ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: Granma

Si se anuncia una preselección nacional de béisbol está asegurada la polémica. Así ocurrió la pasada semana, cuando la dirección nacional de este deporte dio a conocer un grupo de 36 peloteros que se prepara desde ayer en Matanzas, con vistas a la III Copa del Caribe.

Mueve tanto al debate, que pocos observaron que la real preselección no es de 36, sino de 60, aunque los restantes nombres no se informaron el último viernes, tal vez por aquello de que quedan dos elencos en competencia, nada menos que en la disputa del título. Es decir, el equipo Cuba con la misión más importante, el que buscará el boleto olímpico a Tokio, en junio, pudiera ser bien diferente a este que competirá del 17 al 24 de abril próximo, en Curazao. O tal vez sí se parezca.

Lo que debe pasar es que el destinado a jugar el certamen regional en predios curazoleños, aporte al objetivo esencial. Creo que tomar esa lid para exigirse un resultado y, al propio tiempo, probar en tareas y posiciones claves a un grupo de jóvenes es acertado, como también lo es que se promueva, con esos talentos, la necesaria e imprescindible versatilidad de los jugadores. No hablo de desempeñarse en varias áreas, sino en la polifuncionalidad de ellos a la ofensiva (entiéndase tacto, fuerza, velocidad, colocación de la pelota), y la destreza defensiva. De eso hemos carecido en las últimas selecciones nacionales, de poner la bola en juego, por ejemplo, lo cual ha arrojado una anémica o casi nula producción de carreras.

Si se cumple ese objetivo, habría que evaluar luego las necesidades de la escuadra, porque, como ya se sabe, un equipo no es un Todos Estrellas, ha de ser como decía Servio Borges, «un reloj, una maquinaria perfectamente engranada, y para ello son imprescindibles piezas diferentes, o algunas que cubran varias funciones».

Y aquí entran entonces los que hoy no vemos en el grupo de 36, me imagino, por solo mencionar a algunos, a Alexander Ayala, Erisbel Arruebarruena o Yordanis Samón, los contratados en Japón por la Federación Nacional, y aquellos que actúan en esa y otras lides, bajo acuerdos diferentes.

La estrategia está clara, se busca al mejor equipo que podamos obtener, con el concurso de todos, porque todos se han formado en los estadios de esta Isla que respira bolas y strikes. Y, por supuesto, hay que tener claro también que el reto es inmenso, pues en lograr la asistencia a la justa olímpica está el sentimiento de un país, al que le sería inexplicable no estar con sus peloteros en la capital japonesa.

Esta semana conocimos que el incansable Danel Castro, con sus 44 años, ha confirmado que estará en la venidera Serie Nacional con sus Leñadores; que el yumurino Yadir Drake se incorporará al entrenamiento de Leones de Yucatán el 7 de abril, lo cual quiere decir que termina el día 5 con Matanzas, y ha dicho que viajaría directo a Curazao para vestir la camiseta nacional; y, lamentablemente, el sábado el béisbol capitalino perdió a un pelotero disciplinado y a un entrenador, por cuyas sabias y pedagógicas manos pasaron varias generaciones de los Industriales. Así era Orbe Luis Rodríguez.

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.

Alejandro dijo:

1

23 de marzo de 2021

16:59:13


Favor si alguien pudiera publicar la preselección de las 36 hombres para el próximo evento internacional, se lo agradeceriamos.