En el béisbol, cuando te apalean y caes a la lona en un abrir y cerrar de ojos, la derrota se digiere más rápido. Si te sabes pronto sin opciones, puedes cambiar el casete, sacudirte y pensar el próximo reto, que muchas veces es igual o más importante que el anterior.
En un choque pegado, una batalla durante nueve largos capítulos, sufres una muerte más lenta, sobre todo si te invade la idea de tener opciones reales durante buena parte del encuentro contra el rival de turno. Esa sensación, engañosa, conduce al sufrimiento, principalmente cuando te percatas de que, lejos de estar vivo, te encuentras cada más cerca de hundirte.
Justo eso le pasó a los Tigres avileños en su tercera presentación de la Serie del Caribe de Santo Domingo, República Dominicana, donde cayeron nuevamente, ahora contra los venezolanos Tigres de Aragua, que se apoyaron en un manejo milimétrico de sus lanzadores y ofensiva productiva en los compases iniciales del duelo.
En primer lugar aprovecharon los fallos defensivos cubanos, que cometieron par de marfiladas en el segundo episodio y abrieron las puertas del plato a la primera de los felinos, todo ante un Vladimir Baños con buen dominio de sus envíos, todavía sin caer en el abismo.
No obstante, esto no demoraría en ocurrir, pues tan pronto como en el tercer capítulo soportó tres inatrapables y regaló un boleto intencional, suficiente para explotar en la lomita del estadio Quisqueya Juan Marichal, esta vez un infierno para la novena cubana tras varias experiencias victoriosas en el pasado.
Sandy León, Alex Romero y José Martínez remolcaron las carreras de Aragua, que parecía muy superior a los avileños, con posibilidad de sacarlos por completo de circulación gracias a su poderío madero en ristre. Pero el zurdo Liván Moinelo se encaramó en el box y regresaron las esperanzas cubanas.
Su impecable labor durante cuatro actos frenó a los morochos y aupó a los suyos, que se enfocaron en descifrar los lanzamientos de los siete lanzadores rivales. Por momentos parecía que lo conseguían, pero fue solo un espejismo.
La pobre oportunidad de los Tigres avileños (dejaron a 11 hombres en base) enterró poco a poco sus aspiraciones. Caso crítico el de Alfredo Despaigne, quien se ha visto muy alejado de sus verdaderas posibilidades, luego de un par de meses sin jugar en ningún lugar, razón que debieron valorar todos los técnicos y directivos encargados de la confección de este elenco.
Sin concentración ni capacidad para descifrar los pitcheos contrarios, la nave de la Mayor de las Antillas naufragó y ahora ya no depende de sí misma para salvarse. Su futuro en la Serie del Caribe está en manos de boricuas y dominicanos, aunque también tienen la obligación de vencer en su última presentación contra los Leones de Escogido, la escuadra local. Imposible no, pero complicado si, y mucho.
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jorge dijo:
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4 de febrero de 2016
19:25:01
miguel dijo:
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4 de febrero de 2016
19:25:14
MRA dijo:
3
4 de febrero de 2016
19:41:15
Pedro Quitanilla dijo:
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4 de febrero de 2016
19:43:20
Jorge dijo:
5
4 de febrero de 2016
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JUSTIN dijo:
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4 de febrero de 2016
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Rolando dijo:
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4 de febrero de 2016
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Juan Martinez dijo:
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4 de febrero de 2016
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Alain Daniel Machado Pérez dijo:
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el guajiro dijo:
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5 de febrero de 2016
05:00:39
LUIS GONZALEZ dijo:
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5 de febrero de 2016
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Luis Serrano TERRY dijo:
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5 de febrero de 2016
07:25:46
Abel Derivet dijo:
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5 de febrero de 2016
09:39:09
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