonces no se consideraría una buena labor», afirma.

La pelota, como nos dice el doctor en Ciencias Félix Julio Alfonso López, en su obra El juego galante, «es un juego viril», pero ha de interpretarse desde el intelecto, con la mente fría y reposada para la mejor decisión. Así podrían impedirse sucesos como el ocurrido entre Artemisa y Camagüey.

Rolando Macías, autor de una supermarca al ganar 21 desafíos consecutivos en la lid de 1968-1969, era un pelotero fogoso. En un partido peleó muy fuerte con otro estelar, Orlando Figueredo, y con ellos se liaron sus respectivos equipos: Azucareros y Orientales.

Ambos fueron suspendidos por varios juegos, y cuando se enfrentaron de nuevo, antes del primer lanzamiento, en Santiago de Cuba, «el Comandante Juan Almeida nos mandó a buscar, pero primero le pidió permiso al árbitro, pues él respetaba el orden, y de paso nos daba una lección, la primera de ese momento. Pidió que llamaran a Antonio Muñoz y a Ramón Hechevarría, los capitanes de Azucareros y Orientales. Con ellos allí, nos dijeron a mí y a Figueredo que fuéramos a escuchar a Almeida: “Hay que ser fuertes en el juego, corajudos, pero no indisciplinados; al pueblo que viene a verlos hay que entregarle lo mejor de ustedes, no lo peor; ustedes han representado dignamente al país en la arena internacional, y en la Patria hay que hacer lo mismo”». Después, recuerda Macías: «Figueredo y yo nos dimos la mano, y el público aplaudió. Estaban aplaudiendo a la Revolución».

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miguel dijo:

1

9 de marzo de 2022

14:30:12


Se dice que en la pelota el árbrito es la máxima autoridad, yo digo que la autoridad es la "DISCIPLINA ", y esa la tienen que desbordar los equipos y tambien los árbritos. Todos somos testigos sobre todo si es por tv, de decisiones que han causado el explote hasta de los mas mesurados y pacíficos jugadores y directores como Carlos Martí. Si un bateador o lanzador le hace varias reclamaciones el árbrito lo recrimina y muchas veces sin mediar llamados los expulsa, yo me pregunto , si la mala decisión arbrital da al traste con una victoria quién analiza al árbrito?, puede que se haga, pero a puertas cerradas, nadie los expulsa, nadie los suspende por equis cantidad de juegos, no se publica en prensa ni se dice en tv y por supuesto toda esa inmunidad los hace sentir intocables, en cada juego hay comisarios, jueces de esto o de lo otro, pero solo para los equipos, la situación que se dió entre Camaguey y Artemisa pudo evitarce, quien falló entonces fue el arbritage pero las medidas disciplinarias fueron para jugadores y ambos directores. Es por eso que para mi la DISCIPLINA es la autoridad y tanto árbritos como equipos estan en la obligación de acatarla, el árbrito exige y controla el buen desarrollo del partido y solo siendo fiel cumplidor de sus deberes puede exigirle a los demas.

RUSO dijo:

2

10 de marzo de 2022

06:55:03


El árbitro se equivocó en el último strike y el bateador se molestó con él y le dice malo, pero ya ese bateador se había equivocado en dos strikes anteriores, haciéndole swinnes a bolas malas, y el árbitro no le dijo que era un malo. Y entonces?

miguel Respondió:


13 de marzo de 2022

20:32:34

Oiga Ruso, la decisión de hacer swing a un tipo de lazamiento sea en zona o no es derecho exclusivo del bateador y solo puede ser cuestionado por la dirección de su equipo, no por el árbrito. Se supone que, entre otras funciones, el árbrito esté debidamente preparado y con pleno dominio de las reglas y por supuesto,las zonas de strike están bien definidas internacionalmente, entonces vemos como acá unos cantan una zona y otros otras, resultado, cuando el CUBA sale a eventos internacionales, los lanzadores no saben cuál bola tirar porque no les cantan las que equibocadamente aprenden en nuestra SN, entonces el daño es mayor, no solo truncan en un momento dado los resultados de un jugador o la victoria de un equipo, sino que deforman los conceptos sobre la zona de strike. Si a todo lo anterior se suma que hay rivalidad en la pelota cubana y que las malas decisiones contribuyen a caldear los ánimos entonces el espectáculo se convierte en perrera y si es por tv lo ve el mundo. El pelotazo, por ejemplo, está contemplado en el juego, yo critico al bateador que ante un lanzamiento pegado o con un pelotazo cruzan miradas y palabras con el lanzador y aplaudo y me hace querer mas al pitcher que de un pelotazo y espera al bateador a mitad de camino a primera base y se abrazan, igualmente critico al lanzador que golpea y da la espalda al golpeado. Todas estas cosas y muchas mas forman parte de nuestra pasión sin olvidar que en el terreno son rivales que se mueren por su camiseta pero fuera son amigos, son hermanos .

Marcos Alexis Suárez Anzardo dijo:

3

11 de marzo de 2022

18:08:13


El hecho de que aquí en Cuba tengamos algunos árbitros que sean maestros en su especialidad no significa que el arbitraje del beisbol cubano tenga la eficiencia necesaria. La situación del arbitraje en la Serie Nacional es realmente vergonzosa, y más aún porque está quitándole prestigio a Cuba en el beisbol a nivel mundial, pues esos errores garrafales puede verse por Internet. Aquí lo mismo cantan un strike afuera, con una bola pegada o por debajo de las rodillas. Y a veces pasa que un lanzamiento que el ampaya cantó bola, después viene por esa misma zona y lo canta strike. Así no hay quien se ajuste a batear ni a pitchear. ¿Dónde usted ha visto que un bateador saque la bola por zona foul, y el árbitro la cante como jonrón? Esas cosas nada más se ven aquí, y cuando usted analiza, son cosas absurdas e inadmisibles, que no pueden pasar en el segundo país del mundo con mayor tradición beisbolera.