No creo que haya mayor saldo para Las Tunas, el campeón que vamos a recordar por mucho tiempo en su primera corona, y el resto de los equipos de la ya pasada Serie Nacional, que el de devolverle a este pueblo su pelota en las calles, en las esquinas y en los adolescentes y jóvenes.
Atravieso en marcha acelerada todos los días parte de los municipios capitalinos de Diez de Octubre, Cerro y una pequeña porción de Plaza de la Revolución. Durante mucho tiempo tuve que esquivar balones, pero ahora voy pendiente de que no me alcance un proyectil salido de un bate. Ha regresado al barrio el pasatiempo nacional, lo mismo en el popular juego del taco, las cuatro esquinas, que hasta en un nueve para nueve. Me fui a la Ciudad Deportiva y allí vi otra vez los terrenos con la esférica blanca de protagonista.
Y no es que haya desaparecido el fútbol, además, uno no tiene por qué excluir al otro, pero que la pelota esté de vuelta en su casa es la mayor contribución que la temporada que acaba de concluir le ha hecho a la sociedad y es una reverencia a nuestra cultura y nacionalidad.
Ya la Dirección Nacional de Béisbol (DNB) anunció que no habría cambios en el planteo del calendario competitivo para la campaña de 2019. Es decir, por estos días se celebran las series provinciales, los certámenes del país en las categorías Sub-15 y Sub-18, luego vendrá en mayo la lid nacional Sub-23 y en agosto estaremos de cara a la 59 Serie Nacional. Si la memoria no me falla, llevamos dos o tres años hablando de posibles modificaciones. El escenario hoy es diferente y al parecer para el futuro, con la posibilidad de que crezca y se diversifique la contratación de peloteros en el exterior, no hay duda de que en casa las mayores posibilidades de un torneo largo están en el verano; es decir, en la etapa en que se desenvuelve la Sub-23.
En esta misma columna hemos ponderado este evento como uno de los más importantes del almanaque beisbolero del país y en ese posible entorno futuro tomará aún más relieve al igual que las competencias provinciales, las cuales han de ser más largas, si queremos tener un torneo élite con el concurso de los mejores exponentes de nuestro béisbol a fines de año e inicio de enero, lo cual no solo tributaría a la calidad y en consecuencia al espectáculo, sino que aportaría también a la preparación de cara a la Serie del Caribe y a los eventos internacionales de envergadura, como por ejemplo el Clásico Mundial cada cuatro años.
Lo cierto es que estamos en un momento de efervescencia beisbolera y de grandes retos, los cuales han de verse como oportunidades y fortalezas para el desarrollo del deporte nacional de Cuba, pero eso demanda de estudios profundos e investigación para validar una organización donde la profesionalidad y el rigor estén a la altura de lo que demandan esos jóvenes, que convocados por los héroes del terreno, han llevado la pelota otra vez al barrio. Tenemos las bases llenas, demos el jonrón.
Por lo pronto, las expectativas estarán centradas en el miércoles para saber quiénes serán los peloteros que añade el mentor Pablo Civil a sus Leñadores para encarar la Serie del Caribe, desde el 1ro. de febrero en Barquisimeto, Venezuela.
Me encuentro entre quienes piensan que su equipo llegó sobrado a esta instancia y que de lo más necesitado que está es de un fortalecimiento de su pitcheo y de las esquinas de su cuadro (tercera y primera), pero como lo hacen el resto de los concursantes de esa lid, ha de robustecerse. Recordemos que ese es un evento entre las Ligas, y todas ellas blindan a su campeón con lo que más necesitan o con lo mejor de su campeonato.
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Jape dijo:
1
21 de enero de 2019
00:32:15
Edel dijo:
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21 de enero de 2019
07:29:42
yuandri dijo:
3
21 de enero de 2019
07:50:56
TUNERA dijo:
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21 de enero de 2019
07:59:54
enrique15 dijo:
5
21 de enero de 2019
08:26:18
Anibal García dijo:
6
21 de enero de 2019
11:49:36
Robert Marrero dijo:
7
22 de enero de 2019
10:29:39
Ady dijo:
8
30 de enero de 2019
09:36:09
Juan Carlos dijo:
9
30 de enero de 2019
14:42:15
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